El congreso de ayer, más allá del destino de una federación que se votó seguir siendo intrascendente, marcó un giro al kirchnerismo del Partido Obrero, que de esta manera colabora con la idea de que la salida es “en 2019” con algún gobierno de recambio peronista al macrismo, y no en la calle junto a los trabajadores.
Miércoles 12 de diciembre de 2018 00:00
Cualquier observador ajeno hubiera pensado: "un congreso de la Federación más grande del país, en el año de los pañuelos verdes, de los miles de jóvenes que salimos a las calles y nos organizamos en nuestras facultades contra el ajuste a la educación pública; en el año del FMI y del 30% de pobreza, de miles de despidos en todo el país, del robo al bolsillo de todos los trabajadores; en el año de los “Chalecos Amarillos” franceses pero también de "los Bolsonaro" brasileros, seguro será un hervidero de ideas, de debates y de participación".
Sin embargo, hay que explicar que sucedió todo lo contrario. Que la realidad le es ajena a una FUBA que desde hace años se ha vuelto intrascendente y un actor invisible en la realidad nacional: desde la última vez que se eligieron autoridades pasaron dos presidentes, varias devaluaciones, una ley previsional, decenas de leyes de ajuste, cientos de conflictos obreros, varias tomas de facultades y marchas masivas de la juventud que no vieron ni de cerca a la FUBA como protagonista, por no decir que no fueron ni el actor de reparto.
El escenario de ayer lo confirmó: no solo no hubo estudiantes (que no fueron convocados), sino que hasta la propia delegación del PO y el kirchnerismo fue lamentable (a menos que exista una fuerte merma de su actividad militante): no más de 70 militantes del PO, 50 de la Mella, 60 de Nuevo Encuentro y 30 de La Cámpora, "coparon" la calle Uriburu.
Más allá de la imagen surrealista que presentó el Congreso, lo que aquí queremos poner en debate es lo que expresó políticamente: el triunfo de la política kirchnerista de la mano del Partido Obrero, que con tal de sostenerse en sus cargos entregó al peronismo un lugar desde donde hacer campaña por una alternativa del PJ o el cristinismo para 2019. La FUBA se consagró ayer como un mensaje a favor de la desmovilización de toda la vanguardia estudiantil y del movimiento de mujeres que surgió este año, en pos de una “unidad” electoral que solo llevará a un mayor avance de la derecha, mientras el ajuste pasa.
Esta orientación política de la UJS-PO pega un salto con esta co-conducción de la Federación junto al kirchnerismo, debate que recorrió todo el año, tal como se puede ver acá, acá y acá, entre otras.
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La FUBA kirchnerista no era la única opción
¿Era la única opción entregarle la FUBA al kirchnerismo como dice el PO? De ninguna manera. Y no solo hubo una posibilidad, sino varias, de torcer el rumbo ya con el Congreso convocado. Ante el vaciamiento de la Federación y partiendo de repudiar el Congreso trucho que hizo la Franja Morada y sus aliados a mitad de año, que implica una mayor injerencia del Estado y de las agrupaciones del gobierno ajustador en nuestras organizaciones, desde la Juventud del PTS fuimos claros: el Congreso de la Federación podía tener como único compromiso de las fuerzas que repudiamos a la Franja Morada y al gobierno ajustador de Macri, el de convocar a un proceso estatuyente en todas las facultades para trasformar la Federación desde las bases, tomando el método de las asambleas y democrático que conquistamos este año, y ponernos objetivos claros para que el movimiento estudiantil sea un actor en la crisis actual.
El FMI y el gobierno nos llevan un infierno de varios años, que promete ser signo de pobreza, miseria y precarizacion laboral para decenas de jóvenes, despidos y peores condiciones de vida para las mujeres. Nuestro planteo por lo tanto era realizar un Congreso que se mida con la realidad.
El Partido Obrero y el kirchnerismo se negaron a este planteo. Su argumento era que ante la posibilidad de que la Franja Morada gane la Federación, había que hacer una lista de unidad para vencerla. Este argumento voló por los aires rápidamente: a poco de comenzar la acreditación, Franja Morada y sus aliados (Nuevo Derecho, MLI y otros) presentaron un escrito en el que desconocían el Congreso.
Sin embargo, una vez "neutralizado" el peligro de la Franja Morada, el PO y el kirchnerismo continuaron con su propuesta original: conformar una lista común con un programa de “Unidad contra Macri”, tal como expresaron los nuevos presidentes de la Federación en el acto de cierre. Una unidad "que este año se expresó en las calles y el año que viene se expresará en las urnas", como dijo la vice presidenta por parte de La Cámpora, en clara referencia a un armado opositor peronista que dispute con Macri las elecciones en 2019.
En una nota posterior, La Cámpora agrega: “La victoria de la FUBA aporta una herramienta de representación, de lucha y resistencia para defender los derechos conquistados durante el kirchnerismo en materia de educación, y para ganarle a Cambiemos en 2019”. No más preguntas señor Juez…
La política del PO fortaleció a los K en la FUBA
Descartada la presencia de Franja Morada y una vez comenzada la acreditación volvimos a insistir: llamamos al PO a conformar junto con IS una lista referenciada en el FIT. Les planteamos: los delegados obtenidos por el FIT (13) en las elecciones universitarias no solo fueron un pronunciamiento contra el Gobierno sino también contra el kirchnerismo, el PJ y su política cómplice de los ataques del macrismo. De ese mandato son parte miles de compañeros y compañeras que votaron al FIT en las últimas elecciones y cientos de activistas con quienes impulsamos en común esta política, como en el caso de Psicología donde la lista de la Izquierda se debatió y votó en una asamblea con compañeros independientes.
