San Luis. Estudiantes terciarias porteñas: “Ir al Encuentro fue un antes y un después”

Después de dos años de pandemia, nos volvimos a reencontrar en el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Las estudiantes terciarias nos fuimos preparando desde comienzos del cuatrimestre. Llenamos los profesorados de muestras de fotos contando las peleas de encuentros pasados, recaudamos plata para que ninguna compañera se quede afuera de la experiencia haciendo rifas, ferias del plato, bares culturales y festivales y desde las cursadas creamos un encuentro de la Cátedra Itinerante Lev Vigotsky para pensar el rol docente desde una perspectiva feminista socialista.

Fuimos junto a compañeras independientes, laburantes precarias de distintos lugares, madres, con mucho esfuerzo, pero convencidas que íbamos a ser parte de una gran pelea política.

En este encuentro festejábamos que después de años de lucha, pasaba a tener un carácter Plurinacional. Pero solo a días, Aníbal Fernández junto con el Gobierno nacional desató una brutal represión a mujeres y niñas del pueblo Mapuche en Villa Mascardi. Desde Pan y Rosas junto a cientas de mujeres llevamos la pelea por la inmediata libertad de las detenidas, contra todas las agrupaciones kirchneristas y peronistas que no hicieron más que silencio frente a la represión de su propio gobierno. Levantan la bandera de los derechos humanos, pero gasearon y tiraron balas de goma contra niñes, mujeres y madres embarazadas.

Una vez más, con Pan y Rosas fuimos miles de compañeras organizadas de todo el país. Fuimos con estudiantes secundarias, que vienen de tomar sus colegios porque “con hambre no se puede estudiar”, docentes que movilizan a lo largo del país pensando en las niñeces y sus condiciones de vida, compañeras de las tomas de tierras que salieron a luchar por un techo para sus familias, laburantes precarias e informales que dicen no al ajuste en curso, compañeras de fábricas recuperadas bajo gestión obrera. Todas juntas en la perspectiva de dar la pelea contra el ajuste del gobierno de los Fernández y Massa y para que el movimiento de mujeres y disidencias vuelva a tomar las calles por todas nuestras demandas, como ya lo hicimos cuando conquistamos el derecho al aborto.

Rocío, estudiante del Normal 1, viajó por primera vez con Pan y Rosas y expresó: “Pan y Rosas siempre llevaba algo concreto a todos los talleres. Denunciamos que el ajuste y la crisis que estamos viviendo tienen nombre y apellido y son los gobiernos, tanto el de la Ciudad, como el Nacional” y agrega: “Invitamos a marchar a una columna independiente para denunciar al gobierno. Me quedé con ganas de seguir organizándome acá también, fue mucha emoción junta”.

Fue un encuentro con más de cien talleres con diferentes temáticas. En todos se hizo escuchar la voz de las mujeres que venimos enfrentando la crisis en primera línea. La comisión organizadora junto a las organizaciones que están con el Frente de Todos solo mostraba resignación y proponían que la salida era votar a Cristina en el 2023. Por eso respondimos a estos planteos firmemente, porque hace 3 años que están gobernando y nos dejaron en la situación de crisis que estamos viviendo, reprimiendo mujeres, encarcelándolas. Nosotras no estamos de ese lado, estamos del lado de las mujeres mapuches, de las trabajadoras precarias y de las fábricas recuperadas. Seguimos también el ejemplo de los trabajadores del SUTNA que dieron una gran pelea en unidad, por mejoras salariales. Nosotras no vamos ni a la esquina con las mujeres que están defendiendo al Gobierno, porque por más caras de mujeres que pongan en los ministerios, el plan de ajuste sigue siendo el mismo. Porque el género nos une, pero la clase nos divide.

Este fin de semana, nos enteramos de la renuncia de la ministra Gómez Alcorta luego de haber acompañado la política del Frente de Todos que reprimió y no garantizó las mínimas condiciones a mujeres en situaciones de calle, desempleo y de violencia de género. Una política que es moneda corriente del Gobierno nacional, solo basta recordar la represión a las familias de Guernica que peleaban por un techo donde vivir.

Luciana estudiante del Normal 1 nos comentaba cuando se confirmó la renuncia: “Desde la secretaría general del centro de estudiantes del normal presentamos a la conducción un pronunciamiento contra la represión de las mujeres mapuches. Subieron un comunicado que no denuncia a los responsables políticos. No es casualidad sabiendo que quienes conducen el centro de estudiantes desde la agrupación Soberana son parte del mismo espacio de Gómez Alcorta, ex ministra de mujeres, géneros y disidencias”.

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Por otro lado, llamaba notablemente la atención que en talleres como “mujeres trabajadoras de la economía popular”, pasaron a llamarse “economía social y solidaria”, mostrando que en muchos de ellos se intentó borrar la palabra trabajadoras del encuentro, silenciando la voz de aquellas que hoy trabajan bajo la precarización y de aquellas compañeras que engrosan las filas de desempleadas. O que, en talleres como “deuda externa”, los encontrabas alejados siendo los más dificultosos para llegar.

Camila, estudiante del Normal 1, nos comentó después de asistir al taller de “acompañamiento a infancias y adolescencias”: “No sé mencionaron a los responsables de lo que las infancias están atravesando ahora. Los estudiantes secundarios, de escuelas especiales y todo el recorte a las áreas indispensables para el cuidado y acompañamiento de ellos, como el área de salud, educación y un salario justo para las familias”.

En su intervención, la estudiante Susana del profesorado Alicia Moreau de Justo planteó: “Hay que poner sobre la mesa la realidad de las infancias y adolescencias”, remarcó que, “el ajuste no es solo del gobierno de la Ciudad, sino también del Gobierno nacional”. Mostrando quiénes son los responsables políticos de esto.

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Nahir, es madre sostén de hogar, estudiante del profesorado Alicia Moreau de Justo y trabajadora de casas particulares, fue su primer encuentro y comentó: “Ahora mi idea es meterme a full, organizarme porque me gustó socializar con tantas mujeres y ver las realidades de muchos lugares, escuchar la realidad de las fábricas recuperadas, de las mujeres que toman tierras para poder vivir, escuchar las preocupaciones y las distintas circunstancias. Porque lo que hacen te abre la cabeza y te hace ver que todas tenemos derecho a estudiar, trabajar, tener una vivienda, a vivir bien, y luchar para que el día de mañana nuestras hijas tengan un mejor futuro”.

Como dijo en el encuentro nuestra compañera Myriam Bregman, “nosotras nos organizamos todos los días para construir una juventud con otros valores, los de solidaridad que no creen que, como dicen Milei o Espert, hay que pisarle la cabeza al de al lado para avanzar en la vida”.

Por eso, desde Pan y Rosas y el PTS en el Frente de Izquierda Unidad, venimos organizando en todo el país asambleas abiertas para seguir organizándonos y fortalecer a la izquierda, para enfrentar el ajuste y poner en pie un gran partido de la clase trabajadora. Por esto, el 12 de noviembre queremos ir a compartir todas las peleas que dimos en el Encuentro a cientos de trabajadores/as y estudiantes, para seguir construyendo estos espacios en conjunto.

Nosotras estamos convencidas de que la salida es colectiva, desde abajo, es con la unidad obrero/estudiantil. Las mujeres que estuvimos hoy acá vimos que la fuerza está en la perspectiva de transformar esta sociedad de raíz y terminar con el capitalismo, para conformar un gobierno de los trabajadores y trabajadoras.

¡Vamos por eso!

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