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Red Internacional
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Techint. Finalizó el primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner: ¿qué pasará con los trabajadores de Tenaris-Siat?

Alberto y Massa dieron su “gratitud eterna” a los trabajadores. Mientras tanto, en la planta de Lanús donde fabricaron los caños amenazan con dejar a 400 familias en la calle. “Soberanía energética” ¿para quién?

Miércoles 17 de mayo de 2023 10:13

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La semana pasada el Presidente y el ministro de Economía participaron en un acto para celebrar que se realizó la última soldadura del Gasoducto Nestor Kirchner, que va a permitir un ahorro de U$D 2.100 millones en 2023 y U$D 4.200 millones en 2024. Alberto Fernandez comenzó su discurso diciendo: “Mi gratitud eterna a cada trabajador y a cada trabajadora de la UOCRA y de la UOM, he visto con el amor que trabajaron”.

Pero eso que llaman amor, es trabajo precario. Desde hace varios meses La Izquierda Diario viene denunciando las condiciones en las que trabajan quienes hicieron posible esta “obra récord”, al decir de Sergio Massa. Jornadas agotadoras de 12 horas, solo un franco cada 3 semanas, ritmos de trabajo intensos que provocaron accidentes y condiciones insalubres. Por si eso fuera poco, los 400 trabajadores que Paolo Rocca empleó en Tenaris SIAT para fabricar los caños trabajan bajo contratos temporales, en un claro e ilegal fraude laboral que el gobierno avala. Y no saben si a fin de mes se van a quedar en la calle.

Un corresponsal de este medio se acercó a la planta de Tenaris SIAT en Valentín Alsina para conversar con los trabajadores y uno de ellos explicó: “Yo estoy acá hace 8 meses, casi no tengo tiempo para ver a mis hijos, me perdí cumpleaños de amigos y familiares por estar laburando de lunes a lunes. Hice un esfuerzo enorme, tengo compañeros que se accidentaron y todo eso no lo reconoce nadie. Ahora no sabemos si nos van a echar a fin de mes, después de todo lo que pasamos Se vive mucha incertidumbre acá, y no es lindo porque tengo una familia que alimentar”.

Las cosas ¿funcionan?

“Cuando empresarios, trabajadores y el Estado nos ponemos todos de acuerdo, las cosas funcionan”, dijo el Presidente en el ya mencionado acto.

Si le preguntáramos a Paolo Rocca del Grupo Techint si las cosas “funcionan”, no es difícil imaginar su respuesta: desde que se anunció la obra debe estar descorchando botellas de champagne. Ganó la licitación millonaria de la obra civil y de la fabricación de los caños, y además tiene negocios vinculados con la extracción de petróleo y gas en Vaca Muerta con TecPetrol y con la fabricación de chapas de acero para hacer los caños, que vienen de su planta en Usiminas en Brasil. Solo por la licitación de los caños obtuvo U$D 436 millones, lo que equivale a 50 años de sueldo de los 500 trabajadores de su planta de Valentín Alsina.

“Seguro paga muchos impuestos”, podría decir un simpatizante de Milei. Pero en realidad el Grupo Techint está acusado de evadir millones en impuestos, fugando sus ganancias al extranjero camufladas como transferencias entre sus empresas de distintos países; muchas de ellas son “empresas fantasma”. Es decir que, mientras que a los trabajadores que dejan su vida en pausa para cumplir con el trabajo el Estado les descuenta el mal llamado impuesto a las Ganancias, Paolo Rocca evade millones. El Estado se “puso de acuerdo” con los empresarios, para darles un negocio millonario: eso sí funciona. Y ahora que se llenaron los bolsillos, quieren descartar a los trabajadores.

“Soberanía energética”, escribieron sobre el último caño. Es cierto que el gasoducto permitirá a la Argentina aprovechar enormes recursos como el petróleo y el gas de Vaca Muerta. Pero lo que no se dice es que las grandes multinacionales quieren saquear esos recursos mientras algunas poblaciones cercanas a los yacimientos no pueden siquiera utilizarlos, y el dinero que queda al Estado nacional va directo a pagar la deuda con el FMI. Les dan beneficios enormes a las petroleras, incluso llegaron a dejarles exportar una parte de su producción pagando 0% de retenciones: “pasen y lleven señores, barato el petróleo señores”, parece ser el mensaje. Toda esa riqueza que podríamos usar para generar trabajo, para invertir en salud, educación y vivienda, en un país con 18 millones de personas en la pobreza y donde es más fácil ganar la quiniela que tener una casa propia, se la llevan los de afuera. Por no hablar de otro tema elemental: los empresarios se llevan estos recursos naturales sin reparar en el daño ambiental que afecta la zona donde viven las comunidades cercanas.

