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Red Internacional
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Marchá con Pan y Rosas. Este 8M nos ponemos de pie contra el ajuste y la estafa de Milei y sus cómplices

El gobierno de Milei está atravesando la crisis más importante desde que asumió. Necesitamos una multitudinaria movilización el Día Internacional de las Mujeres, que no le permita zafar al gobierno estafador que quedó al desnudo. Te invitamos a marchar con Myriam Bregman y Pan y Rosas en CABA y todo el país para darle fuerza a la resistencia que está en curso y alentar la lucha en las calles, que es el único idioma que conocen los fachos, los empresarios, las Iglesias y todos los gobiernos.

Viernes 28 de febrero 18:54

Foto: Martin Cossarini

Foto: Martin Cossarini

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La estafa de la cripto $LIBRA, le abrió al gobierno la crisis más importante en lo que va de su mandato, mientras la bronca por abajo crece. Mientras tanto, miles de activistas nos reunimos en asambleas en el Parque Lezama y en todo el paìs, para preparar las manifestaciones del 8M. En Buenos Aires, no solo estuvimos los feminismos y la diversidad sexual; también participaron trabajadoras y trabajadores en lucha contra los despidos del hospital Laura Bonaparte y el hospital Posadas, de los sitios de memoria, de la multinacional Shell y nuestras queridas jubiladas que, cada miércoles, resisten la represión descomunal de Patricia Bullrich en la ronda del Congreso. Algo similar se repitió en las asambleas de todo el país.

Este 8M, tenemos que hacer que cada una de nuestras batallas resuene en todos los territorios, exigiendo a las centrales sindicales que rompan la tregua y convoquen a un paro nacional y un plan de lucha, desarrollando la más amplia coordinación de todos los sectores que hoy estamos peleando y que incluya todos nuestros reclamos.

Milei acaba de darse un tiro en el pie, con lo de la criptoestafa. Porque después de atacar a las universidades, a las mujeres, a la diversidad sexual, a las trabajadoras y trabajadores de la Salud, la Educación, a las jubiladas y jubilados, a las personas con discapacidades, a los brigadistas que combaten los incendios, a los comedores populares y a todos los que reclaman por sus derechos, ahora atentó contra su propia credibilidad y perdió la confianza de grandes sectores de la población que hasta ayer creían en él. Por "mérito propio", el gobierno se desenmascaró como lo que es verdaderamente. Lo que quedó más claro es que aquello de que venía a ajustar a "la casta" es la estafa más grande de este gobierno. Con los métodos y el apoyo de la casta, en solo un año de gobierno, descargó un brutal ajuste y ataques antidemocráticos contra la mayoría del pueblo trabajador, donde las mujeres recibimos los golpes más duros.

Sin embargo, en plena crisis, impone un juez en la Corte Suprema por decreto, amaga con privatizar el Banco Nación y otras empresas estatales, le quita los derechos de autor al sector de las artes y la cultura y sigue prepoteando en las redes sociales contra quienes lo denuncian o lo cuestionan. ¿Por qué puede seguir mostrándose más fuerte de lo que es?

En primer lugar, porque aunque parezca lo contrario, Milei no gobierna solo. Ya vimos el año pasado, no solo el apoyo incondicional del PRO de Mauricio Macri, sino también a los radicales "con peluca", que le salvaron las papas ante cada ley reaccionaria que solicitaba que fuera aprobada en el Congreso. En diciembre, estalló el escándalo Kueider, cuando al senador que había hecho la diferencia para aprobar la Ley Bases, se lo encontró cruzando la frontera a Paraguay con bolsos de dólares no declarados. ¿Casualidad? No lo creemos, el viejo método de la casta de conseguir votos mediante la corrupción también es utilizado por el gobierno de La Libertad Avanza.

Y más recientemente, en el Senado, no solo no aprobaron ni siquiera la creación de una comisión investigadora del criptoescándalo, sino que además le votaron por unanimidad el paquete ultrarreaccionario de las leyes represivas que quiere Patricia Bullrich, además de aprobar su reforma electoral con la que el gobierno pretende conseguir más diputados y senadores, para fortalecer sus exiguas bancadas de minoría. Demás está aclarar que los votos de Unión por la Patria fueron decisivos para darle al gobierno, en medio de su mayor crisis, los triunfos políticos que tanto necesita para tapar su debacle y atravesar el temporal.

Este respiro no significa, sin embargo, que la crisis se haya superado. Pero no podemos esperar que sea la oposición "con peluca", ni el peronismo en el Congreso quienes derroten a este gobierno, con medidas parlamentarias o judiciales. ¡Lo único decisivo es nuestra acción!

Este gobierno y todo el plan de la patronal y el FMI no van más. Peleamos para que todo el pueblo trabajador, con las mujeres a la cabeza, intervenga en esta situación, con independencia de las distintas variantes políticas opositoras que hoy le hacen el aguante al gobierno. Tenemos que desatar una gran lucha que aproveche la debilidad de Milei para ir por nuestras propias reivindicaciones, terminar con este gobierno de coimeros y estafadores, derrotar el ajuste patronal y cambiar el rumbo del país.

Hay que derrotar a la derecha y también superar a quienes, en medio de esta crisis le dan una tregua al gobierno hambreador y represor, mientras se lanzan a campañas electorales adelantadas. Ya nos volverán a decir que son "el menos peor", repitiendo como en loop, lo que fracasó y nos trajo hasta acá, para que Milei nos cortara en pedazos con su motosierra. No hay salida favorable para las mujeres, la diversidad sexual y todo el pueblo trabajador si no imponemos un cambio de rumbo radical al que imponen los gobiernos capitalistas y las grandes patronales, con un gobierno de la clase trabajadora.

Para luchar por esa perspectiva es necesario empezar por construir hoy una fuerza política de la resistencia que ya está en las calles, contra todas las otras fuerzas políticas que defienden este régimen al servicio de las grandes patronales y directamente colaboran con el gobierno de Milei o, como mínimo, se niegan a derrotarlo.

Los feminismos, la diversidad sexual no somos minorías. ¡Somos parte de la mayoritaria clase trabajadora! ¡Su parte más explotada, precarizada y oprimida! Supimos gritar "Ni una menos", convertirnos en marea verde para conquistar nuestro derecho al aborto. Supimos decirle "Basta" a los discursos de odio convertidos en ideología de Estado, el pasado 1F. Somos quienes estamos al frente, con enorme coraje y enfrentando la represión, en cada reclamo por vivienda, trabajo, contra los despidos y el hambre, en la defensa del ambiente y contra la criminalización de la protesta, por la Salud, la Educación y el derecho a una vida que merezca ser vivida.

Que la resistencia cobre más fuerza es una gran tarea que asumimos en nuestros hombros y el 8M tenemos la oportunidad de mostrarlo en las calles de todo el país. Sumáte a las columnas del feminismo socialista que marcharán en todo el país, para fortalecer esta perspectiva: la de quienes no pedimos, ¡exigimos! nuestro derecho al Pan y también a las Rosas.