Testimonios de madres y padres de las escuelas del Oeste de la ciudad de Neuquén.
Domingo 4 de agosto 21:12
En el marco del conflicto que abrió el gobierno de la provincia con las trabajadoras de la educación se sucedieron los ataques de los medios de comunicación y distintos diputados para avanzar contra sus condiciones laborales.
Quieren generar un clima de repudio por parte de la comunidad hacia las docentes.
La realidad muestra otra cosa. Cuando se establece un diálogo y se informa a las familias sobre la real situación de las escuelas la respuesta es de agradecimiento y de apoyo.
Algunas madres de las escuelas del oeste decían:
"Primero muchas gracias por la información, la verdad es que hacía falta saber. Los papás sí están molestos, pero no saben dirigir su enojo o frustración por no tener clases. Sé por una amiga que es docente que muchos niños no comen (en sus casas) y es más aún ni siquiera van a clases porque no tienen un par de zapatillas. Como mamá valoro muchísimo el esfuerzo que hacen porque ellos tengan para alimentarse porque es muy cierto, si no tienen para alimentarse no rinden en clase. Y algunos papás creen que los que no quieren dar clases son los docentes...".
"Lo que quería expresar es el poder lograr hacer algo y ponernos de acuerdo en pos de los niños. Muchas gracias por incluirnos".
"Está perfecto el reclamo, es una realidad de la provincia, riquezas por doquier y está abandonada la educación pública".
"Mi hija me ha dicho que a veces dan pan solo, uno como padre les explica y trata de mandarlos bien comidos. Pero hay casos y casos. Es triste, apoyo totalmente".
"Más allá del paro y que no haya clases, somos conscientes que son ustedes quienes nos ayudan siempre. La situación está re difícil".
"Tratamos siempre de estar presentes, pero a veces no podemos porque no tenemos para la comida, menos para las cosas de la escuela".
Es evidente que el gobierno ataca a las trabajadoras de la educación porque son ellas quienes, además de llevar adelante la tarea de enseñar, se encargan de sostener la educación pública y garantizar los derechos que no cumplen los funcionarios en los sectores más vulnerados. Los medios de comunicación se han encargado de subestimar a los docentes y también a las familias, que apoyan su lucha, que en su mayoría son trabajadores que envían a sus hijos a la escuela pública y son quienes reciben los ajustes del gobierno.
Una docente que trabaja en el oeste comenta:
"Somos muchas veces las maestras las que salimos a auxiliar a los estudiantes, ya sea por campañas solidarias o porque nosotras mismas ponemos de nuestro bolsillo, no es romantizar nuestro trabajo, todo lo contrario, el que tendría que ocuparse no lo hace, tiene mucha habilidad para atacar a los docentes por las redes, pero poco trabajo en el oeste, y a esos chicos y chicas las tenemos todos los días en las escuelas con un montón de carencias".
Estas situaciones y estos testimonios nos plantean que es una gran tarea la de sostener el vínculo con las familias y mantenerlas informadas permanentemente para continuar en común la lucha en defensa de la Educación pública.