Una salida a favor de los trabajadores

El discurso del gobierno, que muestra un proyecto nacional que deberían apoyar empresarios y trabajadores, es justamente eso, un discurso que no tiene mucho que ver con la realidad. Mientras los empresarios buscan llenarse los bolsillos y continuar con su vida llena de lujos, los trabajadores hoy, en plena crisis, apenas logramos sobrevivir. El índice de inflación de abril del 8,4% es algo más que un número frío: son millones de hogares que apenas pueden completar las comidas diarias y que viven cada vez peor, siendo los alimentos y medicamentos los rubros que más subieron. Otro número que da mucha bronca es el que se conoció esta semana, que explica que más de la mitad de los niños del país son pobres: un golpe donde más nos duele a todos.

La salida no va a venir de parte de los empresarios: ellos solo piensan en sus negocios y hacen política para seguir aumentando sus ganancias. Por ejemplo, empresarios como Paolo Rocca, tienen “un huevo en cada canasta” y se enriquecieron tanto con los gobiernos de Juntos por el Cambio, como con el peronismo. Por eso los trabajadores tenemos que pensar nuestro propio proyecto: el mal menor no puede ser el camino, y no podemos dejarnos engañar por las falsas promesas que nunca se cumplen o los que hablan contra la casta como Milei, pero defienden ideas que ya se aplicaron en los 90 y arruinaron al país. Los únicos que defienden realmente a los trabajadores son los voceros de la izquierda.

Eso lo demuestra en la práctica el PTS, que es parte del Frente de Izquierda y pelea todos los días contra los partidos que defienden a los empresarios, que se llevan todo a costa de los trabajadores. La pelea se da en todos los terrenos: impulsando este diario para contar lo que no cuentan los grandes medios, para darle espacio a la voz a los trabajadores, las mujeres y los jóvenes. También apoyando las luchas obreras, como en el corte de la Panamericana de los trabajadores de Mondelez-Kraft que pelean por el pase a planta de los contratados, y denuncian que ya van 1800 trabajadores que despide la empresa. O junto a las trabajadoras y trabajadores desocupados, que esta semana nuevamente salen a luchar contra el ajuste del Gobierno, al igual que los docentes que volvieron a parar esta semana.

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Pero no todo pasa por el terreno de la organización o la lucha en los lugares de trabajo: en estas elecciones hay que dar una pelea fuerte contra las ideas de la derecha como la dolarización, que solo benefician a los empresarios. Y también contra los partidos como el peronismo, el PRO y los radicales, que ya gobernaron todos y hundieron el país. Esta semana en Jujuy Alejandro Vilca, obrero recolector de residuos y candidato a gobernador por el PTS-FITU, hizo la mejor elección de la izquierda desde 1983, junto a decenas de candidatos jóvenes y trabajadores de la provincia. Planteando ideas como por ejemplo la nacionalización bajo control obrero y de las comunidades del litio, otro importante recurso que quieren saquear de nuestro país. Tanto Vilca como los diputados Nicolás del Caño y Myriam Bregman apoyan cada lucha y llevan la voz de los trabajadores al Congreso, y por eso en las elecciones es importante apoyarlos frente a las fórmulas de los partidos tradicionales.

En las universidades se da una pelea para que los estudiantes apoyen y pongan sus conocimientos al servicio de las luchas de los trabajadores. En la universidad de Lanús, por ejemplo, a propuesta de los militantes del PTS que estudian ahí, el Centro de Estudiantes votó rechazar la amenaza de despidos hacia los trabajadores de Tenaris SIAT y ponerse a disposición de los trabajadores para enfrentar los despidos.

El lunes 22 los trabajadores de Tenaris SIAT en asamblea votaron hacer un paro en rechazo del despido de un trabajador efectivo, con años de antigüedad, que rápidamente volvió a su puesto de trabajo luego de que el ministerio dictara la conciliación obligatoria, mientras espera una resolución definitiva. Esto muestra que hay fuerzas para enfrentar los despidos de los contratados en SIAT: ese es el camino para evitar que decenas de familias queden en la calle, en medio de una situación económica muy difícil del país.