Ambos espacios acudieron a los tópicos que comúnenmente usan para confrontar, además de frases vacías y promesas cargadas de demagogia. Pero más allá del discurso, tanto oficialismo como oposición de derecha coinciden en un programa político de ajuste a las mayorías para pagar la fraudulenta deuda externa en medio de una profunda crisis social.
Osvaldo Vera @eslou._
Jueves 9 de septiembre de 2021 21:19
Este jueves el oficialismo y la oposición de derecha realizaron sus actos de cierre de campaña de cara a las PASO. Tecnópolis fue el lugar elegido por el FDT, cuyo cierre fue de carácter nacional, mientras que Juntos lo hizo en el estadio Atenas de La Plata, dando fin a la campaña bonaerense, con Santilli como principal orador.
Desde ambos espacios políticos se utilizó un discurso confrontativo y de polarización, recorriendo los temas que durante la campaña y desde hace meses utilizan para atacarse, sin tocar ni ofrecer solución a los problemas que realmente importan a las mayorías como la desocupación, los bajos salarios, la falta de vivienda y la precarización.
Se habló de “modelos de país” y “disyuntivas” pero ambas coaliciones coinciden en lo fundamental sobre los destinos del país. Mantener su sometimiento a los dictados del FMI para pagar la fraudulenta deuda externa, junto a una economía extranjerizada, primarizada y atada al extractivismo, mientras los ingresos de la mayoría de la población siguen descendiendo.
Frente de Todos
En el acto oficialista hablaron la vice presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente Alberto Fernández. El manejo de la pandemia y la vacunación fueron uno de los principales temas en que decidieron hacer énfasis. También hablaron de “justicia”, deuda externa y tarifas, entre otros temas.
Alberto Fernández defendió enfáticamente la gestión de la pandemia pero sin mencionar a los más de 115.000 muertos, el retraso en la inmunización de la población, la situación del personal de salud con un alto número de muertos y contagios, con bajos salarios y malas condiciones laborales, tal como vienen denunciando. Tampoco mencionó el recorte en Salud y asistencia social que su gobierno aplicó al presupuesto de 2021.
Alrededor de la deuda externa Cristina intentó polarizar señalando que durante los gobiernos kirchneristas, ésta fue pagada, mientras que durante el gobierno de Cambiemos la deuda se incrementó. Además de que el pago de la deuda es la otra cara de la moneda del endeudamiento, ambos gobiernos se endeudaron y pagaron. Sobre las tarifas vale mencionar que el gobierno de Alberto Fernández no revirtió los siderales aumentos durante el macrismo, consolidando así ese saqueo a los bolsillos del pueblo trabajador.
La vicepresidenta incurrió en un sincericidio cuando intentó polemizar en torno a una entrevista realizada a Macri en La Nación+, en la que Macri repitió su mantra de que el peronismo no le permitió gobernar.
“Lo llevaste a Pichetto de vicepresidente, que fue presidente del bloque durante los doce años y medio de peronismo, que te votaba hasta el café con leche en el Senado, ¿y decís que los peronistas no te dejamos gobernar? Vamos, che”, dijo con ironía Cristina Fernández. Y agregó “¿De qué me están hablando, de que no tenían mayoría? No tenían mayoría institucional, pero tenían mayoría política en ambas cámaras. Rompieron el bloque del peronismo en el 16 y les votaron todo, les votaron lo de fondos buitre, la reforma previsional. Y no critico a nadie, ¿eh? Son razones y es política”.
De esa forma Cristina confirmó la denuncia que hizo el Frente de Izquierda durante años: el ajuste macrista fue posible gracias a gran parte de quiénes hoy son parte del Frente de Todos.
Algunas promesas vacías, frases abstractas y demagogia hacia los jóvenes, completaron los temas que recorrieron desde el Frente de Todos
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Juntos
Santilli hizo su acto de cierre en La Plata, junto a Larreta, Bullrich, Pichetto y Jorge Macri. A su primo Mauricio, esta vez lo ausentaron. Hicieron eje en “seguridad”, repitieron su demagogia alrededor de la educación (con promesa de ataque hacia sus trabajadores incluida) y también hacia la juventud.
“No queremos un país con los delincuentes libres” agitó Santilli ante quienes lo escuchaban para que no faltara el derechismo de siempre en la coalición opositora. Y ligó ese tema con las restricciones de la pandemia, y al “encierro de los ciudadanos en sus casas". Prometió que impulsarían la declaración de una Ley de Emergencia Educativa, mediante bajo la apariencia de preocuparse por la educación, buscan en realidad prohibir el derecho a huelga de las y los docentes.
Al igual que el Frente de Todos, el candidato a diputado por la Provincia prometió menos impuestos para los empresarios que contraten jóvenes. Sin embargo, durante el gobierno de Cambiemos, el desempleo y la precarización en la juventud aumentaron notablemente, en números que al día de hoy se mantienen en niveles preocupantes: el 20 % de los jóvenes está desocupado y más del 70 % trabaja en condiciones precarias. Es claro que su preocupación es el bolsillo de los empresarios.
Sin sonrojarse, los referentes de Juntos hablaron también de la importancia del empleo y de la activación económica. Pero mientras ocuparon la Casa Rosada, como consecuencia de sus primeras medidas tomadas se perdieron 165.000 puestos de trabajo, cifra que al fin del mandato no fue compensada, aumentando la precarización y el fraude laboral a través del monotributo.
No se privaron de pegarle al gobierno por el escándalo del vacunatorio VIP que puso de manifiesto los privilegios de la casta política. Sobre el tema Santilli habló de “un Gobierno que cuando vino la vacuna se adelantó a la fila, un Gobierno que nos deja empobrecidos, cansados, hartos, con bronca". Pero los privilegios de los que goza la casta política también abarca a la oposición derechista.
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En definitiva los actos de cierre fueron una condensación de lo que se viene oyendo durante la campaña por parte de ambas coaliciones. Cruces y chicanas alrededor de temas repetidos en los medios por parte de los referentes de esos partidos mayoritarios, que en última instancia gobiernan para representar los intereses y negocios del gran empresariado. Esto en un contexto de crisis social que se profundiza y sin ofrecer alguna salida o medidas de fondo para revertirla, sino más bien dejando en claro la continuidad de lo estructural de la política económica, atada a los monopolios internacionales, el pago de la deuda y el FMI.
Osvaldo Vera
Integrante de Agrupación Marrón de Coca Cola-Femsa