El paro fue masivo. Muchos compañeros se adhirieron naturalmente, otros tuvieron que asistir por presiones de la Dirección. La CICOP, organización de los médicos y profesionales llamó a parar, con lo cual el hospital estaba más vacío que un domingo. Por su parte, las direcciones sindicales mayoritarias (ATE, Salud y UPCN) no llamaron a parar ni tampoco aparecieron los días previos.
Jueves 2 de abril de 2015
El malestar se hacía sentir la semana anterior, el “sobran razones para ir al paro” sonaba en cada rincón del hospital. Se sabía que el paro iba a contar con una contundente adhesión y la mayoría de los trabajadores querían parar, pero había desconocimiento con respecto a la posición de los gremios que forman parte del hospital. Ninguno de los sindicatos se pronunció, mucho menos llamaron a asambleas para oír la opinión de los trabajadores.
Frente a este panorama de orfandad sindical, la Dirección reforzó las presiones sobre los trabajadores, llegando al colmo en el sector de internación de amenazar a los enfermeros con el descuento de dos días si no se presentaban a trabajar el 31 de marzo. Para garantizar el normal funcionamiento del Hospital -que como ya hemos denunciado es deficiente por la falta de inversión en personal, insumos y demás-, puso a disposición las ambulancias (las que en general escasean o están en mal estado) para el traslado de los trabajadores ante el paro de transporte.
Tanta devoción al carnereo se explica porque en horas de la tarde. en el día del paro nacional. aterrizaría en el helipuerto del Hospital CFK y su comitiva para atacar mediante cadena nacional a los que paramos y dar cuenta de los "logros" de la década ganada en La Matanza.
“Gracias por el agua potable” intentaban convencer unos cínicos carteles que preparaban la visita de Cristina al barrio, a la entrada del “Simplemente Evita”, a solo algunos meses de las inundaciones que sufrieron los vecinos de Virrey del Pino, Pontevedra y Laferrere (zona donde Espinoza fue abucheado por las obras no terminadas).
Finalmente y a pesar de las presiones de todo tipo, el hospital estuvo vacío. El paro nacional tuvo un altísimo acatamiento entre los trabajadores en el hospital del km 32, como lo llaman los vecinos de la zona. Los comentarios posteriores fueron en la misma dirección: “si podíamos, parábamos”, “nadie responde por nosotros”, “yo vine pero estaba de acuerdo con el paro”. Todas las opiniones sientan una base para transformar la bronca en organización.