Eduardo Bolsonaro, hijo del ultra derechista Jair Bolsonaro, planteó la necesidad de implementar una dictadura en Brasil si la población sale a las calles a expresar su descontento como en Chile, afirmando que "si la izquierda se radicaliza hasta ese punto, tendremos que dar una respuesta, esa respuesta puede ser un nuevo AI-5, puede ser una legislación aprobada por plebiscito".
Sábado 2 de noviembre de 2019
¿Qué es el AI-5?, El Acto Institucional número 5 (AI-5) es aquel que daba poderes extraordinarios al Presidente de la República y suspendía varias garantías constitucionales durante el periodo de la dictadura militar, dando así libertades al gobierno para cometer crímenes de lesa humanidad si así lo determina el presidente, dando total impunidad para actos como: secuestrar, aislar, torturar, violar y asesinar a la población civil.
Declaraciones que tuvieron repercusiones, recibiendo criticas de diputados de partidos políticos y jueces del tribunal supremo de su país, quienes condenaron de forma unánime las palabras del actual diputado de Brasil.
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre se manifestó a través de un comunicado en el que sostuvo que el respeto entre poderes es "intocable desde el punto de vista civilizado". "Es absurdo ver a un agente político, fruto del sistema democrático, hacer cualquier tipo de incitación antidemocrática, esa afronta a la Constitución es inadmisible", señaló.
Por su parte, los nueve gobernadores de los estados del noreste del país han instado en un comunicado conjunto a "defender la democracia", algo "fundamental para que haya paz y prosperidad en Brasil". "¡Dictadura nunca más!", dijeron.
Asimismo, diversos partidos de la oposición anunciaron que presentarán una petición formal para que el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados para que Eduardo Bolsonaro sea suspendido de su cargo.
Al respecto el diputado no le quedó otra salida que pedir disculpas públicas.
La verdadera cara de la derecha
No es de extrañar que la derecha desde siempre apoye las dictaduras implementadas en los diferentes países del continente. Fue el mismo Sebastián Piñera quien dio un discurso hace 20 años en apoyo de Pinochet, quien estaba en Inglaterra arrestado por implicación en los delitos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas ocurridos durante la dictadura militar.
Y tan sólo la semana pasada vimos a las diputadas Camila Flores y Erika Olivera destruyendo las fotografías de los inocentes asesinados por agentes del estado durante el Estado de emergencia, así mismo la diputada Pinochetista Camila Flores este año salió en defensa de la estatua del comandante Merino, miembro de la junta militar en dictadura.
Por tanto, es una hipocresía cuando la derecha dice “defender la democracia”, bien sabemos cuál ha sido la respuesta que históricamente ha tenido cuando el pueblo se organiza para exigir sus derechos y sale a luchar a las calles.
Asimismo, el cinismo de la derecha se puede observar aún más con el terrorismo de Estado en la Araucanía, donde día a día las fuerzas especiales reprimen a mujeres, niños y ancianos. En este sentido, Piñera que tanto se jacta de defender los Derechos Humanos, sale en apoyo de las instituciones que justamente arrasan con los DD.HH del pueblo Mapuche, y ahora en las últimas semanas han asesinado y desaparecido a población civil durante el estado de emergencia.
Es ahora cuando muestran su peor cara mientras dicen “defender la democracia”, junto con la hipocresía del gobierno, los empresarios dicen que “hay que soltar un poco de plata”, pero nunca estarán dispuestos a ceder su poder. Por eso, para acabar con la herencia de la dictadura hay que sacar a Piñera y liquidar este régimen que sólo favorece los ricos a costa de nuestras vidas. Planteamos entonces la necesidad de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, pero sabemos que, para derrotar realmente a Piñera, luchar contra este régimen y enfrentar la resistencia de los empresarios, es necesario que la clase trabajadora cuente con sus propias herramientas de auto-organización, coordinadoras y comités, partiendo por instancias para organizar la lucha como las Asambleas en las diferentes comunas y regiones del país, sólo así forjaremos un gran poder obrero y popular.
