Lunes 7 de septiembre de 2020 19:37
Desde el 1 de septiembre los estudiantes de Seminario de Integración Metodológica se comunicaron con las autoridades del Departamento de Trabajo Social debido a las trabas en cursado de la materia de carácter promocional.
Durante el año tuvieron tres instancias de evaluación como indica la Resolución N° 78-156-2020, pero a éstas instancias la cátedra mencionada le agregó una instancia evaluativa más, que fue considerada abusiva por parte de los estudiantes, como muchas otras restricciones en el cursado que ya habían sido denunciadas históricamente en esta cátedra.
En esas instancias anteriores se habían evaluado todos los contenidos vistos en el cuatrimestre, además se exige el 100% de los trabajos prácticos cuando por resolución y excepción por el Aislamiento Obligatorio a causa del Covid-19, el porcentaje obligatorio es del 50%, por el conocido problema de conectividad que viene dejando afuera del cursado a miles de estudiantes universitarios.
Las autoridades de la Facultad no respondieron hasta el día de hoy el pedido presentado por más de 150 estudiantes que están cursando la materia. Muchos de ellos alegan no poder recibirse por las restricciones impuestas por la cátedra, por ejemplo: el no poder presentarse a mesas de exámenes final si se obtiene la regularidad o la persecución ideológica al punto de desaprobar por no coincidir con la postura ideológica de la cátedra. Desde el Departamento no se había dado curso real del reclamo hasta el día de hoy, día del examen.
Que todxs podamos decidir cómo seguir
Siempre hemos sido docentes y estudiantes lxs que hemos defendido y luchado por la educación pública, pero las autoridades de la Facultad vienen tomando decisiones de manera unilateral sobre las condiciones de cursado, sin consultar con estudiantes ni docentes, lo cual también genera problemas entre los mismos. Eso lo demuestra el anuncio de las últimas mesas de exámenes, de las cuales los docentes se enteraron a través de Whatsapp por los propios estudiantes. Estas condiciones impuestas no hacen más que precarizar a los docentes y expulsar estudiantes.
La autoridades avanzan en una virtualización de las clases presenciales de manera forzada y sin ningún tipo de planificación previa, queriendo sentar (sobre la base del trabajo precario) las condiciones para avanzar hacia una modalidad donde el docente expone y al estudiante le corresponde un rol pasivo, donde su función es ser un simple receptor de conocimiento. Porque en nombre de la emergencia, se propone una idea lineal del proceso educativo, donde desaparece el ida y vuelta. Los docentes trabajan muchas horas extras sin que eso se vea reflejado en su salario, como también la situación de muchos auxiliares de cátedras o ayudantes estudiantiles que no están cobrando su salario desde que comenzó la cuarentena.
El Centro de Estudiantes, conducido por La Bolívar (agrupación ligada la actual gestión), no convocó a asamblea general de estudiantes en todo el año, tampoco llama asambleas en las carreras donde hay problemas, a pesar de tener delegados/as.
Muchísimos son los reclamos de estudiantes que se están quedando afuera del cursado; la deserción ya fue denunciada por docentes y estudiantes que se vienen organizando aparte ya que no encuentran espacios dentro de la facultad, y ni las autoridades, ni el centro, los convoca a debatir y decidir.
Por la democratización de la Facultad
En la universidad, los estudiantes solo tienen 1 voto en los departamentos y solo 3 en el Consejo Directivo, cuando somos la mayoría en la universidad. Una vez más se evidencia que el actual sistema de co-gobierno únicamente favorece los intereses creados por las camarillas que se disputan tanto el decanato como las jefaturas de los departamentos.
Frente a esto, contraponemos la necesidad de crear espacios abiertos donde docentes, auxiliares y estudiantes podamos debatir sobre cómo continuar con el cursado de este cuatrimestre y el del año que viene, si se sostiene el aislamiento y las clases presenciales suspendidas.
Es necesario que el Centro convoque a asamblea general de docentes y estudiantes para decidir cómo seguir, para pelear por el aumento presupuestario para Educación, que creemos debe ser en base al no pago de la deuda externa y a un impuesto a las grandes fortunas y que el Gobierno deje de subsidiar a las fuerzas de seguridad que son responsables de más de 92 muertes y desapariciones durante la cuarentena, por salarios para todos nuestros docentes y por la democratización de los órganos de gobierno de la universidad.
Para acabar con estos mecanismos, consideramos necesario cuestionar los estatutos de las universidades que defienden órganos que relegan a las mayorías estudiantiles, a una minoría subordinada. Se vuelve imperioso democratizar la Universidad, construir un co-gobierno con mayoría estudiantil (la inmensa mayoría de quienes habitamos la Facultad), así como cátedras paralelas y libertad de pensamiento para superar la falsa "pluralidad ideológica actual".