Biden no obtuvo el triunfo abrumador que se esperaba, sin embargo ahora se está viendo que tiene un poquito más de margen, no está tan apretado como se veía en los últimos días, pero aún así es un triunfo parcial o con algo de sabor a derrota. Por un lado, el Senado es muy probable que quede en manos de los republicanos y además el margen de victoria de Biden en muchos de estos estados fue muy pequeño. Las encuestas le daban un triunfo por goleada a Biden y no fue así. Los demócratas predominaron en las costas, que son tradicionalmente las áreas o las regiones más progresistas, si se quiere más de izquierda, mientras que las áreas más del centro del país son las áreas más conservadoras, rurales, que es donde Trump tiene la base más dura. En el "cinturón del óxido", Biden alcanzó a dar vuelta dos estados clave, en Wisconsin y Michigan, y después cuando se le dió la victoria se confirmó que también ganó en Pensilvania. Son tres estados que han sufrido en su industria un gran impacto por la globalización, por la deslocalización o relocalización de empresas. Esa base de trabajadores de cuello azul, sobre todo los trabajadores blancos, se considera que es una base bastante importante de Trump. Lo que más giró, por lo que se conoce ahora en las encuestas de boca de urna, es que Biden reconquistó bastante en esos estados el voto de los suburbios y de clases medias y más educadas que están, digamos, horrorizadas con Trump. Al ir un poco más al análisis de por qué fue tan apretada la victoria, creo que es importante recordar que si bien Trump es un racista, misógino xenófobo, etcétera, Biden tampoco ofreció una plataforma o un programa demasiado favorable para la clase trabajadora. De hecho ofreció muy poco de todas las propuestas de Sanders, su competidor en las internas demócratas, que había propuesto por ejemplo "universidad gratuita" y "salud universal y gratuita", etc. Biden no tomó nada de eso. Incluso ante uno de los movimientos más grandes de la historia contra el racismo, donde los que se movilizan contra el racismo y contra la brutalidad policial son predominantemente de extracción obrera, de clase trabajadora, Biden se distanció mucho el movimiento, respaldó a la Policía y se opuso al desfinanciamiento, que era una de las demandas mas moderadas del movimiento. Entonces, muchos de los que se movilizaron contra el racismo votaron en contra de Trump más que a favor de Biden. Tenemos un Gobierno de Biden que va a tener en contra a la Corte Suprema, que puede bloquear muchas medidas incluso aprobadas por el congreso o medidas ejecutivas que Biden proponga, entonces eso ya pone ciertos límites a la agenda política que pueda implementar. Esto es probable que los demócratas lo utilicen para presentar proyectos de ley en la cámara baja con un contenido más progresista, para hablarle a su base más de izquierda, pero que luego sean bloqueados en el Senado. Esto ya lo vimos muchas veces. Ahora, si esa inmovilidad en el Congreso se prolonga en el tiempo, que es lo más probable, vamos a empezar a ver cada vez más descontento y vamos a ver más movilización por demandas muy sentidas como son la demandas del acceso a salud, por sindicalización, por aumento del salario mínimo, etcétera. A medida que el Gobierno de Biden no pueda otorgar esas concesiones, se va a empezar a hacer una experiencia, y sobre todo con esta nueva camada de representantes más de izquierda dentro del Partido Demócrata, como Ocasio-Cortez o Ilhan Omar, que le hablan mucho a esa base y que reconocen que es la base que las llevó al Congreso. Desde Left Voice, nosotros esperamos que en el próximo periodo haya un incremento en la lucha de clases. La crisis económica no va a ir a ningún lado, la crisis por la pandemia tampoco, entonces en una situación donde no hay acceso a la salud pública, donde el salario mínimo está en 7 dólares -que está retrasado masivamente con respecto a lo que se incrementó la productividad y las ganancias de capital en los últimos 40 años-, y donde hay una persecución hacia la organización sindical brutal (...) hay una necesidad y un impulso muy grande por organizarse en los lugares de trabajo, por demandas de mejores condiciones de trabajo, mayor salario, derecho a sindicalización. Eso combinado con una clase obrera multirracial, y que está muy atravesada también por las cuestiones de brutalidad policial y opresión racial, entonces eso se constituye en un sector social que puede ser realmente explosivo y que, si se organiza y realmente sale a luchar, puede cambiar radicalmente la realidad política en Estados Unidos