La reforma laboral que el gobierno no pudo imponer en el Congreso, ahora, de la mano de Magnetto y los dirigentes de Foetra, Foeesitra y Satsaid, llegó al gremio de las telecomunicaciones, donde intentan imponer un aumento de la jornada laboral a trabajadores del Grupo Telecom (Clarín).
Domingo 26 de agosto de 2018 21:12
En estos días se dio a conocer un acta firmada por Telecom/Cablevisión (Clarín) por la Federación Argentina de las Telecomunicaciones (Fatel) de la cual es parte Foetra y por la Foeesitra, que habilitan un aumento en la jornada laboral para las áreas técnicas. Esto con el agravante de haber sido firmada a espaldas del conjunto de los trabajadores de las telecomunicaciones, sin haber realizado ni plenarios ni asambleas para consultarles. Ni si quiera hubo reunión de comisión administrativa de Foetra, en una clara violación al estatuto, que indica que debe reunirse al menos una vez por semana. Así lo denunciaron los miembros de la directiva por la minoría, que presentaron la semana pasada una carta en el sindicato en rechazo al acta, por la cual no fueron convocados a ninguna reunión ni informados al respecto.
“Tenemos que ser un solo puño para defender las conquistas de los telefónicos y de todo el movimiento obrero.” Estas eran las palabras de Claudio Marín, secretario adjunto de Foetra y secretario gremial de la CTA de los trabajadores, hace poco más de un año, cuando la lista Azul y Blanca, que co-dirige con Osvaldo Iadarola, integrante del MASA, renovó la conducción del principal sindicato de las telecomunicaciones. Marín es, además, dirigente de la Multisectorial del 21F y referente de la corriente sindical del kirchenrismo.
¿De qué conquistas hablaba Marín? Para la mayoría del gremio, una de las principales conquistas fue la recuperación, luego de una gran huelga, de la jornada histórica de 7 horas sobre la cual hasta ahora solo habían podido avanzar las empresas durante la dictadura y luego de la privatización y que ahora está en peligro nuevamente.
Esa jornada ya viene siendo atacada hace años. Por un lado, con la creación, mediante un acta firmada por el gremio y las empresas, de nuevas categorías con 9 horas diarias y por el otro, cuando se incorporaron al gremio los trabajadores de las empresas celulares, para los cuales se creó un convenio a la baja, que también tenía una jornada de 9 horas, con la promesa de trabajar por un convenio único de la actividad. De hecho, un día antes de las elecciones de Foetra el año pasado, ante la bronca de los trabajadores de las celulares, presentaron un acta firmada ante escribano donde se comprometían a pelear por la reducción de la jornada en ese sector para así equipararlos con sus compañeros de la telefonía fija.
Qué dice el acta y dónde está la trampa
El acta establece dos diagramas de horarios, por los cuales puede “optar” el trabajador. Ambos casos implican un aumento de la jornada de las 140 horas mensuales actuales a 178.5, a cambio de una compensación salarial, en el marco de una paritaria cerrada recientemente con solo un 16.5% para este año, cuando la inflación ya se estima en un 40% anual.
También se establece que los trabajadores que no quieran ninguna de las nuevas opciones, pueden permanecer con el esquema actual y la empresa debe garantizarles realizar, al menos, un sábado por mes de 5 horas extraordinarias. Y acá radica una de las trampas ya que, con el esquema actual, la enorme mayoría de los trabajadores del sector realiza habitualmente dos o tres sábados de horas extras. ¿Alguien puede creer que Telecom va a mantenerles este esquema a quienes no acepten la nueva jornada y no va a bajarles al mínimo establecido por el acta? Es obvio que no y eso significa concretamente pérdida de salario para los trabajadores que no acepten aumentar su jornada laboral. Ahí está la trampa y la mentira del carácter voluntario.
