Narra la historia de dos estudiantes de Monterrey asesinados por el Ejército y posteriormente incriminados como sicarios. El rol de las fuerzas armadas en la “guerra contra el narco”.
Martes 20 de agosto de 2019 00:05
El pasado 12 de agosto Netflix subió a su plataforma el documental Hasta los dientes, dirigido por Alberto Arnuat. Este documental narra la historia de Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo estudiantes de excelencia del posgrado del Tecnológico de Monterrey, asesinados a manos del Ejército Mexicano.
El 19 de marzo del 2010, elementos de la Secretaría de Defensa Nacional perseguían una camioneta que se detuvo en la entrada del Tecnológico de Monterrey en Nuevo León, una escena casi cotidiana en ese año en Monterrey con el estallido de la "guerra contra el narcotráfico" iniciada en 2009 por el entonces presidente Felipe Calderón.
Sin embargo, a la misma hora en que se daba el tiroteo en la calle, Javier y Jorge salían de las instalaciones del Tec. Los estudiantes fueron acribillados a balazos por los militares, quienes ingresaron al campus para golpear a los estudiantes heridos y, según las pruebas que se dan en el documental, ultimarlos con un tiro de gracia.
Tras percatarse de que los abatidos eran estudiantes del Tec, los elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) procedieron a alterar la escena del crimen: sembraron armas y declararon a la prensa que quienes habían sido abatidos eran peligrosos sicarios.
El impecable trabajo de Arnuat deja ver el lado más crudo de la militarización del país: la historia de vida de quienes sólo son cifras para el gobierno. Los números son espeluznantes: el saldo de la "guerra contra el narcotráfico" hasta el 2018 fue de aproximadamente 250.000 muertos, 37.400 desaparecidos y al menos 1.300 fosas clandestinas ubicadas.
Este documental le planta cara a la retórica de dos sexenios que ubicaban la militarización como única manera de erradicar la violencia, en el que todo joven abatido era un sicario menos. Es el caso de los dos estudiantes del Tec o la masacre de Villas de Salvárcar, que demuestran que los miles de muertos y desaparecidos son en su gran mayoría personas que nada tenían que ver con el narcotráfico.
Pero Hasta los dientes no para ahí. Evidencia profundamente el rol de las fuerzas armadas, las cuales están involucradas en desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, ligazón con el narcotráfico y las redes de trata, falsas declaraciones y manipulaciones de escenas del crimen, un elemento que terminó por estallar en 2014 con la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.
El documental es, en síntesis, un recuerdo latente de quiénes son las fuerzas armadas y de manera casi involuntaria llega a la plataforma de Netflix a unos meses de haber sido aprobada la creación de la Guardia Nacional con mando y tropas militares, federales y marinos, listos para continuar con el legado de dos sexenios de masacres a civiles, con marco jurídico y un presupuesto de 70.000 millones de pesos. Un cuerpo militar que pese a las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de que serán “confiables”, sólo el 5% de los enrolados ha pasado los exámenes de confianza.
El documental estará disponible hasta el 16 de septiembre. Invitamos a verlo, especialmente los jóvenes y mujeres que han salido recientemente a las calles a repudiar una vez más el encubrimiento del Estado a su brazo armado, esta vez en el caso de violación de una menor de edad a manos de cuatro policías de la Ciudad de México.
Es clave que retomemos estos fragmentos de memoria para recordar quiénes son y cuál ha sido el rol de las fuerzas armadas en este país, que no van a cambiar ni por capacitación ni por cursos con perspectiva de género, sino a través de ser miles y miles en las calles exigiendo la desmilitarización del país.
