El fin de semana del 16 al 18 de noviembre sesionó en Francia el Congreso de fundación de una nueva organización revolucionaria impulsado por la organización Révolution Permanente, parte de la Fracción Trotskista y de la Red Internacional La Izquierda Diario. Publicamos aquí la intervención de Daniela Cobet, dirigente de Révolution Permanente, durante el primer día de sesión.
Jueves 22 de diciembre de 2022 09:06
El viernes 16 de diciembre de 2022 se llevó a cabo en Francia la sesión inaugural del Congreso fundacional de Révolution Permanente, parte de la Fracción Trotskista y de la Red Internacional La Izquierda Diario. Estuvieron presentes numerosas delegaciones internacionales de Argentina, Brasil y otros países de Europa, como así también diversos activistas e intelectuales, junto a los delegados votados al congreso.
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Durante esa jornada Daniela Cobet, integrante de la dirección de Révolution Permanente, señaló las razones y el contexto político de la creación de una nueva organización revolucionaria en Francia, que reproducimos a continuación.
"Gracias camaradas, en nombre de la dirección de Révolution Permanente quiero dar las gracias a todos los invitados que vinieron a dar su saludo, a los delegados de este Congreso, y también saludar la presencia de las numerosas delegaciones internacionales que están aquí, y que, en mi opinión, dan testimonio de la importancia relativa, pero no por ello menos importante, de que hoy se celebre este Congreso.
Creo que a nadie se le escapa que se celebra en un contexto particular, y en cierto modo creo que el entusiasmo que se respira en esta sala contrasta un poco con el espectáculo que hemos visto en los medios de comunicación estos últimos días, que es el de una crisis importante en la vida política y social del país. De hecho, se trata de una gran crisis de la izquierda y también de la extrema izquierda con la explosión en dos partes del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), organización en la que militamos durante muchos años y de la que nuestra exclusión hace año y medio marcó el inicio del proceso que lleva hoy a la creación de una organización independiente con las y los camaradas de Révolution Permanente.
Esta división dentro del NPA fue operada por la mayoría histórica de esta organización, en la que de hecho se encuentran sus portavoces, en particular Philippe Poutou y Olivier Besancenot, y se hizo en favor de un acuerdo con La France Insoumise [LFI, organización de Jean Luc Melenchon, NdR] en el preciso momento en que el proyecto de LFI muestra todos sus límites. Los límites de un movimiento que no tiene anclaje de clase, son un “movimiento gaseoso” como ellos mismos se reivindican, y que pretende ser dirigido por un líder supremo con puño de hierro. Para nosotros este proyecto, que es en realidad el proyecto de conciliación de clases encarnado por LFI es un callejón sin salida para el movimiento revolucionario y por eso nos solidarizamos plenamente con los camaradas que han impulsado la plataforma C en el seno del NPA [quienes en el reciente Congreso de esa organización estuvieron en contra de esta política de acuerdo con LFI, NdeR] y que hoy tratan de impedir la completa disolución del NPA en el neorreformismo.
Esto no significa que estemos de acuerdo en todo, y no es nuestro estilo ocultar los desacuerdos. De hecho, tenemos uno de los principales desacuerdos con el planteamiento de los camaradas, y es que pensamos que la tarea del momento no es tanto continuar el NPA sino superar esta experiencia, es decir, aprender la lección del fracaso de un proyecto lanzado hace unos quince años, y que de hecho ha sido un callejón sin salida para la construcción del movimiento revolucionario y ahora llega a su explosión.
Si hoy nosotros estamos en el proceso de crear una nueva organización revolucionaria, es porque estamos convencidos de que la tarea es precisamente ir más allá de esta experiencia, no para seguir construyendo un partido amplio con una estrategia ambigua, sino al contrario, avanzar en la construcción de una organización revolucionaria que sea un elemento para la recomposición de una extrema izquierda de combate que esté a la altura de los acontecimientos que ya se están produciendo y que se desarrollarán en los próximos años.
Por otra parte, los desacuerdos que tenemos con los compañeros, y que queremos debatir, no impiden desde nuestro punto de vista la búsqueda de un acuerdo práctico para la intervención en la lucha de clases, y creo que el próximo periodo nos va a ofrecer muchas oportunidades en particular con la lucha contra la reforma de las pensiones, y también, por qué no, en el terreno de las elecciones cuando se presenten, y para eso, de hecho, nos inspira el Frente [de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), NdR] que nuestros compañeros [del Partido de Trabajadores Socialistas, NdR] están llevando adelante en Argentina con otras organizaciones de extrema izquierda, para participar juntos en el terreno electoral y hacer que la extrema izquierda pueda pesar en el debate nacional. Así que vamos a discutir durante nuestro Congreso el contenido concreto de las propuestas que le haremos a los compañeros, y las haremos apenas termine nuestro Congreso, una reunión para poder explorar distintas formas de colaboración con los compañeros con los que llevamos años luchando dentro del NPA, a pesar de nuestros desacuerdos respecto de la liquidación de esta organización. Pensamos, de hecho, que son tareas del movimiento revolucionario, de la reconstrucción de la extrema izquierda, las que nos interesan a todos y estamos plenamente interesados en debatir, pero también en avanzar prácticamente juntos donde sea posible. Pero nuestro Congreso sirve sobre todo para tratar de sentar las bases de una nueva organización revolucionaria que tratará, como hemos hecho hasta ahora, de intervenir activamente en la lucha de clases con una estrategia para tratar de hacer contribuciones reales a nuestra clase, contribuciones en términos de un programa de autoorganización, un programa para la lucha, un programa para vencer, y al mismo tiempo una organización que quiere ofrecer un marco militante a muchísimos trabajadores y jóvenes que están en proceso de politización y radicalización durante el último ciclo de la lucha de clases y que no encuentran su lugar en las organizaciones actuales de extrema izquierda.
Todo ello con el fin de añadir nuestro pequeño grano de arena, modesto pero que esperamos sea sólido, en la construcción de un gran partido revolucionario en Francia que sea la herramienta para la victoria revolucionaria de los trabajadores contra la burguesía, en el sentido de que, aunque podamos tener la impresión de que desde nuestra salida del NPA hemos hecho mil cosas, incluida la enorme campaña de nuestro compañero Anasse Kazib [en relación a la campaña para juntar 500 avales de gobernadores o intendentes para que se pudiera presentar como candidato presidencial, NdR], este Congreso de hoy es un punto de partida. La realidad es que dijimos que este Congreso es solo el principio y vamos a escuchar hablar mucho, esperamos, de Révolution Permanente, en los próximos meses y años, en la lucha de clases, pero también en todos los terrenos en las luchas ideológicas, en las discusiones con toda la extrema izquierda, para intentar establecer un partido revolucionario que está a la altura de las necesidades de nuestra clase".
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