Por otro lado, no escapa a nadie el duro ajuste que están viviendo hoy los trabajadores del país por parte del gobierno de Macri que con la complicidad del peronismo avala la mayoría de las leyes de ajuste, y de la burocracia sindical que no solo no convoca a medidas de lucha serias sino que, encima, en muchos gremios, negocia a la baja tanto las condiciones laborales como los salarios.
La plata ya no alcanza, por eso decir que es una decisión individual o voluntaria es absolutamente falso. ¿Quién quiere pasar más horas trabajando y menos con tiempo con su familia? Nadie. Quien lo hace no es por voluntad, sino por necesidad. Telecom de la mano de las conducciones sindicales están directamente jugando con la necesidad de los trabajadores.
Pero esta acta no afecta solo a la jornada laboral sino que, como si fuera poco, avanza en la polifunción de los trabajadores del sector, afirmando que deberán operar sobre todas las redes, equipos, sistemas, tecnologías y servicios de las que dispone la empresa o de las que disponga en un futuro.
Por otro lado, si esto pasa, está muy claro que el resto de los sectores de la empresa correrá con la misma suerte. Y esto no se detiene ahí ya que del otro lado está Telefónica, que tiene que competir hoy con Telecom, que cuenta con una enorme ventaja gracias al regalo que le hizo el gobierno al autorizar la fusión con Cablevisión y el que le hacen ahora las conducciones gremiales al avalar el aumento de la jornada laboral. Es decir, Telefónica no va a quedarse de brazos cruzados y así como pataleó contra el gobierno por darle más beneficios a Clarín, hará lo mismo con los sindicatos para exigir que también en su empresa se trabajen más horas. Por otro lado, ya conviven en el gremio convenios con jornadas de trabajo de 8 y 9 horas, como los de las móviles y los trabajadores de la Televisión o los compañeros de Arsat que trabajan 8.30 horas, y que todavía no cerraron paritarias.
Carlos Artacho, Miembro de la directiva de Foetra por la oposición declaró que “los compañeros y compañeras de la Agrupación Violeta creemos que en lugar de dejar esto en manos de una salida individual de cada compañero, necesitamos una asamblea general, donde seamos el conjunto de los telefónicos los que decidamos. Hay que invalidar el acta firmada por un puñado de dirigentes de la Azul y Blanca. Los telefónicos no solo tenemos que enfrentar este ataque, sino preparar la lucha contra el ataque al conjunto de nuestro convenio, planteando el pase a planta y convenio actual de todos los tercerizados, de la fija y la móvil, que hoy están en peores condiciones, y son a quienes utilizan las empresas para avanzar sobre el conjunto del gremio. Para debatir y votar un plan de lucha contra este ataque a nuestras condiciones históricas de trabajo necesitamos una asamblea de afiliados, que ponga de pie al gremio telefónico. Es por esto también que hacemos un llamado a los y las telefónicas a pelear por una dirección democrática y combativa, que sea independiente de las políticas de las empresas y los gobiernos de turno. Tenemos por delante la necesidad de organizar una gran oposición fuerte, en todo el gremio, que dispute la conducción de nuestro gremio”.
Enfrentar los ataques. La fuerza está
Es imposible desconocer la fuerza y la masividad del movimiento de mujeres, la valentía de los obreros del Astillero Río Santiago, la potencia del movimiento estudiantil que junto con los docentes salen en defensa de la educación pública en todo el país. Son quienes nos muestran cuál es el camino para hacerle frente al ajuste del FMI, de Macri y de los gobernadores. La dirección de nuestro sindicato, por el contrario, está en sintonía con el cinismo de los que nos quieren hacer creer que todas nuestras fuerzas y expectativas solo pueden estar en el 2019. Pero los trabajadores no queremos esperar, hay fuerzas para enfrentar estos ataques, empezando por tirar abajo estas actas, defendiendo nuestras condiciones de trabajo en unidad con nuestros compañeros y compañeras de Satsaid, los compañeros y compañeras tercerizados/as, y los usuarios de las telecomunicaciones.