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Red Internacional
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Córdoba. Histórica movilización en defensa de la Universidad Pública

Estudiantes, docentes, y no docentes de la Universidad de Córdoba protagonizaron este 23 de abril, una jornada que puede calificarse de histórica. Desde Ushuaia hasta Salta, casi un millón de manifestantes ganaron las calles para decirle NO al plan de ataque de Milei a la Universidad Pública. No se recuerda una movilización con tal extensión nacional y cantidad de participantes en los últimos 40 años. Se abre una discusión estratégica sobre cómo seguir la lucha contra Milei y sus aliados.

Miércoles 24 de abril 17:23

Estudiantes, docentes, y no docentes protagonizaron este 23 de enero, una jornada que puede calificarse de histórica. Desde Ushuaia hasta Salta, casi un millón de manifestantes ganaron las calles para decirle NO al plan de ataque de Milei a la Universidad Pública. No se recuerda una movilización con tal extensión nacional y cantidad de participantes en los últimos 40 años, ya que fue superior a los ya masivos 8 y 24 de marzo.

En la Ciudad de Córdoba, decenas de miles de estudiantes, docentes y no docentes de cada una de las facultades de la UNC como así también de los colegios preuniversitarios, trabajadores de los SRT y CONICET se movilizaron desde el monumento a la Reforma del ’18 en el acceso a Ciudad Universitaria hasta la esquina del Patio Olmos, acompañados por delegaciones de algunos gremios y movimientos sociales, y recibiendo el apoyo de la gran mayoría de la población. Estudiantes secundarios de distintas escuelas provinciales, distintas escuelas de la Universidad Provincial, instituciones terciarias o estatales que están en lucha fueron parte de un rechazo contundente al ataque a la educación.

Trabajadores de Luz y Fuerza, que se organizaron desde abajo, llevaron su cartel con la inscripción "trabajadores de EPEC en defensa de la universidad pública, laica, gratuita y de calidad", todo un símbolo de esa unidad que expresó el Cordobazo y que también alzó como bandera la Juventud del PTS: “Estudiantes por un nuevo Cordobazo”. El apoyo masivo reflejó que es una causa popular: almacenes con carteles "yo apoyo la educación pública " e intervenciones espontáneas en los barrios cercanos a la movilización.

Es que en Argentina y particularmente en Córdoba, la Universidad es una de las pocas instituciones que cuenta con un gran prestigio y es sentida como un patrimonio a defender. Son millones los y las jóvenes que con gran esfuerzo apuestan a mejorar su presente desarrollando una carrera universitaria, así como son millones las familias que acompañan a esa juventud que la pelea. Pero además, la movilización actuó como catalizador de múltiples descontentos con una política que lejos de atacar a la “casta” carga sus armas contra las mayorías trabajadoras y sectores medios, inclusive a aquellos que votaron a Milei.

El gobierno de Milei con su “motosierra y licuadora” provocó a un gigante que estaba dormido, un gigante que ha protagonizado hechos históricos como la Reforma Universitaria de 1918 y el Cordobazo del ’69, y que empieza a despertar.

¿Qué perspectiva se abre?

No podemos afirmar que la dinámica que se abre nos presente nuevas gesta de magnitud, pero tampoco podemos descartarlo. Está planteado al seno del movimiento que hoy entró en la escena masivamete un combate por cuál es su perspectiva. La movilización, lejos de lo que quieren hacer creer desde las alturas, comenzó a surgir este caluroso verano de 2024 con esos y esas primeras estudiantes que se organizaron para movilizarse contra el ataque a la cultura, el DNU de Milei y la Ley ómnibus, y allí estuvieron también algunas centenas, en el limitado paro del 24E.

Con el inicio de los cursillos, surgieron las asambleas en Artes, Filosofía y Humanidades, Exactas, entre otras facultades. Desde los colegios preuniversitarios la docencia le arrancaba al gremio universitario, ADIUC, el primer paro para defender a la universidad y exigir aumento de presupuesto. Corrían en el calendario el 8 y el 24 de marzo, que volvería a sacar a las calles a esos estudiantes refractarios al derechismo gubernamental. Ya corriendo abril, la Asamblea de Artes, Filo y CONICET harían un gran festival solidario cuya recaudación de fondos iría directo al fondo de lucha de los y las despedidas del estado nacional. Reemergía como un fantasma que recorre Córdoba, la unidad obrero-estudiantil.

Sin embargo, a pesar de que la marcha surgió por la fuerza de las y los de abajo, las autoridades del Rectorado, junto a la vaciada Federación Universitaria de Córdoba en manos de los radicales amigos de De Loredo. y con la anuencia de ADIUC (y los centros de estudiantes) conducidos por sectores que responden al kirchnerismo, tomaron decisiones de manera inconsulta con sus bases.

Desde el vamos, convocaron a las 11hs, un horario laborable que dificultó que miles de profesionales, estudiantes o trabajadores que cursaron en la UNC o quieren que sus hijos estudien allí, se movilizaran.

