Mar sin petróleo. Greta Thumberg se hizo eco del “Atlanticazo” en Argentina

Contradiciendo la enorme oposición que durante meses manifestaron investigadores, intelectuales, referentes ambientales y la juventud movilizada frente el loteo del mar argentino y el inicio de exploración sísmica para la extracción de petróleo, el gobierno de Alberto Fernández concedió el 30 de diciembre el permiso a la empresa noruega Equinor.

La respuesta no se hizo esperar y el 4 de diciembre se sucedieron enormes movilizaciones en todo el país bajo el nombre de “Atlanticazo”. El epicentro de las movilizaciones fue en la ciudad costera de Mar del Plata, donde se prevé se inicien las exploraciones para la localización y extracción de petróleo. Miles de jóvenes, familias, pescadores artesanales, artistas, trabajadores, colectivos ambientales y de la izquierda ganaron las calles para decir “No es No”.

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En el 2019 el gobierno argentino de Mauricio Macri loteó el Mar Argentino, otorgando el llamado bloque CAN 100 para la exploración petrolera. Este bloque está ubicado en parte de la cuenca norte del Mar Argentino y cuenta con una superficie de 15 mil kilómetros cuadrados. Dicha zona fue propuesta en el 2014 como un lugar protegido por la relevancia de sus ecosistemas marinos y para conservar su biodiversidad. Esa propuesta surgió por científicos marinos designados por el propio Ministerio de Ambiente que hoy otorga los permisos de exploración sísmica. En el 2020 el gobierno actual del Frente de Todos, reformuló la concesión en beneficio de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) quién se asoció con la empresa noruega Equinor y la anglo-holandesa Shell.

Los estudios ambientales ya existentes denuncian que de realizarse la extracción de petróleo en aguas profundas y ultraprofundas, la ocurrencia de derrames es del 99%. Además, el método de localización de petróleo en el fondo marino es a través de la llamada “exploración sísmica”. Los bombardeos con cañones de aire que se utilizarían, serían el segundo mayor contribuyente de ruido subacuático, siendo el primero las explosiones nucleares y militares.

La fauna del mar sufriría daños irreversibles. La ballena franca austral, orcas, delfines, lobos y elefantes marinos como las poblaciones de peces sufrirían varamientos, desorientación, cambios de comportamiento, reducción de huevos, discapacidad auditiva y muerte.

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El Atlanticazo, nombre que hace honor a las masivas protestas en la provincia del sur de Argentina -Chubut- que derrotaron la rezonificación minera, trascendió las fronteras y recogió el apoyo y la simpatía de referentes ambientales. Greta Thumberg, activista ambiental de “Jóvenes por el Clima” fue una de ellas.

Es que las luchas ambientales recorren el mundo desde hace tiempo. La juventud viene siendo la protagonista de masivas movilizaciones contra el cambio climático. El capitalismo que destruye el ambiente está siendo cuestionado.

Para tomar un ejemplo reciente, en noviembre tuvieron lugar masivas movilizaciones en Europa luego de la fallida 26 edición de la COP26 (Convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático) en Glasgow, Escocia. Es que la mayoría de los líderes mundiales se hicieron presentes para dar discursos en defensa del planeta y no tomar ninguna medida concreta.

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Sobre esto, Diego Sacchi, periodista de la Izquierda Diario afirma: “Uno de los primeros acuerdos globales fue el Protocolo de Kioto en 1997, desde ese momento se han lanzado a la atmósfera el 50% de las emisiones totales de CO2 que han tenido lugar desde el inicio de la era industrial. Otro muy nombrado fue el acuerdo de la Cumbre de París (2015), desde ese año se registraron los mayores incrementos en las emisiones de CO2 de la historia del capitalismo”. Y continúa: “Para que estos acuerdos fracasen actúa el lobby de las grandes multinacionales. Un informe global realizado por InfluenceMap revela que ExxonMobil, Chevron, Toyota o BMW son parte de 50 empresas y asociaciones que se mueven para influenciar partidos y políticos con el fin de bloquear medidas contra la crisis climática”.

Como señala una declaración de jóvenes anticapitalistas de 14 países que se movilizaron el 24 de septiembre alrededor del mundo: "El calentamiento global como resultado de la producción capitalista representa una amenaza directa para la vida de cientos de millones en las próximas décadas. Pero en lugar de sucumbir a la desesperación y la desmoralización climáticas, debemos canalizar nuestra frustración hacia la lucha para derrocar el sistema capitalista. No es demasiado tarde para evitar niveles catastróficos de calentamiento. Pero no debemos hacernos ilusiones en los partidos del capital para hacer los cambios que necesitamos. Solo la clase trabajadora y sus aliados tienen el poder de construir un nuevo sistema en interés del conjunto de la humanidad."

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