Ni Una Menos. Femicidio en Córdoba: "Decimos basta y nadie nos escucha"

Como en la mayoría de los femicidios, Sofía fue amenazada muchas veces. Ayer un familiar de ella, dijo desconsolada: “ella hizo todo, se separó, le consiguió psicóloga a él y ella también hizo terapia, hizo las denuncias, cuando le dieron el botón antipánico nunca dejó de llevarlo”.

Como ya sabemos, las mujeres hacemos las denuncias, buscamos ayuda, nos organizamos, mientras el Estado y sus presupuestos de ajuste no están a la altura de la grave y crítica situación que viven mujeres y desidencias de género.

El femicida cuatro días antes de matar a Sofía escribió en su cuenta de Facebook un mensaje amenazante en el cual decía: “quien tenga miedo de morir que no nazca” un mensaje con destinataria directa.

La familia sabía que él iba a cumplir con su promesa de matar a Sofía. No la dejaban sola. Luego del partido en el cual Argentina se consagró campeón del mundo, Sofía como los y las millones que salimos a festejar hizo lo propio, a su regreso, su mamá le pidió que se quedara en su casa. Ella con temor de que ingresaran a robar en su hogar se fue. El femicida, aprovechó la situación: dio muerte a Sofía y dejó muy mal herido al novio de ella. Esto muestra , una vez más la falta de personal de acompañamiento a las víctimas de violencia de género; personal que pueda evaluar la situación, hacer sugerencias específicas, apoyar y abordar la situación de manera profesional.

Lo dijo, lo hizo ¿en el medio qué paso?

La familia denunció ayer, en la marcha convocada desde las 19 horas y una de cuyas paradas fue frente a la comisaría, que "Sofia ya no sabía qué hacer". La psicóloga del femicida la había llamado para pedirle que cuando él esté furioso ella lo contenga. Cuando una amiga leyó el mensaje en la red Social Facebook le dijo “algo hay que hacer” la respuesta de Sofía fue "tengo el botón (antipánico)". Diez días antes de su crimen, había realizado una nueva denuncia en la policía y en el Polo de la Mujer.

"Decimos basta, pero no nos escuchan"

Durante la movilización convocada por familiares, amistades y organizaciones de mujeres, sobrevivientes de la violencia machista y patriarcal relataron las trabas y peripecias a las que se vieron sometidas cada vez que realizaban las denuncias, a los gritos muchas y muchos les decían a la comisaria y a las agentes que salieron a custodiar el edificio policial, “tomen las denuncias, basta de encubrir a los violentos” otra frase que se escuchó fue “den la cara los que protegían al asesino, ahora no se escondan atrás de las mujeres”.

Una de ellas expresó algo muy representativo: “Por más que pongan mujeres en las comisarías, por más que haya mujeres en los ministerios, por más que haya mujeres en las presidencias y en los ámbitos de poder, si no se tira abajo el patriarcado y si al machismo no lo erradicamos de la sociedad, nada cambiará” .

Por todo ello y, por tantas otras cosas, es que tenemos que organizarnos de manera independiente, uniendo y coordinando nuestros reclamos, reagrupando y consolidando nuestras propias fuerzas.

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Los gobiernos son responsables, porque la contención económica hacía las mujeres que son víctimas de violencia de género, nunca está. No hay partidas presupuestarias para las políticas que se impulsan, como son en Córdoba los“Punto Mujer” oficinas que hacen de cuenta que están al servicio de las mujeres y disidencias, sin embargo son reductos para el marketing oficial con trabajadoras mal pagas, sin equipos integrales y si los hay, no hay presupuestos disponibles para que lo más indispensable se lleve a cabo: que las mujeres y las infancias puedan ser protegidas de los violentos.

En particular, la Municipalidad de Salsipuedes tiene una mirada negacionista de la lucha que llevan a cabo las mujeres contra la violencia de género. Una municipalidad que cuelga afiches y mantiene en su página la conmemoración del "Día del hombre", no es más que una muestra de la falsa dicotomía que quieren imponer, cuando nuestra denuncia es contra un sistema que nos subordina desde lo económico, lo legal, lo simbólico, lo sexual, un sistema que pone a los varones en una situación de privilegio que los lleva creerse dueños de nuestras vidas y nuestros cuerpos.

Sofía Sosa es la víctima número 18 de los femicidios registrados este año en la provincia de Córdoba. Sabemos que el femicidio es el último eslabón de una cadena de violencias. Donde los distintos gobiernos tienen responsabilidad en el brutal desenlace por la falta de medidas de fondo, presupuesto, personal adecuado y suficiente, creación y acceso a espacios de contención y refugio, falta de capacitación.

Seguimos gritando ¡Ni Una Menos! ¡Vivas nos queremos!

Aún seguimos buscando a Anahí Bulnes, aúnseguimos buscando a Tehuel. ¿Dónde están? Seguimos buscando y gritando bien fuerte ¡los gobiernos y el Estado son responsables! ¡con vida se fueron, con vida les queremos!

También son responsables del femicidio de Sofía, como gobierno debieran ser parte de la solución y no agudizar el problema.

Un pueblo llora a Sofía, un hijo más queda sin mamá. Que el dolor se convierta en bronca, y que la lucha por más ESI (Educación sexual Integral) en las escuelas, por más exigencias a los gobiernos y el Estado por partidas presupuestarias significativas destinadas a los programas contra la violencia de género.

Que la bronca sea tal que podamos luchar en pos de una sociedad y un sistema que nada nos imponga a las mujeres, que no seamos objetos de opresión ni sometimiento. Que el basta sea hasta tirar al patriarcado y al machismo al basurero de la historia.

Somos Pan y Rosas en Sierras Chicas
Face: @PANYROSAS,Sierras Chicas

Somos parte de la lucha.