El club obrero del PTS en Monte Grande se tiñó de pañuelos verdes y violetas en una asamblea abierta de Pan y Rosas, donde las mujeres debatimos cómo nos preparamos rumbo al #8A.
Lunes 6 de agosto de 2018
La tarde del 4 de agosto el club obrero del PTS en Esteban Echeverría se colmó de mujeres, en una asamblea abierta donde se debatió sobre la cita de honor que tendremos este 8 de agosto en las calles para que el derecho al aborto legal, seguro y gratuito sea ley. Participaron María Chaves, compañera fundadora de la agrupación Pan y Rosas, estudiantes, docentes, trabajadoras aeronáuticas, profesionales de la salud, jóvenes trabajadoras precarizadas y amas de casa.
Al iniciar la asamblea rendimos homenaje a los compañeros Sandra y Rubén, quienes perdieron su vida tras una explosión en la escuela n°49 de Moreno, producto de las condiciones precarias y la casi nula inversión que se realiza en la educación pública por parte del Estado.
Intercambiamos sobre la actual situación política, el ajuste de la mano del FMI, los tarifazos, los despidos como están sufriendo compañeros trabajadores de la Coca-Cola o Siam en la zona sur, y en este contexto, cuál es la situación de la lucha de las mujeres por conquistar nuestros derechos, y cómo organizarnos.
Varias compañeras expresaron lo difícil que ven que salga la ley el 8 por todas las presiones que se están ejerciendo desde la Iglesia, sectores reaccionarios y las maniobras políticas de todo tipo. Municipios y hasta provincias se declararon Pro Vida, como es el caso de Tucumán.
Jimena Morales, docente de la Agrupación Marrón, comentó que las dirigencias sindicales también están jugando en contra de nuestros derechos. En el gremio de docentes, donde más del 80% de los trabajadores son mujeres, no se promovieron asambleas para debatir cómo estar presentes este 8 junto a las y los estudiantes con un gran paro.
La lucha por el derecho al aborto data de varios años ya; la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto surgió en el 2005, y durante los doce años de gobiernos kirchneristas se presentó tres veces el proyecto de ley en el Congreso para ser tratado. Cristina Kirchner estaba en contra, y declaró ser “peronista y no abortista” y entonces el proyecto ni siquiera se debatió, cuando el kirchnerismo tenía la mayoría en ambas cámaras. El macrismo habilitó el debate este año no porque esté preocupado por los derechos de las mujeres o porque le importe que no se mueran más por abortos clandestinos, sino porque su gobierno está en una difícil situación política y económica, además de sus especulaciones electorales y lo tan sentido que es este tema para el movimiento de mujeres que no para de crecer.
Ayelén Córdoba, trabajadora tercerizada de Aerolíneas Argentinas, contó la experiencia de sus compañeras y la creación de la Comisión de Mujeres Aeronáuticas al calor de la lucha por el Ni Una Menos allá por el 2015. Hoy siguen peleando y se sumaron a la campaña por el derecho al aborto, para que se respete el derecho a decidir si se quiere ser madre y cuándo serlo. También comentó lo que significa la hipocresía de las grandes patronales que no nos permiten tener una maternidad plena: hubo trabajadoras que sufrieron abortos espontáneos en sus puestos por las condiciones extenuantes de trabajo y otras fueron despedidas cuando quedaron embarazadas. Por otro lado, el sindicato de APA de trabajadores efectivos, se declara a favor de la ley pero no hace cese de actividades ni garantiza micros para que todas las aeronáuticas puedan participar de la jornada del 8A.
Mariela, que es pediatra, relató que en los hospitales también se puede ver esa doble moral de médicos que se pronuncian en contra del aborto pero por otro lado tienen grandes negociados con los abortos clandestinos.
Agustina y Mile, jóvenes secundarias, contaron que en los colegios de la zona se debate constantemente, que cientos de jóvenes están saliendo a la vida política organizándose para que este 8A el aborto sea ley, haciendo pañuelazos en sus cursos, debatiendo en clase, participando de las movilizaciones. La juventud ve la necesidad de la separación de la Iglesia del Estado, y de esto también se habla en las escuelas.
Karen, una joven ama de casa, decía: “quiero llegar más a la gente, al barrio a la familia, conocidos y amigos, ahora tengo más respuestas a preguntas que siempre me hacen y con muchas más ganas de estar el 8A y seguir luchando, conquistar las calles y gritar bien fuerte que nos escuchen ¡aborto legal, seguro, libre y gratuito!”.
Romina, joven trabajadora, expresó: “hay una realidad y es que los sectores opositores están haciendo mucha fuerza para que no salga la ley, y también la Iglesia está metiendo mucha presión, haciendo por ejemplo la movilización que hicieron hoy (en referencia a los sectores evangélicos) que si bien no llega a ser la cantidad de gente que somos nosotras claramente, marcan también su perspectiva y su visión sobre el aborto. Me parece que ese fue uno de los temas más importantes, y por eso tenemos que exigir ser más, poder ir todas, buscar la manera de ser parte, de tomarnos ese tiempito, ser parte de algo q es histórico”.
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Tamara, trabajadora tercerizada del aeropuerto, comentaba: “debemos ser miles el 8A para que se vea y se escuche la voz de las mujeres y así lograr la otra media sanción, ya que es nuestro derecho, queremos decidir sobre nuestro cuerpo”.
Después de un interesante y acalorado debate, la asamblea iba llegando a su fin. Con entusiasmo todas las presentes acordaban en la necesidad de redoblar las fuerzas, de que este 8A en las calles se tenía que expresar nuevamente nuestra pelea como lo hicimos ya el 13J, hay que teñir las calles de verde.
Nosotras no decimos “ya ganamos”, nosotras no nos conformamos, nosotras queremos conquistar nuestros derechos. El aborto tiene que ser ley. Este movimiento de mujeres que sale a las calles y muestra su convicción da para mucho más; organizadas podemos estar a la cabeza de enfrentar los planes de ajuste del gobierno que de conjunto ataca al pueblo trabajador, porque para las mujeres el ajuste es mayor aun. Por eso sabemos muy bien que este 8A un puñado de senadores no pueden decidir sobre miles y miles de mujeres; tripliquemos nuestras fuerzas, seamos más, los derechos se conquistan con lucha y eso está demostrando este movimiento que está haciendo historia.
Este 8A el derecho al aborto se vota en el Senado, pero se conquista en las calles.
Mirá videos de la asamblea clickeando acá.
