Javier Madanes Quintanilla, uno de los hombres más ricos de la argentina, recurrió a negocios millonarios offshore para comprar propiedades en EE.UU y organizar su herencia, según documentos de Pandora Papers.
Lunes 10 de enero de 2022 22:02
Al empresario Javier Madanes Quintanilla, número 18 en el ranking de los más ricos de la Argentina que publicó la revista Forbes en el 2021, no le bastó con su riqueza valuada en US$590 millones para garantizarle a sus hijos un futuro de abundancia.
El dueño de las fabricantes de aluminio (Aluar) y de neumáticos (Fate), aprovechó los beneficios impositivos de las estructuras offshore para invertir en propiedades en los Estados Unidos y organizar su eventual herencia, según los documentos de Pandora Papers, obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y analizados por elDiarioAR.
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Para multiplicar su fortuna y herencia, Madanes Quintanilla apeló a una serie de estrategias: evasión de impuestos, fuga de divisas y negocios offshore.
Los ricos son argentinos, las riquezas se multiplican offshore
Según el registro más antiguo de Pandora Papers, en junio de 2014 la sociedad DQ Assets Limited radicada en Islas Vírgenes Británicas, aparece a nombre del empresario; junto con otra sociedad offshore con la cual comparte el directorio: Angerona Group Administration Limited.
También figura en documentos y correos electrónicos de OMC Group (otro proveedor de estructuras offshore), y como el beneficiario final de una segunda compañía de Islas Vírgenes Británicas: MQ One Limited, según un formulario de inscripción de marzo de 2016, completado por su agente con sede en Montevideo. De acuerdo con un intercambio de e-mails entre ejecutivos de las áreas de complience y servicio al cliente de abril de 2018, MQ One Limited iba a ser propietaria de un inmueble en los Estados Unidos.
En octubre de 2016, Madanes Quintanilla instruyó que se creara un fideicomiso o trust en Nueva Zelanda: MQ Irrevocable Trust, con el objetivo de administrar su herencia, mediante la cesión de sus bienes al trust. Los eventuales beneficiarios serán sus hijos y descendientes. Los trusts permiten ordenar la sucesión de la persona y ahorrar el pago de impuestos al patrimonio; según explicó el abogado Martín Litwak a elDiarioAR.
Según los documentos de Pandora Papers analizados por el equipo argentino que integra elDiarioAR, las sociedades radicadas en islas offshore -paraísos fiscales-, suelen ser utilizadas por argentinos para invertir en propiedades o tener cuentas bancarias en los Estados Unidos. En el caso deMadanes Quintanilla, la radicación de un inmueble o cuenta a nombre de una sociedad offshore (procedimiento legal en los Estados Unidos), fue la forma de evitar el impuesto a la herencia; que para los no residentes en EE.UU puede alcanzar hasta el 40% del valor de los bienes heredados, según el tributarista César Litvin dijo a elDiarioAR.
Estas maniobras no son novedad. En 2013 el diario La Nación reveló una serie de fideicomisos y sociedades offshore que el grupo tenía en las Islas Cook, Bahamas, Islas Vírgenes y Panamá, todas conectadas a cuentas en Suiza. Durante el gobierno macrista, Javier Madanes Quintanilla y Miguel Madanes “blanquearon” $ 1.279 millones, es decir, divisas no declaradas.
Los pilares de la fortuna de Madanes Quintanilla
Los orígenes de su fortuna son claros. Como hijo único de Dolores Madanes Quintanilla, heredó a la fábrica de neumáticos Fate, fundada en los años ’40.
En 1982 -aún bajo la dictadura militar argentina-, Domingo Cavallo estatizaría la deuda privada de Fate y otras grandes empresas: 223 millones de dólares que sigue -seguimos- pagando.
En 1971, el dictador Alejandro Lanusse le adjudicó el monopolio del aluminio a través de Aluar, única empresa de producción primaria de aluminio del país.
Según la revista Mercado, el grupo Madanes Quintanilla -propietario de las empresas Aluar, Fate, la transportadora de electricidad Transpa, la hidroeléctrica Futaleufú y la firma de ingeniería Infa-, facturó 80.768 millones de pesos durante el año 2020. Solo la empresa Aluar facturó US$918 millones, según su balance al 30 de junio de 2020.
Los millones facturados también tienen un origen negado: miles de trabajadores las hacen funcionar día a día, a costa del sudor, el cansancio, tendinitis, hernia de disco, lumbalgia, quebraduras, precarización y en muchas ocaciones, la mísmisima vida: 10 tercerizados de Aluar fueron sepultados por el silo que construían en junio de 2007. La mayoría eran bolivianos, los migrantes son trabajadores de segunda y baratos para las empresas argentinas.
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Frente a la mínima posibilidad de una crisis, Madanes Quintanilla priorizó su riqueza: en 2019 presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis, para intentar despedir a 437 trabajadores. Ya en pandemia, en Fate se multiplicaron las denuncias por incumplimiento de los protocolos por parte de la empresa; se avanzó con despidos en la empresa tercerizada de limpieza "Lim-pia" de Fate.
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Veamos algunos datos más recientes que revelan el accionar político del empresario. En las elecciones de 2017, aportó el máximo 3 millones de pesos a la campaña de Cambiemos.
La facturación del grupo Madanes Quintanilla para el año 2020, equivale a más del doble del presupuesto en vivienda de ese año. Una buena parte de esos recursos, en cambio, se terminan convirtiendo en una fuente de especulación y negocios financieros para la familia Madanes.
Y es esa riqueza -macerada desde una cuna de oro y herencias que se agrandan generación tras generación-, la que permite manipular las riendas de nuestro país: con estos millonarios destructores del empleo se sienta hoy a planificar el futuro de la Argentina nuestro Presidente de la Nación.
Madanes Quintanilla acompañó a Alberto Fernandez en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI): un acuerdo que se traduce en ajuste presupuestario, bajos salarios y jubilaciones, reforma laboral y trabajo precario para las grandes mayorías.
No hay futuro de la mano de quienes se enriquecen a costa del despojo, jornadas laborales extenuantes y manobras fraudulentas. Solo los trabajadores y desocupados organizados y en las calles pueden torcer el destino que buscan imponer.