Compartimos algunas imágenes desde el interior de Textil Neuquén. Una serie de fotos que muestran los ritmos de explotación de una patronal que dejó a 36 trabajadoras en la calle.
Lunes 6 de febrero de 2017 16:58
Desde las primeras horas del miércoles 1 de febrero, conocimos la noticia que nos indignó desde el estómago, recorrió todo el cuerpo, con escalofríos y las lágrimas brotaron por la bronca y también porque se podía saber, aun sin ver, la angustia, el llanto de Marina (delegada) y el resto de las textiles. Porque las escuchamos en los medios que quisieron darle unos minutos, en diciembre pasado, denunciando los manejos de la patronal.
Las conocemos, a su mayoría por su solidaridad con otras luchas, y por sostener con total dignidad la pelea hace años, por la reinstalación de Norma Brizuela, despedida por persecución gremial. Con dos sentencias en distintas instancias judiciales a su favor y sin cumplir por parte de los Huerta, sí, estos mismos que en la tardenoche del 31 de enero, protegidos por la policía levantaron todo lo que pudieron de la fábrica, cargaron camiones y se los llevaron. Algunas cosas quedaron tiradas, mostrando cómo se fueron, huyendo como ratas por la parte posterior del predio, porque algún vecino solidario avisó: “¡Están cargando camiones y sacando todo de la textil!”.
A las pocas horas, ya estaban todas las 34 y el compañero Lucas abrazándose, insultando y dándose ánimo junto a distintas organizaciones solidarias que se sintieron convocadas inmediatamente.
Las abogadas, rápidamente a hacer la denuncia, ningún organismo oficial intervino en las primeras horas. Ellas hicieron asamblea y resolvieron ingresar.
Entraron y encontraron todo vacío, se habían llevado todo, lloraron, no podían creer lo que veían. Pero como son mujeres, la mayoría con hijos a cargo; sostén de familia, saben. Claro que saben, se abrazan, lloran, insultan, más abrazos, comparten pañuelitos y ya a organizarse, a pensar en voz alta qué hacer, cómo resistir, cómo dar pelea. Una vez más, para salir adelante.
Son 10 los minutos que daban para desayunar y 20 minutos para almorzar. Prohibido preguntarle a la compañera cómo anda, cómo están sus hijos, si resolvió el problema que tenía. Prohíbido conversar.
Una de ellas, había llegado a la mañana temprano con lo que tenía guardado hace casi 10 años. Una publicación en el diario Río Negro, con fecha 28 de octubre de 2007, pagada y escrita por Jorge Omar Huerta quien expresa su “beneplácito” por el nuevo emprendimiento y termina con el listado de todo el personal, incluyéndose él y sus hijos. Ni una línea dice en relación al crédito de 11 millones que le dio el IADEP (Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo dependiente del Ministerio de Economía e Infraestructura de la Provincia).
Se han concretado muchas actividades. Reuniones, marchas, actividades artísticas solidarias, permanencia en la ruta; lo que vaya haciendo falta para que el gobierno provincial tome las decisiones que corresponden, para garantizarle a estas luchadoras sus puestos de trabajo, como tiene que ser.