La madrugada del 26 de septiembre de 2014, en un claro ejemplo del carácter reaccionario del ejército y la policía, en pleno centro de la ciudad de Iguala, Guerrero, militares, policías federal y municipales, abrieron fuego contra un grupo de normalista de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos”, quienes se encontraban boteando para conseguir recursos y asistir a la movilización del 2 de Octubre en la CDMX.
Jueves 24 de septiembre de 2020
El saldo fueron 3 asesinados y 43 normalistas desaparecidos, de los cuales se desconoce aún el paradero de 41 de ellos. El resultado fue una de la crisis políticas más importantes para el Estado mexicano, miles de jóvenes, trabajadores y mujeres movilizadas por todo el país gritando bien fuerte : “¡Fue el Estado!”
A 6 años y con un gobierno distinto la realidad de la juventud no ha cambiado mucho, el feminicidio va a la alza, la militarización está legalizada y la Guardia Nacional tiene bases en todo las entidades federativas, sobre todo en las colonias más pobres de la ciudad más importantes.
La 4T se ha atrevido a decir que por el simple hecho de que ya no gobierna el PRI, Ayotzinapa “ya no es un crimen de Estado”, como si los militares, jefes policiacos, instituciones estatales no fuesen las mismas con distintas personas a cargo. Buscan robarle a nuestra generación la memoria de la lucha contra el régimen y el Estado.
Seguimos siendo quienes tenemos los peores empleos, quienes durante la pandemia fuimos despedidos pues no contamos con derechos laborales, quienes se les es negado el derecho a la educación pues no contamos con acceso a internet o computadora propia, como dió cuenta la UNAM, donde en una encuesta interna comprobó que 136 mil de sus alumnos carecen de este servicio o que sufrimos los recortes presupuestales, como el del 95% del presupuesto a las normales rurales.
Pero sobre todo, la impunidad para los asesinos de ayer y hoy sigue siendo la constante, tras 6 años no hay ni un imputado, no hay ni un solo culpable y todos los actores políticos a los 3 niveles de gobiernos siguen en libertad, lo que demuestra el carácter antipopular del sistema de justicia mexicano.
Es por esto, que en medio de la pandemia y de la crisis económica mundial más importante de los últimos 90 años, es que los y las jóvenes tenemos que llenar la calles, por al aparición con vida de nuestros 43 compañeros, por la defensa de la educación pública y gratuita, por el alto al feminicidio y por acabar con el trabajo precario.
Marcha con la Agrupación Juvenil Anticapitalista, y pongamos en pie una enorme juventud que luche por acabar con este sistema que no tiene puede ofrecernos más que miseria y explotación, la cita este este sábado 26 de septiembre a las 4pm en el Ángel de la Independencia con dirección al Zócalo