Se negaron con el argumento de que si hacíamos una lista del FIT, "le entregamos la federación al kirchnerismo". En su nota de balance, PO dice: “En lugar de intervenir en la pelea por derrotar a la derecha macrista y disputar con el kirchnerismo la dirección de la Fuba, el PTS e Izquierda Socialista adoptaron un curso liquidacionista del movimiento estudiantil”. Lamentamos avisarle a la UJS que la práctica de acuerdos cualquiera, sin métodos democráticos, con programas difusos, solo hizo avanzar a una corriente política como el kirchnerismo en la UBA.
En la política real, la de la intervención de las organizaciones estudiantiles frente a las peleas actuales, fue el año de la juventud que deliberamos y salimos a las calles, y no hay un solo hecho, manifestación, algo (!) que puedan reivindicar al menos algunos estudiantes de la UBA, que haya mostrado a la FUBA como punta de lanza de la organización estudiantil. ¡Ni una foto!
El “liquidacionismo” de una política independiente y junto a los trabajadores en la FUBA lo selló el PO ayer: una conducción de la Federación 100% kirchnerista, donde la izquierda quedó diluída tal como se expresó en el acto de cierre, donde se reivindicó el acompañamiento de referentes de FEDUBA (gremio que cerró la paritaria de miseria para nuestros docentes) y políticos como Mariano Recalde. Las críticas a los que mantuvieron una universidad con miles de docentes ad honorem y hoy nos proponen defender la universidad pagando la deuda externa que solo ahogará aún más los recursos para educación, salud y trabajo, obviamente no fueron parte de los discursos.
El PO, de esta manera, profundiza un giro al kirchnerismo y un abandono de la política del FIT. En el acto de cierre, el presidente electo del PO planteó la defensa de "la continuidad de 17 años de lucha". ¿Se refiere a la FUBA que boicoteó todas las instancias de coordinación de las facultades en el último conflicto? ¿La que fue a apoyar a Chavez y CFK? ¿La que marchó con Milani el 24 de marzo? ¿La que no convocó a una sola asamblea de mujeres el año de los pañuelos verdes para no exponer que hay sectores papales en la conducción? Si eso es lo que nos espera, la continuidad será la de la intrascendencia de la Federación y la perpetuación de una conducción que tendrá como único objetivo mantener sus cargos, contra todo lo que la amenace, incluyendo al movimiento estudiantil organizado más allá (y a pesar) de ellos.
¿Cómo se expresará esta “unidad” el año que viene (año electoral), entre el PO y el kirchnerismo? ¿Cómo se van a dirimir las diferencias? ¿Que hará la FUBA ante hechos decisivos que nos han encontrado divididos en las calles más de una vez, como el repudio a genocidas como Milani o el apoyo a sectores de la burocracia sindical? ¿Se desmovilizará en función de sostener una “paz” dentro de la Federación priorizando los acuerdos de la conducción?
Una propuesta para que la FUBA esté a la altura de la pelea contra Macri, el FMI y sus cómplices peronistas
La única orientación que defendió una política de izquierda fue la que planteamos con los compañeros de IS: ¡ningún acuerdo con los que nos quieren seguir manteniendo atados al FMI para pagar la fraudulenta deuda externa tal como dijo Kicillof! Nos venden falsas ilusiones en un país que va a la ruina los próximos años como indican todos los economistas.
¿O están dispuestos los kirchneristas a enfrentarse a los grandes empresarios saqueadores del país, a tocar algunos de los intereses fundamentales del imperialismo en Argentina? No, no están dispuestos. Ya lo mostraron como gobierno y ahora como oposición. Acá dicen que no se puede luchar, como decía el PT en Brasil y terminaron fortaleciendo a Bolsonaro. Nos mienten en la cara: ¡los jóvenes franceses muestran el camino! Es posible enfrentar a la derecha y frenar el ajuste. No necesitamos políticos del régimen que no quieren cambiar nada, sino que nos dejen las manos libres para salir a pelear contra este sistema de explotación y opresión que ahora administra Macri y Lagarde, como ayer lo administraron ellos.
¡No queremos las migajas! ¡No queremos solo no morirnos de hambre! ¡No queremos solo tener un lugar donde sentarnos para estudiar, comer o curarnos! Queremos vivir plenamente, y por eso no nos conformamos con sus promesas de que vamos a estar “un poco mejor” que ahora. El kirchnerismo nos propone comer un poquito de mierda, en vez de mucha.
A la unidad electoral con el kirchnerismo para esperar pasivamente el masazo de la crisis sobre los trabajadores y la juventud, le contraponemos un programa independiente de las variantes empresariales, la única manera de que la unidad en las calles con los trabajadores para enfrentar a Macri no termine en el llanto de la resistencia.
Para los anticapitalistas, está planteado que los centros y federaciones sean verdaderos polos de organización y lucha que den una pelea feroz para unir lo que el gobierno y la burocracia sindical y estudiantil dividen: a la juventud con el movimiento obrero y de las mujeres. Necesitamos sellar esa alianza para luchar contra el gobierno ajustador de Macri y Madamme Lagarde.
Para esa pelea, es indispensable desarrollar un fuerte partido de la izquierda, anticapitalista y revolucionario, que pelee por esta perspectiva. Las agrupaciones En Clave Roja, La Izquierda en Derecho y Contraimagen en toda la UBA, asumimos este enorme desafío, y apostamos a que todos los que compartan esta perspectiva sean parte.
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Gabi Phyro
Historiador. Miembro del Comité Editorial de Armas de la Crítica