El líder de Patria Grande busca el voto de quienes rechazan el acuerdo con el FMI; pero sus diputados votaron el ajuste del Presupuesto 2023 que armó Massa con las pautas del Fondo. A la vez, Grabois afirma que si Massa gana en unas PASO y acepta algunas condiciones, lo va a apoyar. Su ataque a las ideas de la izquierda trotskista es la contracara de su defensa del régimen capitalista, al que se integra cada vez más.
Martes 18 de abril de 2023 08:31
En las últimas semanas, Juan Grabois -precandidato a presidente por Patria Grande en el Frente de Todos- ha radicalizado un poco su discurso, en el contenido y en las formas.
En cuanto al contenido, Juan Grabois agarró de manera light algunos planteos propios de la Izquierda, como lo es el rechazo al acuerdo con el FMI. Incluso tomó una expresión de Nicolás Del Caño y llamó "lamebotas" de Estados Unidos a quienes aprobaron el pacto con el Fondo, entre ellos, el ministro Sergio Massa. A su vez, esta semana difundió el fragmento de una entrevista donde ataca las ideas de la izquierda trotskista, ya que busca contener la fuga de votos desilusionados con el Frente de Todos, que van hacia el Frente de Izquierda Unidad.
En cuanto a formas, Grabois se permitió gritos y algunos insultos, al estilo Javier Milei, con la reaccionaria periodista Cristina Pérez. No es que comulgue estas ideas, pero lo ve así: "cualquier tipo, se diga de izquierda o de derecha, que grite un poco y putee va a ser muy seductor, por eso el planteo de Milei es seductor".
Más allá de lo que predica y cómo lo predica, y a pesar de buscar su juego propio, al pedir que el Frente de Todos defina sus candidaturas en unas PASO: en los hechos, nada ha cambiado en la ubicación política de Juan Grabois, ni del frente Patria Grande, en relación a que no enfrentan ajuste que descarga su gobierno, sobre el pueblo trabajador y pobre. Por el contrario, lo acompañan.
Los diputados y la diputada de Patria Grande votaron a favor del Presupuesto 2023, que armó Sergio Massa bajo las pautas del FMI: con recortes en vivienda, educación, salud y partidas sociales. Sobre los lineamientos de este Presupuesto se apoya también la ministra Victoria Tolosa Paz, cuando impulsa el recorte en el programa Potenciar trabajo o en la Tarjeta Alimentar.
Juan Grabois, en su rol de referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) -junto al Movimiento Evita- mantiene en tregua a los movimientos sociales oficialistas, para que no luchen siquiera contra estos recortes, ni contra el aumento en la pobreza y precariedad laboral, que denuncian de palabra.
En cuanto al juego electoral, aunque mantiene su precandidatura a presidente (mientras espera que el kirchnerismo lance un candidato propio para bajarse), Juan Grabois volvió a afirmar: "Yo, si gana Sergio Massa las PASO y acepta algunas condiciones elementales, lo voy a apoyar", dijo en una entrevista radial.
¿Por qué llamar a confiar en la palabra del ministro Sergio Massa? Si en menos de un año profundizó el ajuste del exministro Martín Guzmán y garantiza, por distintas vías, una permanente transferencia de ingresos desde el pueblo trabajador y pobre, hacia el bolsillo de los grandes grupos económicos. Apoyándose también en la oposición de derecha.
Al final del juego, es más que probable que Juan Grabois -por ahora el único precandidato en lanzarse dentro del Frente de Todos- termine metiendo gato por liebre en la urna.
Juan XXIII: predica por izquierda y contra la izquierda
En la misma entrevista, Grabois se mostró rupturista del acuerdo con el FMI, en una pose un poco más a la izquierda que La Cámpora. Ahí fue que dijo: “Nadie te respeta si lamés botas. No podés negociar si vas en la actitud de lamebotas. Mañana, asumo a la presidencia y digo suspendemos los pagos, este programa no sirve para nada, vamos a ir a todos los foros internacionales a plantear que acá hubo una estafa. Acá nos estafaron y no podemos pagar".
Lo cierto es que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad -FIT-U- fue la única fuerza política nacional que impulsó movilizaciones contra la estafa de la deuda y el acuerdo con el FMI, en unidad con a otras cientos de organizaciones políticas y sociales. Ni Juan Grabois, ni Patria Grande, se jugaron a movilizar contra el acuerdo del FMI, ni antes, ni después de la votación en el Congreso.
A su vez, los únicos que votaron en bloque contra este acuerdo, fueron los diputados y diputadas nacionales del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, con las bancas de la precandidata a presidenta Myriam Bregman, de Nicolás Del Caño, Alejandro Vilca y Romina del Plá.
No se puede decir lo mismo del bloque de diputados nacionales de Patria Grande. El diputado nacional Itaí Hagman, primero cedió su lugar en la comisión de presupuesto, para que otro legislador del Frente de Todos aprobara el dictamen, y luego Hagman votó abstención en la cámara de diputados. Junto con La Cámpora, estudiaron bien las cuentas, para rechazar el acuerdo, pero no poner en peligro ni su tratamiento, ni su aprobación.
La precandidatura de Juan Grabois quiere volver a ilusionar a un sector de votantes que en las últimas elecciones legislativas del 2021 apoyaron al Frente de Izquierda Unidad, luego de ver y vivir en carne propia que el Frente de Todos no cumplió ninguna de sus promesas de campaña, a pesar de haberse postulado como los que iban a revertir la herencia desastrosa del macrismo.
