A 54 años de las revueltas Stonewall, a las personas sexualmente diversas de todo el mundo aún nos faltan derechos por conquistar. En Costa Rica, levantemos un bloque independiente que aglutine los derechos y discusiones que necesitamos impulsar.
Miércoles 7 de junio de 2023
Fotografía: Albert Marín (2017)
Tras una vida de hostigamiento policial hacia la comunidad LGBTI; en 1969 lesbianas, transexuales, gays y bisexuales comenzaron una revuelta en el bar LGBTI “Stonewall Inn” luego de que la policía de Nueva York intentara hacer una redada diversofóbica en ese lugar. Aquel hito dio inicio a la “Liberación Gay” y al orgullo que servirían para que la comunidad pudiera conquistar todos los espacios y derechos que hoy ostentamos.
Hoy, en Costa Rica, seguimos siendo oprimides por el hecho de ser sexualmente diverses mientras que seguimos atravesando el ajuste económico y un retroceso de los derechos laborales como el resto de trabajadores y trabajadoras. Hay que señalar que el gobierno de Rodrigo Chaves es enemigo público de la comunidad LGBTI, que además tiene un carácter ajustador y precarizador, el cual pretende atacar nuestras condiciones de vida al impulsar políticas como las jornadas de 12 horas; en concordancia, la derecha religiosa intenta avanzar cada vez más en los ataques a los derechos que nuestra comunidad ya ha conquistado.
Además, nos presentamos con el problema de que a la marcha también tenemos que defenderla de las empresas que buscan vaciar de contenido político para limitar la discusión y solo lavarse la cara de explotadores y vestirse de inclusivos.
Desde Organización Socialista Revolucionaria (OSR) y activistas independientes proponemos impulsar un bloque independiente en la Marcha del Orgullo que nos permita pelear por los derechos que aún nos faltan conquistar, acá algunas propuestas que consideramos de suma importancia que la comunidad LGBTI logre conquistar:
Separación de las iglesias y el Estado
Está claro que es un atraso que Costa Rica sea un Estado confesional y que le pague a la Iglesia Católica, pero proponemos superar la discusión del Estado laico puesto que en países donde los Estados se reivindican laicos, las iglesias siguen teniendo una injerencia bastante grande en las políticas nacionales respondiendo únicamente a sus propios intereses; por lo que exigimos que las iglesias no puedan tener injerencia alguna en el Estado y que por ejemplo, no puedan formar partidos y que paguen impuestos.
Contra las Terapias de Conversión
Desde hace varios meses, se ha estado discutiendo la prohibición de las terapias de conversión en la Asamblea Legislativa, y la derecha religiosa se ha abanderado de la defensa de la misma. Esta forma de tortura es un claro ataque a la comunidad LGBT por parte de la derecha religiosa que pretende defender que la diversidad sexual “se puede curar”. Esto es totalmente barbárico y para defendernos de este y más ataques a la comunidad, tenemos que unir fuerzas.
A la derecha le es funcional la división de la clase trabajadora, y la derecha religiosa no es la excepción. A la derecha religiosa le son funcionales las terapias de conversión en tanto que las mismas funcionan como herramientas para que, en el plano de la conciencia de las comunidades marginalizadas, se vea a la comunidad LGBT como los causantes del deterioro social en vez de los mismos partidos patronales que pretenden explotar y precarizar cada vez más su calidad de vida.
Cupo laboral trans
El acceso al trabajo que ha tenido la comunidad de transexuales ha sido escandalosamente bajo a lo largo de la historia, por lo que la discriminación les arroja a la informalidad que les vulnera aún más al quedar sin derechos laborales mínimos en muchos de los casos.
La pandemia solo vino a profundizar esta crisis de empleo en esta comunidad, por lo que si queremos atender esta problemática tan urgente, debemos exigir que las empresas se vean obligadas por ley a destinar un cierto porcentaje de su planilla a trabajadores y trabajadoras transexuales para poder combatir la discriminación que sencillamente las empresas que se visten con la bandera del orgullo, no están dispuestas a combatir.
Unidad de la clase trabajadora
Para poder recuperar la fuerza de nuestra comunidad, es necesario extender lazos de solidaridad con otras luchas como las de obreros, trabajadores del campo, migrantes, refugiados, entre otros.
Apoyemos a los trabajadores rurales de la comunidad La Perla en Siquirres, quienes tuvieron problemas de salud luego de ser expuestos al químico Movento, y que ahora siguen exigiendo justicia con valentía incluso luego de ser despedidos injustamente.
Solidaricémonos con las personas migrantes y refugiadas que llegan al país para poder buscar una nueva vida fuera de sus países, son despojadas de derechos mínimos laborales como el caso de las tiendas SYR que contrataba personas con estatus migratorio irregular para poder imponerles las condiciones laborales brutalmente precarias.
También recordamos a la comunidad sexualmente diversa de nicaragüenses en Costa Rica que por no poder luchar contra la brutal precarización, represión y persecución en su país de origen, se ven obligades a manifestarse en Costa Rica, por lo que también marchemos por sus reivindicaciones.
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