En el Tren Roca, la tercerización y precarización laboral están a la orden del día. Trabajadores de la empresa Protelar, denuncian las pésimas condiciones laborales, la falta de materiales y que la patronal los obliga a realizar horas extras.
Miércoles 16 de agosto de 2017 10:20
Una treintena de trabajadores tercerizados de la empresa PROTELAR que prestan servicio en el Tren Roca manifiestan que realizan sus labores en condiciones ultra precarias, sin materiales, ropa y calzado adecuados y que están sujetos a malos tratos constantes y persecución por parte de la empresa. De casi cincuenta, quedaron cerca de de 30 obreros repartidos en tres cuadrillas que se dirigen a diferentes estaciones, indistintamente, según lo requiera la patronal.
“La empresa tiene cero respeto hacia nosotros. Esto pasa con el horario laboral, las condiciones de trabajo, seguridad e higiene, no tenemos baños químicos. La mayor parte de las veces que llegamos a una estación nos encontramos con que los baños están clausurados. No tenemos dónde higienizarnos, lavarnos las manos. Sólo cinco deben tener la ropa y calzado adecuados porque lo exigieron. No podemos laburar si no nos dan la ropa que corresponde”, contaba un trabajador mientras se acomodaba para almorzar la vianda que trajo desde su casa.
Otro de los pibes de la cuadrilla recalcaba que “las condiciones laborales son pésimas y a esto sumamos el maltrato por parte de los mandos medios”. En pocas palabras trazó: “Sufrimos una persecución constante, nos obligan a hacer horas extras. Hay compañeros que no bajan de las 10 o 12 horas. Estamos cansados, ya. Tenemos toda la voluntad por parte nuestra de realizar tareas, por eso exigimos mejoras en las condiciones de trabajo”.
Por orden de la empresa, debían llevarse las herramientas de trabajo desde sus casas. “Estos empresarios no han invertido en nada todavía. Toda la inversión es por parte los trabajadores hasta el momento: tiempo, esfuerzo, herramientas. Por eso ya estamos cansados y queremos denunciar estas cosas”. Todos coincidían en que “Hay una falta de respeto total, nos meten miedo. No quieren organización, no quieren sindicato. Se nos dice que estamos para trabajar. A los pibes les dicen que hay trabajo por diez años para que no se vayan”.
Temen ser despedidos por ponerse al frente de alguna denuncia pero, el avance sobre sus derechos, los obliga a hablar: “Nosotros pedimos que sea opcional hacer horas extras, sin que nos obliguen, porque el que quiere cumplir su horario e irse a descansar está en todo su derecho y no sea perseguido por eso”.
La empresa PROTELAR, trabaja para Supercemento, que a su vez, realiza tareas para los ferrocarriles y señalan los trabajadores que nunca recibieron recibo que indique el nombre de cualquiera de ellas. Un ejemplo más de miles, que conocemos y de otros tantos que aún no se visibilizan y que indican la acertada de propuesta que impulsa Nicolás del Caño sobre la reducción de la jornada laboral a 6 horas, 5 días para trabajar todos con un salario no menos a la canasta básica para terminar con el desempleo y la precarización laboral. Porque la vida de los laburantes, vale más que las ganancias de los patrones.