Continúa la ocupación de la planta de Textil Neuquén por las 36 obreras que defienden sus puestos de trabajo. Quiénes son y cómo se manejan los hermanos Huerta, dueños de la empresa y estafadores de profesión.
Lunes 6 de febrero de 2017 00:14
El pasado 31 de enero, la patronal de “Neuquén Textil S.R.L.”, junto a sus colaboradores y testaferros más cercanos, coordinó la nefasta tarea de vaciar la única empresa del rubro de la provincia de Neuquén. De un plumazo, y luego de haber negado a la Subsecretaría de Trabajo sus intenciones (en diciembre), dejaba en la calle a 36 obreras, madres de familia, sostén de hogar. Las valientes “leonas” no dudaron en protagonizar una dura lucha por defender su única fuente de ingresos, ocupando la planta en resguardo de los bienes que quedaron dentro de la planta, realizando piquetes, marchas, escraches, y cosechando una amplia solidaridad. Las tapas de los diarios lo reflejan. El pueblo trabajador apoya a las obreras, y quiere saber dónde está la plata (y las máquinas) que se llevó la patronal.
La Izquierda Diario comparte la información recibida de fuentes reservadas.
Todo queda en familia
Los Huerta son una familia numerosa. Pero no tan numerosa como las “razones sociales” de las que son dueños o apoderados Diego, Hernán, Marisol y Jorge Huerta, ya sea en primera persona como por medio de amigos como Osvaldo H. Grippo (“Nenino”). Así, Textil Neuquén, es sólo una cara visible de un laberinto de empresas que se compran, prestan o vacían entre sí.
Neuquén Textil SRL se construyó hace poco más de una década, gracias a un crédito del IADEP (Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo de la Provincia de Neuquén). La deuda con dicho organismo superaba los $13.000.000 en diciembre pasado. Pero la empresa que “solidariamente” se comprometió a pagar la deuda fue Joshue SRL, la que facturaba la mayor parte de lo vendido, ya sea por venta mayorista, a los propios locales de la tienda AMICI, o por medio de licitaciones con distintos organismos del estado municipal y provincial. De hecho, es difícil encontrar una venta a nombre de “Neuquén Textil”.
La actividad predominante de los Huerta es el rubro textil. Los hermanos poseen una larga lista de razones sociales: entre otras, Joshue SRL, Emeralcom SRL, Taeros SRL, Mississippi SA, Brummell SRL, Samadi SRL, y Yellow SA. Pero a través de algunas han ampliado su horizonte… Incursionan en la fruticultura, el negocio inmobiliario, construcción, transporte, venta de cartón, venta de máquinas, equipos de oficina, gastronomía, y hasta la venta de cajas navideñas… Las conocidas tiendas AMICI (en el país como en Chile), corresponden a distintas razones sociales.
La mayor parte de la producción que facturan las “empresas” del rubro textil, la realizan las 36 obreras de Textil Neuquén. Sin embargo, desde hace años que los Huerta vienen derivando a talleres sospechosamente desconocidos, como los de sus “amici” de Centenario (Neuquén) y Allen (Río Negro).
“Las cerezas más dulces del mundo”, y el país más dulce para la fuga
Delfina Cherries es la marca de cerezas de los Huerta. Según su página oficial, “la chacra”, como le dicen ellos, exporta a Brasil, España, Inglaterra, EEUU, China, Dubai, Emiratos Árabes, Singapur, Hong Kong, Jeddah y Vietnam (a lo que se le puede sumar Chile, Holanda y Francia). Lo llamativo es que, además de Centenario, la otra sede de Delfina Cherries esté ubicada en Bünishoferstrasse 206, en Suiza. Parece que a los suizos no les gustan las cerezas, porque los Huerta no han solicitado permisos de exportación a ese país. Pero se ve que para los capitales, Suiza es un país “dulce”.
De todas las empresas de los Huerta, “la chacra” pareciera tener algo especial, algún tipo de valor sentimental. En diciembre, mientras preparaban el cierre de Neuquén Textil, los Huerta le “prestaban” a su chacra alrededor de $5.000.000.
¿Dónde está su crisis?
Los Huerta no presentaron Preventivo de Crisis, porque no podrían demostrar sus pérdidas. En el mes de noviembre tuvieron ingresos por alrededor de $9.000.000, y en diciembre, por $16.000.000. Los ingresos provienen tanto de las ventas en los locales, las ventas mayoristas y los cobros de millonarias licitaciones, como de la “Sociedad de Hecho”, conformada por Diego y Hernán Huerta.
Se puede afirmar que lo que ocurre en Textil Neuquén no es crisis, sino un lock out, administración fraudulenta y vaciamiento patronal planificado por la familia Huerta durante años. Lejos de una crisis de un pequeño almacenero, lo de los Huerta es un modus operandi criminal. Así fue denunciado durante años por las delegadas de las trabajadoras y sus abogadas, y desoído por las autoridades.
Los Estados provincial y el municipal fueron los principales clientes de los hermanos Huerta. ¿Podrán el gobierno y el poder judicial desconocer semejante fraude?
Continuará…