Las multinacionales se unen para crear una API de rastreo con el fin de reducir la propagación del COVID-19. ¿Nuevas formas de vigilancia?
Ali Karku @KarkuAli
Miércoles 15 de abril de 2020
Dividiremos este artículo en tres partes. En la primera hablaremos del comunicado sacado por Google y Apple, en la segunda explicaremos cómo funciona la app, y en la tercera analizaremos los miedos más comunes y los verdaderos riesgos.
“Dado que el COVID-19 puede transmitirse a través de la proximidad a personas afectadas, los organismos de salud pública han identificado el rastreo de contactos como una herramienta valiosa para ayudar a contener su propagación. Autoridades públicas sanitarias, universidades y ONGs de todo el mundo han estado haciendo un trabajo importante para desarrollar tecnología de rastreo de contactos de uso voluntario. Para promover esta causa, Apple y Google lanzarán una solución integral que incluye interfaces de programación de aplicaciones (APIs) y tecnología a nivel de sistema operativo para ayudar a permitir el seguimiento de contactos. Dada la necesidad urgente, el plan es implementar esta solución en dos pasos, manteniendo siempre fuertes medidas de protección de la privacidad del usuario.”
Así lo informaron en su blog oficial de Google y en la página oficial de Apple el pasado 10 de Abril.
En Mayo ambas compañías lanzarán APIs que permitirán la interoperabilidad entre dispositivos Android e iOS utilizando aplicaciones de las autoridades de la salud pública, y que podrán ser descargadas desde las respectivas app stores de los usuarios. Y añadieron que, en los próximos meses, trabajarán para habilitar una plataforma más amplia de rastreo de contactos basada en Bluetooth, con el fin de permitir la participación de más personas, así como la interacción con un ecosistema más amplio de aplicaciones y autoridades sanitarias gubernamentales.
El comunicado no aclara qué se quiere decir con habilitar “una plataforma más amplia de rastreo de contactos”. Pero lo que sí intentan dejar en claro es que “la privacidad, la transparencia y el consentimiento son de suma importancia en la iniciativa”. Analizaremos este último punto en la parte final de la nota.
¿Cómo funcionará la plataforma?
Supongamos que dos personas tienen la app descargada en sus teléfonos. Llamemos a estas personas Alice y Bob (que son los nombres que a menudo se utilizan en el área de la ciencia conocida como “Teoría de la Información”).
Mediante el uso de Bluetooth, sus teléfonos emitirán códigos cada 5 minutos que serán recibidos por los teléfonos cercanos que también tengan la app. Estos códigos serán letras al azar sin significado y, lo más importante: serán únicos.
Pero sus teléfonos no sólo emitirán códigos aleatorios, sino que también recibirán constantemente los códigos que otros teléfonos que tengan la app instalada estén emitiendo en las cercanías, mediante Bluetooth.
Supongamos entonces que Alice y Bob están haciendo las compras en un mercado no muy grande. Como ya dijimos, sus teléfonos emitirán códigos cada 5 minutos, a la vez que recibirán todo código enviado por otros teléfonos que tengan la app.
Supongamos que en determinado momento el teléfono de Alice emite el código “ABC-123”, entonces, Bob y todas las personas que estén en un radio cercano a Alice y tengan la app en sus teléfonos recibirán dicho código, por medio de Bluetooth. De esta forma, como todo lo que emitan y reciban a través de la app será guardado en el historial, Alice tendrá en su registro de códigos emitidos al código “ABC-123”, y Bob lo tendrá en su registro de códigos recibidos.
Imaginemos entonces que Alice da positivo para coronavirus. Alice comparte con el hospital, a través de la app, el historial de los códigos emitidos por su teléfono en las últimas dos semanas, donde se encontrará, entre otros, el código “ABC-123”.
Debido que la app se actualiza constantemente, la app de Bob recibirá a cada momento una lista con todos los códigos emitidos en los últimos 14 días por personas que se contagiaron del Covid-19. Dentro de esta larga lista se encontrará “ABC-123”.
Recordemos que Bob tenía guardado dicho código en el historial de códigos recibidos en los últimos días. La app notará entonces que “ABC-123” está tanto en la lista actualizada que otorga el hospital, como también en la lista de códigos recibidos. Esto quiere decir una sola cosa: que Bob ha estado cerca de una persona infectada.