Por eso no es casualidad que este domingo, Juan Grabois difundiera desde sus redes sociales, un fragmento de una entrevista donde ataca a la izquierda. "Vos le preguntás a cualquier dirigente trotskista, ¿ustedes van a hacer la revolución? Y te mirán... ni siquiera está en su horizonte real generar transformaciones conforme a su programa" -calumnia Grabois.
Existe un consenso muy amplio en la población, sean o no votantes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, al respecto de que la izquierda trotskista en Argentina es consecuente: "defienden con el cuerpo lo que dicen con el pico", como le gusta decir de sí mismo a Juan Grabois. Ese es el perfil que busca atacar con sus declaraciones.
Pero la izquierda ha conquistado ese lugar, ante los ojos de amplios sectores de la población, en base a estar presente en cada una de las luchas de la de juventud, de las mujeres, del pueblo trabajador y de las familias sin techo.
Sin ir más lejos, la semana pasada Nicolás Del Caño participó de un nuevo corte en la autopista Panamericana, junto a las trabajadoras y trabajadores de la fábrica Mondelez, quienes pelean contra los despidos y el aumento en los ritmos de explotación. Consecuentemente, la izquierda trotskista se enfrenta a la reforma laboral que la oposición de derecha quiere extender a nivel nacional, y que el gobierno del Frente de Todos viene permitiendo que se aplique en los hechos.
A su vez, el FIT-U levanta un programa para enfrentar hasta el final este intento de las grandes patronales y del propio FMI, de barrer con todos los derechos laborales que la clase obrera conquistó en años de lucha. Con una propuesta que también busca dar vuelta el aumento en la informalidad laboral y el pluriempleo, que creció enormemente durante el gobierno del Frente de Todos. Pelear por la reducción de la jornada laboral -6 horas, 5 días- sin rebaja salarial, que, de aplicarse solo en las principales empresas del país, generaría más de 1 millón de puestos de trabajo genuino.
Por otro lado, la perspectiva de conquistar un Gobierno de los trabajadores y el pueblo, en ruptura con el capitalismo, con la movilización revolucionaria de millones, es el horizonte estratégico de la izquierda trotskista. Por lo que consecuentemente, mantiene su independencia política de todos los gobiernos; y se diferencia de la casta política y de los políticos tradicionales, rechazando cualquier privilegio al donar sus dietas de diputados y rotar en sus bancas. Al mismo tiempo que impulsa la unidad y la organización democrática e independiente del pueblo trabajador y la juventud, apostando a la única fuerza social capaz de dar vuelta la historia y tomar en sus propias manos, las riendas de la economía, para ponerla al servicio de las necesidades de las grandes mayorías.
Es por esta ubicación independiente, que la izquierda tiene las manos libres para pelear y acompañar a las familias sin techo o los trabajadores que luchan por sus derechos. Juan Grabois y Patria Grande, por el contrario, se encuentran cada día más integrados al régimen capitalista argentino. Por la vía de ser parte del gobierno del Frente de Todos. Y por la vía de atar a los movimientos sociales al Estado, garantizando la paz social.
Curiosamente Juan Grabois planteó su propia contradicción en el programa de radio Futurock. Ahí dijo: "Desde el día uno del gobierno del Frente de Todos… aunque la presidenta hubiera sido Cristina, no hubiese sido muy distinta la cosa. El movimiento social cuando no tensiona, cuando está absolutamente adaptado a las condiciones del Gobierno, cuando está incorporado a la estatalidad de manera plena, pierde su capacidad creativa".
Ante este diagnóstico, no plantea ninguna solución.
El ataque de Grabois a las ideas más profundas y a la pelea consecuente de la izquierda trotskista, es la contracara de su defensa del régimen capitalista, al que se integra cada vez más "plenamenta".
Esperando el Milagro
"Hasta que no aparezca alguien que diga que vamos a cancelar el acuerdo criminal con el FMI, hasta que no aparezca alguien que diga que le vamos a dar un terreno a cada familia que no tenga vivienda, hasta que no aparezca alguien que diga que vamos a urbanizar todos los barrios, aunque cada año tengamos que poner un impuesto a las grandes fortunas. Mientras que a ellos les de vergüenza decir estas cosas, yo soy candidato para estas elecciones", dijo Grabois también por radio.
Aunque también dijo: "Wado-Massa, banco. Massa-Wado, no banco", especulando ante cuál formula bajaría su propia precandidatura.
La encrucijada que ofrece Grabois consiste en plantear una política distinta a la que viene llevando adelante su Gobierno, pero utilizando las mismas formulas de siempre.
¿Por qué Eduardo Wado De Pedro o cualquier otro candidato o candidata de La Cámpora, irían a cancelar el acuerdo criminal con el FMI, si hasta el momento han acompañado la orientación del gobierno que legalizó la estafa macrista?
¿Por qué un gobierno kirchnerista tomaría un camino distinto a la represión que ya desplegó Axel Kicillof ante crisis habitacional en la provincia de Buenos Aires, cuando cientos de familias ocuparon tierra ociosa para vivir?
Aún más: ¿Por qué Patria Grande pelearía consecuentemente por la vivienda, si votó a favor del ajuste en estas partidas dentro del Congreso de la Nación?
La respuesta de por qué el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, sí llevaría adelante su programa -trabajo genuino para todos y todas, un plan de obras públicas para construir viviendas populares en base al no pago de la estafa de la deuda, etc- está en su perfil verdaderamente combativo y consecuente. Para lograrlo, necesitamos construir y organizar la fuerza social capaz de llevar todo esto adelante.