La semana pasada Macri anunció una serie de reformas laborales y educativas para profundizar el ajuste. Este es el contexto que atraviesa una nueva elección de decano en la Universidad de Mar del Plata, que nuevamente será llevada adelante con métodos antidemocráticos.
Jueves 9 de noviembre de 2017 17:50
La semana pasada Macri anunció una serie de reformas laborales y educativas para profundizar el ajuste, y entre ellas mencionó el "esfuerzo" que tienen que hacer las universidades para reducir el gasto público. Este es el contexto que atraviesa una nueva elección de decano, que nuevamente será llevada adelante por métodos antidemocráticos.
El reparto de los puestos y rentas de la casta que gobierna la Facultad de Humanidades estará dispuesto en función de seguir administrando la miseria presupuestaria del Rectorado y Macri, mientras los miles de estudiantes y cientos de docentes que sufrimos cotidianamente las consecuencias del ajuste no podremos elegir.
Gracias a la antidemocrática composición de los órganos de cogobierno, la elección de autoridades se realiza con el voto de los consejeros por claustro, donde 6 docentes representan a 260 profesores, mientras que 1300 estudiantes tienen 4 representantes y más de 700 graduados empadronados (muchos de los cuales también son docentes en la facultad, auxiliares o becarios) tienen otros 2 consejeros. Los trabajadores universitarios directamente no están representados en este espacio.
Es esta sobrerrepresentación del claustro docente la que garantiza que elecciones como esta se conviertan en una negociación entre camarillas por espacios de poder, sin que se discuta realmente cuáles son los problemas que sufre nuestra Facultad: se dice que la educación es “pública”, “gratuita” y que todo el mundo puede estudiar si lo desea, pero sabemos que no es así. Cada vez se hace más difícil estudiar tras largas jornadas trabajando en condiciones de precariedad y con salarios que no alcanzan para nada, aunque si no tenemos trabajo financiar los estudios es casi imposible. La falta de oferta horaria producto del recorte de materias y salarios docentes no colabora, y las condiciones de cursada son pésimas por el mal estado en que se encuentran los edificios producto del desfinanciamiento a la educación.
En este marco, los representantes estudiantiles de HxEP (Nuevo Encuentro) han anunciado su apoyo a la lista de continuidad con la presente gestión, conformada por la actual vicedecana Silvia Sleimen (UCR) y el kirchnerista Federico Lorenc Valcarce. Es un apoyo explícito a una conducción recordada, entre otras cosas, por boicotear la participación de estudiantes, docentes y trabajadores de Humanidades en las marchas por aparición con vida de Santiago Maldonado negándose a dictar asueto (a pesar de los cientos de firmas con que la Juventud del PTS acompaño este pedido), y amparar al docente acosador Marcelo Lobosco frente a las denuncias de las compañeras víctimas de violencia.
Por otra parte, la lista de oposición, alineada con la nueva conducción del Rector Lazzeretti, postula a la directora de la carrera de Historia, Adriana Álvarez (PS), y a la también radical Rosalía Baltar como decana y vicedecana respectivamente. Queda claro que a la hora de rosquear cuotas de poder, no existe ninguna grieta.
En la vereda de enfrente estamos los estudiantes, que junto a muchos docentes y trabajadores universitarios en lucha somos los que realmente peleamos por defender la educación pública del ajuste y las contrarreformas que el gobierno, con la complicidad del kirchnerismo en el congreso y los sindicatos, quiere imponer.
Es por esto que desde la Juventud del PTS – Frente de Izquierda llamamos a no darle legitimidad a una elección donde está planteado mantener el régimen universitario tal cual está, donde existe una casta llena de privilegios que administra la miseria presupuestaria que otros sufren cotidianamente, y que afecta particularmente a quienes menos representación tienen. Por el contrario, desde la minoría estudiantil conquistada por el Frente IEL en las últimas elecciones debemos denunciar esta antidemocrática elección, y pelear por una verdadera democratización de las elecciones de autoridades en base al voto directo de toda la comunidad educativa (una persona, un voto). Continuaremos impulsando espacios de organización para todxs lxs estudiantes, mientras exigimos al Centro de Estudiantes que se ponga a la cabeza de organizar la lucha contra el ajuste de Macri y en defensa de la educación pública.