En el Centro Cultural Kirchner, en una reunión de gabinete ampliado le pidió a sus partidarios “salir a convencer”. Hubo aplausos, cánticos emocionados y algo de show.
Jueves 13 de diciembre de 2018 13:38
El Centro Cultural Kirchner fue escenario para un mini-show de Cambiemos que tuvo tono electoral. En una de las habituales reuniones de Gabinete ampliado, el presidente Macri arengó a su tropa.
“La Argentina va a confirmar que éste es el rumbo”, lanzó el mandatario, casi dando inicio formal a la campaña electoral de Cambiemos hacia 2019.
Los más de 1.000 dirigentes de su espacio contestaron con aplausos. El cantito de “Argentina, Argentina” volvió a sonar entre los presentes. Y el presidente, como lo había hecho hace casi dos semanas en el Teatro Colón, volvió a emocionarse. Un poco de acting nunca está demás.
Para no alterar el esquema habitual, el presidente volvió a cargar las tintas sobre las “tormentas interminables” que, en su visión, son responsables de la crisis económica y social en curso.
Sin embargo, la realidad puede más. Y Macri tuvo que admitir que “hay muchos que están enojados”.
Sin embargo, aunque los números de la economía marquen una inflación permanente y una fuerte caída del consumo, para el presidente “este camino es claro”.
Macri aprovechó para volver a festejar los escasos resultados del G20: “Todos los pronósticos venían con que no iba a funcionar, que iba a ser un caos, que no iba a haber comunicado, que no lo íbamos a poder conducir”.
“Cuanto más camino la Argentina, más siento que estamos en un momento histórico”, afirmó el presidente. Sin embargo, como se admitió desde el mismo oficialismo, cada timbreo o contacto reciente dejó la sensación de un fuerte rechazo a la gestión gubernamental.
Macri arengó a los presentes, afirmando que “si realmente todos los que estamos acá contagiamos a todos los argentinos de ese espíritu de generosidad, que juntos, aunque nos vayamos un poquito a la banquina, volvemos a la ruta y mantenemos la dirección, el límite es casi infinito”.
Cabe señalar que la gestión oficial parece haberse “ido a la banquina” en más de una ocasión. El fracaso del primer acuerdo firmado con el FMI en apenas dos meses es un botón de muestra.
En el cierre el presidente volvió a intentar transmitir optimismo. “El año que viene es un año donde la Argentina va a confirmar que este es el rumbo”.
El discurso presidencial aun tiene, por el momento, bastante de ilusión. Los números de las encuestas marcan los límites de la aceptación de la que goza el oficialismo. Mientras tanto, para la población trabajadora, el tiempo hacia la elecciones aparece marcado por los despidos, la crisis social y el aumento de la pobreza.