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Red Internacional
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Entrevista. "Hasta que Coca-Cola no reinstale al último compañero, no vamos a parar"

Así lo definió un trabajador que la multinacional, que incumpliendo reiterados fallos de la justicia, se niega a darle tareas. Cuál es la situación actual y qué perspectivas se abren en el marco de la pelea por los puestos de trabajo. Entrevistamos a Gustavo Intrieri, abogado del Ceprodh y a Gerardo Gorosito, trabajador de Coca-Cola.

Jueves 3 de septiembre de 2020 09:00

Desde el año 2015 a esta parte, la Coca-Cola Femsa desvinculó a 180 trabajadores entre despidos discriminatorios de activistas, jubilaciones y retiros voluntarios. En este marco, la multinacional cuenta en su haber con el incumplimiento de una serie de fallos dictados por la justicia que ordenan la reinstalación de 6 operarios de la planta Alcorta, ubicada en el barrio de Pompeya de la Ciudad de Buenos Aires. Muchos de ellos, son activistas de la agrupación Marrón, opositores a la conducción burocrática y con tradición de lucha en la defensa del conjunto de los derechos de los trabajadores. Hoy, junto a sus compañeras que forman parte de la Comisión de Mujeres de Coca-Cola, siguen peleando por sus puestos de trabajo. Para conocer la situación actual en el contexto de un nuevo plan de reducción de personal, y cuales son las perspectivas que se abren con la campaña que llevan adelante para que Coca-Cola cumpla los fallos judiciales, entrevistamos a Gustavo Intrieri del Ceprodh, abogado de los trabajadores y a Gerardo Gorosito, trabajador de la multinacional.

- ¿Cuál es la situación legal de los despedidos de Coca-Cola?

Gustavo Intrieri: Actualmente son Cristian, Gustavo, José, Darío, Walter y Marcelo quienes tienen fallos firmes de reinstalación cautelar, algunos fueron despedidos por segunda vez como Walter y Cristian. Como forma de mostrar su impunidad tenemos lo realizado por Coca-Cola en el caso de Marcelo quien fue reinstalado por un minuto y medio para luego ser despedido nuevamente. En el plano legal tenemos acreditado en cada uno de los expedientes, infinidad de maniobras que jurídicamente se las define como temerarias y maliciosas. A diferencia de la actitud que tomó en agosto de 2015, reincorporando a los trabajadores despedidos de manera efectiva con fallos judiciales a favor, esta vez, la empresa Coca-Cola cambió su estrategia y pasó al total incumplimiento de los requerimientos de la justicia. Además, actúa abiertamente contra los ámbitos judiciales utilizando muchísimas maniobras para ganar tiempo y evitar cumplir con los fallos que la obligan a reinstalar a los compañeros integrantes todos de la agrupación sindical Marrón.

- ¿Podés enumerar algunas de las maniobras a las que te referís?

G.I.: Presentar en febrero 2019 un preventivo de crisis tan trucho que fue rechazado hasta por la misma Secretaría de Trabajo patronal de la era macrista, para luego articular con el sindicato SUTIAGA el despido de 32 trabajadores con la excusa de evitar el despido de un centenar. Estos despidos, en su mayoría votantes y activistas, excandidatos y fiscales de la agrupación Marrón, se dan semanas antes de las elecciones a delegados con el objetivo de debilitar a la oposición. En este acuerdo se plantea que se despide al personal menos antiguo de cada categoría o grupo laboral pero lo concreto es que la mayoría de los grupos laborales y turnos fueron modificados un mes antes del acuerdo en cuestión justamente para armar un argumento pero lo cierto es que acomodaron todo para poder despedir de manera discriminatoria a trabajadores por su activismo y su participación en la defensa de los derechos de todos los trabajadores de la planta. Más burdo fue cuando deciden trasladar a 9 compañeros con menor antigüedad a la planta Parral, para seleccionar al personal no deseado de esta última planta como fueron Marcelo y Pablo quienes habían manifestado públicamente sus intenciones de ser candidato a delegados en reemplazo de los que están por la dirección del sindicato SUTIAGA, Palavecino y Sarmiento que vienen siendo los delegados por lista única desde que se tenga uso de memoria.