ADIUC, planteó públicamente que no acordaba con el horario, pero puso por delante “la unidad” y quedó entrampado en la mayoría impuesta a puertas cerradas por las autoridades. No buscó apoyarse en las bases, que rápidamente expresaron su enorme descontento. Si hubieran hecho público este debate, construyendo democráticamente tanto el horario como las demandas, el resultado hubiera fortalecido la movilización y su continuidad.

En segundo lugar, no dispusieron siquiera de un escenario acorde a la magnitud de la movilización, generando desconcierto cuando las columnas universitarias bajaban por la Yrigoyen y se encontraban con la nada misma porque las conducciones burocráticas ya habían desconcentrado.

No se descarta que inclusive, hayan acordado con el gobierno Llaryora, gran aliado de Milei, evitar el cierre total de la arteria céntrica lindante al Patio Olmos, y evitar una foto de mayor contundencia. Los drones sobrevolaban desde temprano y “la foto” estaba cantada.

Las autoridades de la Universidad, la conducción de ADIUC (gremio docente), las conducciones de agrupaciones estudiantiles que dirigen los centros de estudiantes vaciándolos de todo contenido, buscaron y buscarán controlar el movimiento que empieza a surgir. Propondrán (como ya defienden el “autoajuste”) conformarse con alguna migaja presupuestaria. Cabe señalar que sectores que hoy se movilizaron como el radicalismo o el peronismo (ya sea nacional o provincial) impulsan la flexibilización laboral, apoyan el ajuste de Milei, se aprestan a firmar el Pacto de mayo y defienden la nueva ley ómnibus. Están dispuestos a “defender la educación pública” con el hambre de jubilados y laburantes. Por eso las calles dijeron NO y uno de sus referentes, el radical Rodrigo De Loredo, fue abucheado en plena movilización.

¿Cómo seguirla?

No se puede dejar en manos de “las autoridades” o las conducciones burocráticas la continuidad de este movimiento, hay que desarrollar asambleas en todas las facultades, profundizar y llegar a más estudiantes allí donde ya existen, llenándolas de participación de quienes hoy se movilizaron, cada estudiante, docente y no docente debe ser protagonista. El gobierno está golpeado por la fuerza que expresó esa movilización, y para no disiparse tiene que seguir organizada en asambleas en cada facultad con la perspectiva de la coordinación entre facultades y entre todos los sectores atacados por un ajuste que vía inflación que licúa salarios y jubilaciones, mediante los tarifazos, o las propuestas de reforma laboral que quitan derechos. Las asambleas interfacultades e interclaustros que impulsaron las masivas movilizaciones de 2005, 2010 y 2018 son experiencias para recuperar y poner en valor en esta perspectiva.

¿Podemos luchar por el presupuesto universitario sin enfrentar el ataque de conjunto y mirar para otro lado mientras avanzan con los De Loredo o los Llaryora hacia el pacto de Mayo? Las fuerzas están, desarrollemos el movimiento en defensa de la Universidad y por derrotar el conjunto del plan de Milei, el Pacto de mayo y sus leyes contra los trabajadores y el pueblo.

El día en que se trate la nueva ley ómnibus que ataca a los jubilados, convalida el fraude laboral, así como la reforma laboral propuesta por los radicales entre otras leyes reaccionarias que se debatirán estos días en el Congreso, hay que prepararse para derrotarlas movilizadas y movilizados, como ya hicimos con la primera Ley ómnibus.

Este contundente rechazo en todo el país, tiene que ser un paso dentro de un plan de lucha general que se proponga tirar abajo el ajuste de Milei y sus aliados del PJ y la UCR.

Un nuevo paro nacional activo, preparado desde abajo y con movilización que muestre otra vez la potencia de las “fuerzas de la tierra” debe incluirse en parte de ese plan de lucha cuya perspectiva sea la huelga general para tirar abajo todo el ataque de Milei no sólo a la educación, sino a las jubilaciones, los salarios, los derechos laborales, de la juventud, derechos de las mujeres y la diversidad sexual.

En la previa a la movilización, desde las agrupaciones impulsadas por la Juventud del PTS dimos la pelea junto a decenas de estudiantes independientes en asambleas como las de Arte, Comunicación, Exactas y la Interfacultades, que compartimos la perspectiva de unir la pelea por presupuesto universitario junto al rechazo a las leyes antipopulares como la reforma laboral y el conjunto de la Ley Ómnibus y el Pacto de Mayo.

La CGT y las CTAs, deberían ponerse a la cabeza de esto ya. Las y los estudiantes de Tesis XI, La imaginación al poder, el CeProDH, Andamio, Maleza Bermeja, así como la docencia de la Agrupación Docentes D-Base y las trabajadoras y trabajadores del Movimiento de Agrupaciones Clasistas y la Asamblea por Trabajo y Vivienda junto al PTS, pondrán todas sus fuerzas sus fuerzas al servicio de consumar esta perspectiva. Hay que multiplicar las fuerzas de la tierra para tomar el cielo por asalto.


Noel Argañaraz

Legisladora provincial (MC) por el Frente de Izquierda- Córdoba

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