Muchos pueden ver con cierta ilusión la moción de censura contra Mariano Rajoy, pero no podemos confiar ni por un momento en la “casta progre” del régimen más aún cuando el programa del PSOE no ha sido más que precarización laboral, elitización educativa y represión.
Martes 12 de junio de 2018
Tras los últimos escándalos de corrupción del Partido Popular, se aprobó en el Congreso de los Diputados la moción de censura contra el gobierno de Mariano Rajoy, con el voto de 180 diputados del PSOE, Unidos Podemos, Compromís, ERC, PDeCAt, PNV, Bildu (169 votos en contra del PP y Ciudadanos y 1 abstención). Muchos jóvenes pueden ver con cierta ilusión la moción de censura contra el PP, pero no podemos confiar ni por un momento en la “casta progre” del régimen más aún cuando el programa del PSOE no ha sido más que años de precarización laboral, elitización educativa y represión.
“PSOE y PP la misma mierda es”
Esta fue una de las consignas del 15M que gritamos hace siete años en las calles y plazas de cientos de ciudades –cuando gobernaba precisamente el PSOE-. No se nos olvida. Ha caído el gobierno del PP, pero no creemos que el segundo partido más corrupto de este Régimen del 78 vaya a dar respuesta a las necesidades de la clase trabajadora, de la juventud precaria, de las mujeres, de los pensionistas o de las personas migrantes.
Más bien tenemos la certeza de que el débil gobierno del PSOE que se está conformando, con el apoyo de los partidos nacionalistas y Unidos Podemos, va a suponer una descarada continuidad con el gobierno del PP y cuestiones como el derecho a la autodeterminación se seguirá negando por todos los medios por parte del Estado, manteniendo a los presos políticos y la represión política. El nombramiento de Borrell como ministro de Exteriores y Grande-Marlaska en Interior es toda una confirmación en este sentido.
Porque el PSOE ha sido y es el gran partido del Régimen del 78, el que más años ha gobernado y manteniendo una agenda política neoliberal al servicio de las grandes empresas.
Recordemos que desde la llegada al poder de Felipe González en 1982, el PSOE fue el encargado de pasar los planes de ajustes que se habían acordado en los famosos Pactos de la Moncloa, los ajustes anti obreros de los 80´ con “reconversión industrial”, sin olvidar la reforma de las pensiones de 1985, la entrada en la OTAN, la reforma del mercado laboral de 1994, la privatización de empresas públicas, la guerra sucia del GAL.
Felipe González abandonó el gobierno en 1996 ahogado en escándalos de corrupción y fue sustituido por José María Aznar, el cual ahondó las medidas neoliberales y la política imperialista con la entrada en la Guerra de Irak.
La vuelta del PSOE con Rodríguez Zapatero fue una vuelta de tuerca contra la juventud y el pueblo trabajador, dando barra libre para las grandes constructoras, la imposición de las reformas laborales, el pensionazo (pasando de 65 a 67 años), aprobación de las leyes de desahucios exprés, las leyes antibotellón y la fortísima criminalización de la juventud.
Aunque para algunos sectores de la juventud les pueda parecer que es “mejor un PSOE que un PP” no es “oro todo lo que reluce”. El PSOE es parte de la misma casta universitaria y educativa que nos implantó el neoliberal Plan Bolonia y la estrategia 2015 contra nuestro derecho a una educación pública y gratuita. La misma que nos llevó durante la crisis con ajustes neoliberales y a un 50% de paro juvenil contra nuestro derecho al empleo y la misma que nos reprimió cuando salíamos a protestar (cuando salimos en el 15M a ocupar las calles y las plazas denunciando esa situación).
Por eso mismo no celebramos esta moción de censura, porque sabemos perfectamente quién es el PSOE y qué representa. Lo dejó clara la modificación del artículo 135 por la cual se daba prioridad al pago de la deuda o la aplicación del 155 en los ataques al derecho a decidir de Catalunya.
Muy pronto se le ha olvidado a Podemos e IU su lucha contra la casta. Ahora la “lógica del mal menor” determina la política de Unidos Podemos, apoyando sin condiciones la moción de censura, al recién nacido gobierno del PSOE y apoyando incluso los presupuestos neoliberales y draconianos del PP. De esta manera Podemos muestra al PSOE como una “alternativa” y un aliado para la utópica “regeneración progre” de un régimen nada reformable.
Para acabar con los gobiernos del “turno” y el Régimen: impulsemos la movilización y exijamos una huelga general
La caída del PP por la moción de censura no ha sido resultado de la movilización social, sino que, ante los escándalos casos de corrupción se ha tratado de dar una salida “por arriba”. Es decir, ante el desprestigio del gobierno, una parte del régimen político y de los partidos han pactado un recambio. Y no es una alternativa “del cambio”, como nos quieren vender, sino que es una alternativa para poder capear la crisis política que sufre el Régimen del 78. ¿Cómo puede esta casta corrupta y neoliberal ser el garante de satisfacer los problemas de la juventud y los y las trabajadores? Imposible.
Por eso mismo, desde Contracorriente no creemos en estas mociones de censura “desde arriba”, en cambios de gobierno sobre las mismas bases y con los mismos actores que no suponen de manera alguna un cambio. Creemos en el desarrollo de la movilización social, siguiendo ejemplos como el 8M, el movimiento de los pensionistas o la lucha de los catalanes por su derecho a decidir. Ejemplos donde la juventud hemos tomado y vamos a seguir tomando un papel destacado.
Es necesario impulsar grandes y masivas movilizaciones de la juventud y el pueblo trabajador desde los centros de estudio, los barrios y los centros de trabajo para echar abajo todas las leyes regresivas y represivas contra la juventud y los y las trabajadores de los anteriores gobiernos del PSOE y PP, y exigir a las direcciones sindicales la convocatoria de una huelga general.
Hasta las reivindicaciones más básicas son negadas por este gobierno como: poner fin a la precariedad laboral, el desempleo, los salarios y pensiones de miseria, en definitiva, nos niegan unos servicios públicos gratuitos y de calidad. Como el derecho tan básico como una educación pública, totalmente laica y gratuita en todos sus niveles, con becas y ayudas para las rentas bajas, suficientemente financiada mediante impuestos a las grandes fortunas y empresas.
Es necesario recuperar el “espíritu” del 15M contra los pilares mismos de este régimen que nos niegan derechos básicos para construir una alternativa anticapitalista, feminista y revolucionaria. Contra esta “democracia para ricos”, contra la Monarquía, contra la herencia franquista que sigue en pie en forma de poder judicial, ejército y policía y por el derecho de autodeterminación.