La empresa consiguió el preventivo con la colaboración de la Secretaría de Trabajo y la conducción del gremio de Alimentación. Buena parte de los trabajadores no quieren firmar el “trato individual” de rebaja salarial habilitado por el acuerdo marco. Las mujeres siguen codo a codo con sus compañeros. Momento de no entrar en provocaciones, seguir unidos y organizados democráticamente.
Sábado 1ro de marzo 16:25
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1. Últimas noticias
El histórico conflicto de la fábrica más grande del Grupo GTA no terminó, solo entró en una nueva etapa. Resumamos las últimas novedades.
El martes se realizó una multitudinaria asamblea que dejó un sabor amargo. Como denunciaron en el mismo salón muchos trabajadores: “metieron miedo que aceptábamos o se venían 400 despidos y cerraban la planta 30 días”, “no está por escrito la propuesta”, “nos impusieron un método de votación por urna que pidió la empresa y el ministerio, nosotros veníamos votando en asamblea”, “dejaron votar gente de administración que no correspondía”. A pesar de todas esas presiones y maniobras, el resultado fue ajustadísimo: la diferencia a favor del Sí fue de 28 votos entre 700. El secretario general Miguel Klenner se tuvo que ir escoltado por la policía provincial en medio de la bronca de trabajadores y mujeres.
El miércoles la audiencia en el ministerio también fue larga. La empresa siempre busca sacar una tajada más. Muchas horas sin información a las familias. Finalmente se firmó el “acuerdo marco” que le permite al empresario De Grazia recortar salarios. Por un lado el presentismo y por otro un “plus salarial” que hace más de 20 años está en el convenio. Como implica la quita de un derecho adquirido ese punto necesita de un segundo paso donde lo firme individualmente cada trabajador (o inicie juicio para que se respete ese derecho adquirido). El acta además plantea la posibilidad de flexibilizar las jornadas y condiciones laborales. Al mismo tiempo, como exigieron los trabajadores, implica la reincorporación de los 80 despedidos y el compromiso de no despedir por un año “sin causa o por motivos económicos”.
El jueves la fábrica reabrió, confirmando que el “cierre por un mes” había sido un chantaje. Reingresaron los despedidos. Volvió la faena. Pero también empezaron los aprietes para que cada trabajador firme la rebaja. Si la acepta, recibe una “indemnización” en cuotas con montos que se “esfuman” en algunas semanas. Si no lo hace, comienza la presión para que acepte un “retiro voluntario”, una forma de despidos encubiertos que busca debilitar la organización obrera. Recursos Humanos aprieta para que sean “ya” y “sin asesoramiento”. A pesar de todas las maniobras gran parte de los trabajadores no aceptan la rebaja.
2. Una lucha histórica
La planta de La China sigue “caliente”. Pero paremos un minuto la pelota. La lucha de GTA, como hemos reflejado desde La Izquierda Diario, ya es histórica.
Primero, porque nunca en esta ciudad se vió a obreros industriales ponerse de pie y enfrentar con dureza al grupo más empresario más poderoso de la provincia.
Segundo, porque también tuvieron que enfrentar a las principales fuerzas políticas que se pusieron del lado de Joaquín De Grazia, desde la Secretaría de Trabajo (Milei-LLA) hasta los gobiernos provincial (Frigerio-Cambiemos) y municipal (Lauritto-PJ), pasando por las conducciones de la Federación de la Alimentación, que ya había pactado en las otras plantas (el sindicato local fue empujado al conflicto hasta que se jugó a imponer el acuerdo).
Tercero, porque apelaron a los métodos históricos de la clase trabajadora: la asamblea, la huelga, las marchas, el acampe, la solidaridad de otros gremios y de la comunidad. Las asambleas diarias encabezadas por delegados fueron el método en la mayor parte de la lucha. Por eso el malestar por la forma en que se resolvió el “acuerdo”.
Cuarto, pero fundamental, el rol que jugaron las mujeres. Ellas sostuvieron el acampe, enfrentaron a Recursos Humanos hasta arrancar el pago de la “cuota alimentaria” y fortalecieron la lucha cuando parecía decaer.
Quinto, la pelea constante por “no quedarse encerrados en la fábrica y salir hacia afuera” logró el apoyo de comerciantes, docentes, vecinos/as, obreros de otros frigoríficos, algunas organizaciones sociales y políticas. Por eso la impresionante marcha del domingo 23, con más de 3000 personas reventando la Plaza Ramírez, “no cayó del cielo”. Esa unidad obrera y popular es estratégica. Es clave para cualquier conflicto que quiera ganarle a la otra alianza: la que siempre hacen empresarios, funcionarios y burocracias sindicales.
Con los días se podrá hacer un balance más profundo de los aciertos y errores, pero los gurises y las leonas ya hicieron historia. De eso pueden estar seguros.
3. Una nueva etapa
Ahora se abrió una nueva etapa de la lucha. Los 1000 trabajadores están adentro, después de una experiencia muy profunda. “Todos adentro” fue una de las banderas y lo tiene que seguir siendo. De Grazia sabe que si se pasa de rosca eso puede ser un polvorín.
La estrategia y el plan de la empresa están claros. Buscará quebrar la unidad y la fuerza lograda con nuevos aprietes, con provocaciones para echar a quienes han encabezado la lucha, con atrasos en los pagos o incluso violando la ley de la que tanto habla como ya hizo en la conciliación.
Del lado de los trabajadores y sus familias es importante tener su estrategia, su plan. En ese plan, que deberán decidir entre todos, es importante apoyarse en los pilares que ya levantaron: la unidad entre todos los turnos, sectores y edades, más allá de las opiniones; las asambleas como método para debatir, tomar decisiones y después cumplirlas como un solo puño; la fuerza de las leonas y el apoyo de la comunidad.
Como dicen hoy muchos compañeros, “hay que seguir organizados y organizadas”. Además de la asamblea adentro y afuera, es importante ver cómo fortalecer los espacios donde los “activistas” y las mujeres, junto a los delegados, sigan siendo protagonistas de las decisiones, desde abajo, como hicieron en las reuniones y asambleas del acampe.
Un plan para que la empresa no avance más, defender el cuerpo de delegados de base con asambleas y recuperar el sindicato en las próximas elecciones.
4. Fuerza gurises y leonas
Desde La Izquierda Diario estamos orgullosos de haber apoyado el conflicto con todas nuestras fuerzas. Poniéndonos del único lado de la mecha que podríamos estar. Buscando viralizar el conflicto y la voz de trabajadores y familias. Acompañando las acciones. Con el viaje y apoyo de nuestros compañeros y compañeras de la Bordó de la Alimentación, MadyGraf y de quienes enfrentan los despidos discriminatorios en Shell, VW, Pilkington, que son parte del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC). También Nicolás del Caño y los diputados del PTS en el Frente de Izquierda, que acompañaron, difundieron y además presentaron un proyecto de declaración en el Congreso para que sea acompañado por otros bloques.
Ese apoyo no le cayó bien a la empresa, algunos dirigentes peronistas y la federación alimenticia, pero fue agradecido por las familias obreras. Suficiente ilustración.
Es que mientras el gobierno de Milei lleva adelante un ajuste proempresario, mientras la conducción del PJ deja pasar ese ajuste “enroscado” en sus internas, mientras la CGT y casi todos sus sindicatos nos “dejan en banda”, la lucha de GTA es un ejemplo para el pueblo de Entre Ríos y todo el país.
Hay que seguir adelante. La lucha recién empieza.