Ambas selecciones cerraron su mundial con derrotas. Pero su desarrollo mundialista tiene signos positivos y negativos. Cada una se hará cargo de su historia y su presente. Premio consuelo: podrán competir por una plaza en las olimpíadas del año que viene…
Domingo 8 de septiembre de 2019 22:53
Puerto Rico perdió ante Italia en suplementario, 94-89. Como una foto de lo que fue este seleccionado en el mundial, Puerto Rico fue un subi-baja. Comenzaron a toda máquina, queriendo retirarse del mundial con una victoria importante ante el combinado de Italia, el conjunto de los dos NBA Gallinari-Belinelli. Y no estuvieron lejos: a falta de 14 minutos para que termine el juego ¡ganaban por 26 puntos! Pero vino la reacción de los europeos, que con un parcial de 42 a 9, pusieron a los azurros arriba por 7 puntos. El cierre del tiempo reglamentario fue a puro corazón boricua, que con penetración y rebote del base Angel Rodriguez pudieron empatar el partido y lograr ir a suplementario. Pero hasta allí llegó. Fue victoria italiana sin sobresaltos en el tiempo extra.
Puerto Rico cierra el mundial con 2 victorias y 3 derrotas. Una de las derrotas fue por paliza ante el combinado de Serbia, 90-47; por lo que la recomposición contra Italia era una obligación moral. Y así lo fue, al menos hasta que decidieron volver a los problemas de siempre: desconcentración, inmadurez. Puerto Rico pudo haber terminado el mundial, si le ganaba a Italia, con récord positivo, entre las 12 mejores selecciones, nada mal para un mundial de 32 seleccionados. Sin embargo cerrará su ubicación entre la 13ª y la 16ª plaza.
El entrenador Eddie Cassiano fue determinante en su balance contra Italia, que puede entenderse como una dura reflexión del presente basquetbolístico puertorriqueño: “Jugamos dos mitades totalmente diferentes. La primera fue excelente y en la segunda bajamos el nivel. En la primera estuvimos moviendo el balón y defensivamente con más intensidad. Y luego la inmadurez nos afectó. Empezamos a jugar individual y no es culpa de los jugadores, sino de la manera que jugamos en Puerto Rico”. Una verdad: Puerto Rico mostró ese estilo centroamericano que los caracteriza por la positiva y por la negativa.
El fogueo con selecciones como la de España, Serbia, Italia y los triunfos contra Irán y Túnez sirven de algo: los boricuas tendrán revancha. Podrán disputar el repechaje por una plaza hacia las Olimpíadas Tokio 2020.
Por su parte Venezuela perdió 60-69 con Rusia. Luego de enfrentarse con Argentina, la vino-tinto cerró su mundial también con derrota. Venezuela aún es incapaz, pese a su evolución y buen juego, de derrotar a un combinado europeo. En los mundiales que lleva jugados al día de hoy, no hay una sola victoria en 8 intentos contra equipos europeos.
Pero el balance general sigue siendo muy bueno, dado que es la primera vez que Venezuela accede a la ronda de ganadores en un torneo mundialista. Y no solo eso, sino que lo consiguió ganando con completa autoridad contra la selección que jugaba de local en el torneo: China. El entrenador de Venezuela cerró sus declaraciones con signo positivo: “Creo que lo más importante es el crecimiento del equipo y cómo Venezuela compitió hoy ante Rusia; buscó ese objetivo histórico que era ganarle a un equipo europeo. Seguramente lo conseguiríamos si nos quedáramos aquí compitiendo contra potencias un mes más”.
El final del mundial para estas dos selecciones es parecido pero distinto: la larga tradición basquetbolística boricua pesa a la hora de hacer un balance, más negativo que positivo; mientras que para Venezuela, aún terminando en una ubicación similar que los isleños, todas las sensaciones son de crecimiento, madurez, de estar a un paso de dar otro salto. Se verán las caras en el repechaje preolímpico, incluso contra las mismas selecciones rusas e italianas. ¡Que haya revancha! Mostraron ser selecciones con méritos de estar en la ronda de ganadores. No es poco.
