Este fin de semana el Eurogrupo respondió a Grecia con un ultimátum que supera por mucho las durísimas exigencias que se han hecho en estos meses. Quieren que en tres días el parlamento griego apruebe privatizaciones, aumento de impuestos y medidas de austeridad.
Domingo 12 de julio de 2015
Los líderes de la zona Euro dijeron hoy que la única forma de negociar un tercer rescate es que el gobierno de Grecia se comprometa a aprobar duras reformas en el plazo de tres días.
El primer ministro, Alexis Tsipras, deberá lograr la aprobación de varias leyes en el Parlamento para convencer a los integrantes de la zona euro de que liberen fondos de inmediato, evitar la bancarrota y comenzar las negociaciones de un tercer programa de rescate.
Para la noche del miércoles, Grecia deberá tener aprobada seis medidas profundas, incluida una reforma tributaria y de las pensiones. El paquete completo deberá ser apoyado por el Parlamento antes de empezar a negociar, señaló un borrador de decisión enviado por el Eurogrupo de ministros de Finanzas.
“Humillación o Grexit”, esta es la alternativa que el Eurogrupo le está ofreciendo a Grecia, según el corresponsal del Times. “Europa toma venganza sobre Tsipras”, es el título de tapa en The Guardian este lunes. Una “pequeña venganza tras el referéndum”, dice El País. Según el diario británico, los líderes europeos han puesto al gobierno griego ante un programa de medidas de austeridad draconianas, que implican la entrega de su soberanía fiscal, como precio a pagar para evitar el colapso y no ser expulsado del bloque del Euro.
Las nuevas medidas incluirían la puesta en marcha de un fondo de venta de activos públicos por 50.000 millones de Euros y bajo la tutela de la Unión Europea, para forzar a Grecia a ir devolviendo la deuda a medida que vaya privatizando sus activos. Incluirían además reformas más duras en el sistema de pensiones, aumento de impuestos, privatización de la electricidad, una nueva reforma laboral que afecte a los convenios y facilite los despidos colectivos, y medidas en el sector financiero y fiscal. El País dice que el precio que le pone Alemania a este tercer rescate, será difícil de digerir en Grecia.
El domingo por la noche Tsipras tuvo una reunión aparte con Tusk, Merkel y Hollande, que los periodistas que cubren la cumbre en Bruselas calificaron de un “verdadero ejercicio de tortura mental” para que acepte las medidas excepcionales que estaban poniendo sobre la mesa.
Los términos del acuerdo son mucho más duros que los exigidos a los anteriores gobiernos en estos cinco años, dicen varios analistas, como “castigo” o “venganza” por el triunfo del voto NO hace una semana.
Varios jefes de gobierno europeos dijeron que necesitaban “pruebas concretas” de que el gobierno de Tsipras iba a cumplir los compromisos, antes de embarcarse en un nuevo rescate.
Merkel dijo que lo más difícil era recuperar “la confianza” en el gobierno de Grecia. "La divisa más importante se ha perdido y es la confianza", dijo. "Eso significa que vamos a tener conversaciones difíciles y no habrá un acuerdo a cualquier precio".
El documento presentado durante el día de hoy incluía una mención a un posible "alejamiento" temporal de Grecia del euro si no cumple las nuevas exigencias para el rescate, poniendo blanco sobre negro el chantaje.
Si Tsipras acepta los términos, el parlamento griego debería aprobar el lunes el paquete en general, y antes del miércoles aprobar las leyes claves que exige la Troika.
Si se cumplen estas condiciones, en Alemania el Parlamento se reuniría el jueves para aprobar que se abran las negociaciones sobre un nuevo rescate, que podría ser de 86.000 millones de Euros.
El Eurogrupo de ministros de Finanzas se reuniría de nuevo el viernes o sábado para concretar el acuerdo.
Una humillación total para el pueblo griego
"Lo que está en juego aquí es un intento de humillar a Grecia y a los griegos, o de derrocar al gobierno de Tsipras", dijo Dimitrios Papadimoulis, un miembro de Syriza del Parlamento Europeo, a Mega TV.
Con los bancos cerrados durante las últimas dos semanas, las retiradas de efectivo racionadas y la economía al borde del abismo, algunos griegos en las calles de Atenas descargaron su indignación contra la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble.
"Lo único que me importa es no ser humillados por Schaeuble y el resto de ellos", dijo Panagiotis Trikokglou, un trabajador de 44 años del sector privado.
Grecia ya tuvo dos “rescates” por valor de 240.000 millones de euros de los países de la Eurozona, el BCE y el FMI, mientras la deuda no dejó de aumentar, su economía se contrajo en una cuarta parte desde que comenzó la crisis, el desempleo se disparó cerca del 27 por ciento y uno de cada dos jóvenes está sin trabajo.