Podés leer: Coca-Cola Femsa busca reducir personal y rebajar salarios en medio de la pandemia

Este accionar se vio en planta Monte Grande con Jorge y Sebastián, quienes fueron despedidos por pretender hacer uso de sus legítimos derechos al intentar ser parte de una lista alternativa a los delegados de la dirección del sindicato Sutiaga. En las causas, como decía, para no cumplir con los fallos que ordenan sus reinstalaciones primero la Coca Cola aducía no poder cumplir porque tenían una fábrica prácticamente parada sin tareas o puesto para dar, cuestión que nadie que vea lo que produce y vende esta multinacional puede creer. Luego, manteniendo el mismo argumento pidieron cambiar la medida cautelar por el del pago de salarios. Lo hicieron, a pesar de que la justicia rechazó esto categóricamente y volvió a exigirle a la empresa que devuelva sus puestos de trabajo a estos compañeros de manera efectiva. Finalmente, tras diferentes planteos y recursos que llegaron a las Cámaras de Apelaciones como órgano superior, la justicia terminó de definir que el pago de salario no es cumplimiento de los fallos por lo que debe otorgar tareas laborales efectivas. Luego la cuarentena hizo lo suyo por la suspensión de plazos y la justicia paralizada para estas causas nos encontramos ahora con la última maniobra en la que Coca-Cola accedería a otorgar tareas pero ¡oh casualidad! ve que los compañeros no están aptos físicamente para trabajar; por lo menos en la nueva maniobra y mentira que estamos viendo en el caso de Marcelo y Darío. Actualmente se suma la maniobra de pretender dejar sin salario a Gerardo Gorosito, quien tiene fallo cautelar firme de mantener el pago de salario hasta la finalización de su juicio.

- ¿A qué atribuís que Coca Cola Femsa responda de esta manera?

G.I: Así como vemos que la pandemia pone al descubierto las mayores situaciones de injusticia social, donde las grandes patronales aprovechan el momento para seguir ajustando bajo este gobierno también, para despedir y seguir atacando a los trabajadores, vemos también cómo el gobierno deja correr e incluso retrocede frente a los aprietes de los grandes empresarios como vimos con Techint, Vicentin y las grandes multinacionales. Así también vemos la mayor de las irracionalidades de este sistema expresado en que una empresa del tamaño o magnitud de Coca Cola avanzó con el plan de automatización de todas las líneas de producción desvinculando a un sector importante del personal en su gran mayoría activistas y votantes de la lista Marrón opositora mientras que lleva a que los trabajadores deban soportar ritmos de trabajo intenso durante toda la cuarentena por ser considerada esencial.

Con su misma sed de ganancia y desprecio por la vida de los trabajadores expuso a los contagios de COVID a más de 40 trabajadores de planta.

A pesar de todo y en este contexto sigue con la negativa cerrada a brindarle tareas a aquellos que como Gustavo, Cristian, Walter, Marcelo, Darío y José tienen fallos firmes de reinstalación en sus puestos de trabajo. Por lo tanto la pelea por las reinstalaciones efectivas coincide con este momento en el que la empresa a la par fuerza al personal a firmar acuerdos de desvinculación laboral, automatiza todas las líneas de producción aumentando los ritmos de trabajo sobre el personal reducido. Más que nunca se demuestra que sobran tareas dentro de la planta para que los 6 compañeros que cuentan con fallos de reinstalación firme vuelvan a trabajar lo antes posible.

- ¿Qué perspectiva ves que tienen los compañeros?