Así como “ABC-123”, puede haber varios códigos más que Alice haya emitido cuando estaba en el mercado, y que Bob haya recibido. Todos estos códigos estarán dentro de la lista actualizada otorgada por el hospital. La cantidad de códigos emitidos por Alice y recibidos por Bob, dependerá de la cantidad de tiempo que hayan estado en un perímetro cercano. Recordemos que la emisión de código es cada 5 minutos. Entonces, por ejemplo, si Alice y Bob estuvieron cerca el uno del otro durante un periodo de media hora, probablemente Alice haya emitido “ABC-123” junto a 5 códigos más, y Bob los haya recibido. La cantidad de códigos emitidos por Alice y recibidos por Bob serán un indicador de la posibilidad de que Bob haya sido contagiado por Alice: a más cantidad de códigos compartidos, más tiempo estuvieron juntos; a más tiempo juntos, más posibilidad de contagio.
De esta forma, y dependiendo de la cantidad de códigos compartidos por Alice y Bob, la app notificará a Bob que ha estado expuesto a una persona infectada, sin tener que recurrir a nombrar a Alice, ni dónde estuvieron. Próximo a esto, según la explicación de Google, Bob recibirá información sobre qué hacer.
¿Qué NO debería preocuparnos y qué SÍ?
En caso de funcionar correctamente según lo descrito, la app no estaría tomando datos personales ni de geolocalización, como muchas personas temen. De todas formas, Google no necesita de una app para hacerse de estos datos, porque ya los tiene (click aquí para ver las etiquetas que Google te ha puesto según tu perfil de búsqueda, y click aquí para ver tus datos de geolocalización).
En el comunicado de Google y Apple se asegura que la app “solo será utilizada para el rastreo de contactos por las autoridades de salud pública para el manejo de la pandemia”, y que si se advierte que el usuario corre riesgo de estar infectado, “recibirá información sobre qué hacer”. Sin embargo, ante una escalada por parte de los estados en la vigilancia y el bonapartismo, nadie puede garantizar que esto no lleve a que se tomen medidas de control más estrictas a través del uso de apps y nuestros datos, como han sido los casos, por ejemplo, de China y Corea del Sur.
La app se presenta con el objetivo de colaborar para combatir la pandemia (y toda la tecnología y la industria debería ser utilizada en función de ello), sin interferir en nuestra privacidad y nuestra localización. Pero no hay que olvidar que empresas como Google, Apple, Facebook, Amazon, etc, ya tienen estos datos sobre nosotros que utilizan para sus intereses privados. En los años venideros, probablemente veremos librarse batallas y formarse alianzas entre diferentes empresas por hacerse del monopolio de los datos, como ya hemos visto que ha sucedido contra la empresa china HuaWei.
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Esta alianza entre Apple y Google tiene otro fin más allá del que pueden mostrar en combatir la pandemia: ganar la confianza de sus usuarios. Frente al auge en tecnología informática que se viene dando en los últimos años, y con el agregado extra de que el confinamiento está aumentando el uso de apps, redes sociales y plataformas online, las empresas que generan sus ganancias a partir de los datos de sus usuarios y dominan en el mercado internacional, como por ejemplo Google, Apple, Facebook y Amazon, intentarán aprovechar esta situación excepcional para posicionarse mejor frente al mundo que se viene. Y harán todo lo posible para no perder ventaja frente a empresas chinas de la misma índole, como lo son HuaWei, Baidu, Alibaba o WeChat.
¿Por qué tienen que ser los grandes empresarios del mundo de la informática quienes tengan todo el poder de decidir qué hacer con NUESTROS datos? ¿Por qué tenemos que esperar a que una minoría rica, en función de sus intereses y especulaciones, sean quienes decidan si poner a disposición de combatir la pandemia, o no, el conocimiento y la producción que generamos las y los trabajadores?
La humanidad no puede depender de las decisiones de los grandes empresarios, que siempre priorizarán sus ganancias por encima del bienestar de la población. Tenemos que ser todas y todos los que trabajamos en las ciencias informáticas, organizados, quienes podamos ofrecer cientos de soluciones como la propuesta por Google y Apple, y decidir de forma horizontal y transparente, junto a los usuarios, en qué serán utilizados sus datos. Tenemos que ser las y los trabajadores quienes nos hagamos del control de la producción y, tomando los recaudos que se consideren necesarios, pongamos todo el conocimiento, la creatividad y la industria, en función de combatir la pandemia.