A partir del triunfo electoral de Donald Trump, quien sostuvo durante su campaña un discurso proteccionista, las manufactureras instaron a que matice su posición sobre las plantas localizadas en otros países.
Jueves 17 de noviembre de 2016
Luego de la elección presidencial que coronó a Trump al frente de la Casa Blanca, el lobby de los grupos del capital globalizado comenzó a sentirse cada vez más fuerte. En ese sentido las manufactureras de Estados Unidos están pidiendo a Trump que adopte una posición matizada frente al intercambio con México y China, y que evite medidas como aranceles unilaterales.
Además de los grupos de presión corporativos, algunos presidentes ejecutivos y legisladores también dijeron que incluso esperan persuadir eventualmente a Trump para continuar con los acuerdos de libre comercio como el TTP o el TTIP, que por el momento estarían lejos de su implementación.
Tensionando las negociaciones, Trump ha dicho que retirará a Estados Unidos del TLCAN (acuerdo comercial con México y Canadá) a menos que se renegocie de una forma que lo satisfaga y que declarará a China un manipulador de su moneda para obligar a mejores términos en las negociaciones comerciales.
Desde las manufactureras se han puesto firmes con respecto a la renegociación del TLCAN, y recomendaron al equipo de Trump que “no dañen a las exportaciones de Estados Unidos.”
Al respecto Linda Dempsey, vicepresidenta de asuntos internacionales de la Asociación Nacional de Manufactureros dijo ayer: "Hay 2 millones de empleos en el sector manufacturero en este país que dependen de nuestra relación comercial con Canadá y México". Y agregó que: "Así que a medida que avanzamos, ciertamente no queremos poner esos empleos en peligro".
Otro peso pesado del sector industrial, Mark Fields, presidente ejecutivo de Ford Motor, dijo que la compañía seguiría adelante con sus planes de trasladar la producción de su vehículo compacto Focus a México, sosteniendo una posición que confronta con el discurso electoral de Trump.
"Hemos establecido nuestra estrategia corporativa basándonos en los acuerdos comerciales", dijo Fields a CNBC, agregando que un arancel de un 35 por ciento a las importaciones desde México dañaría a toda la industria automotriz estadounidense.
"Obviamente el Congreso y el presidente siempre pueden revisar todo, pero deben tener en mente que la producción y la cadena de suministros están profundamente integradas en los tres países y que esa integración también apoya a muchos empleos en Estados Unidos", agregó.
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