G.I.: Vivimos en un primer momento de la cuarentena que hizo más difícil la situación para salir a las calles, a la par que vemos que se expresa la derecha anti-cuarentena con las banderas de la defensa de la propiedad como lo hicieron con la empresa estafadora Vicentin, además de proclamar la vaga defensa de la República -que no es más que el programa de defender los privilegios de los poderoso- y por otro lado un gobierno que retrocede ante esos sectores que imponen su poder de veto ante cualquier posible medida que no sea en función de seguir priorizando sus ganancias y privilegios. Por eso en este contexto la campaña contra lo que hace Coca Cola y por el cumplimiento de los fallos judiciales es una necesidad.

Hay que ponerle un freno a estas multinacionales y grandes patronales, y la forma de hacerlo es peleando en las calles y con una gran campaña para que todo el mundo se entere que Coca Cola discrimina, despide y no cumple con los fallos que dicta la justicia. Esta pelea es con toda la familia, porque detrás de cada trabajador hay una familia.

Las mujeres dentro de esta lucha son fundamentales: con su fuerza y persistencia se organizaron en la Comisión de Mujeres, decididas a estar al frente de la pelea por los puestos de trabajo, contra los despidos, y hasta debieron enfrentar la cobarde represión bajo el gobierno de Macri. Con su fuerza, la de los compañeros que siguen peleando por sus puestos de trabajo, el apoyo de los trabajadores de Coca Cola que siguen trabajando en peores condiciones junto a la fuerza de todos los trabajadores que sean solidarios con esta lucha, todos aquellos que vienen sufriendo ataques se puede lograr que se cumplan de una vez por todas los fallos judiciales y se recuperen puestos de trabajo.

"No vamos a bajar los brazos"

Como parte de esta campaña y de que se conozca la voz de los trabajadores que pelean por sus puestos de trabajo en Coca-Cola, entrevistamos también a Gerardo Gorosito que nos comenta cómo vive esta situación de incertidumbre en el marco de la pandemia. Él es oriundo de Lanús Oeste, tiene 47 años y es trabajador de Coca-Cola Femsa desde hace 25 años.

- ¿Cómo es tu situación laboral actual?

Gerardo Gorosito: Mi situación es muy similar a la de muchos trabajadores de Coca-Cola. Cuento con un fallo cautelar de la justicia para que la empresa me designe tareas que no implique agachar y levantar pesos. Luego que la empresa se negara a cumplir con el fallo, se dispone que mientras tramite el juicio siga percibiendo salarios aunque no preste servicios. La empresa Coca-Cola, que no cumple con los fallos de muchos compañeros, ahora intenta nuevamente dejarme sin salario notificando a través de un telegrama que empieza a regir la reserva de puesto a pesar de lo que dice el fallo cautelar. La misma es una maniobra burda donde refleja que les importa muy poco dejar en evidencia su actitud de perseguir y discriminar a cada uno de sus trabajadores, y en el marco de esta pandemia que acecha al mundo. Cada una de sus maniobras, las lleva adelante con ayuda del sindicato Sutiaga y el cuerpo de delegados, que dejan pasar a diario los ataques.

- ¿Cómo te perjudica esto en tu vida cotidiana?

G.G.: Muchísimo ya que soy sustento de mi familia. Tengo un hijo de 16 y mi madre de 78 años con muchos problemas de salud que no puede moverse por sí misma y requiere una atención y cuidado permanente desde hace un año, lo mismo mi padre que tiene 80 años. Ambos requieren de mi ayuda económica y en términos de cuidados, por eso es totalmente inhumano que la empresa quiera dejarme sin ingresos en esta situación tan difícil de pandemia y crisis económica.

- ¿Qué le dirías a tus compañeros?

G.G.: Que necesitamos su apoyo; les quiero decir que no podemos permitir ser siempre la variable de ajuste en esta empresa multimillonaria, que batió récord de ventas años anteriores a la pandemia y hoy pretenden que seamos los trabajadores nuevamente los perjudicados. Yo soy parte de la agrupación Marrón y eso me da mucha fuerza para seguir. No vamos a bajar los brazos; es necesario que esta crisis la paguen ellos los empresarios, cada trabajador debe recuperar sus puestos de trabajo y hasta que no reinstalen al último compañero no vamos a parar.