Antiderechos. Hungría prohíbe por ley contenidos LGBTIQ+ en escuelas y la televisión

El proyecto de ley presentado en mayo originalmente establecía más penas para la pedofilia. La semana pasada el partido del primer ministro, Viktor Orbán, decidió sumarle restricciones similares a la “ley antipropaganda gay” sancionada en Rusia, como la prohibición de la educación sexual desde una perspectiva LGBTIQ+ o la aparición de contenidos en la televisión relacionados al tema. La ligazón entre el proyecto original y los agregados de último momento buscan fomentar los prejuicios más reaccionarios contra la diversidad sexual.

La medida se suma a una serie de ataques que viene llevando adelante el gobierno de Orbán, que ubicó como uno de sus principales enemigos a las personas LGBTIQ+ y hace de eso su campaña electoral. En el último año se prohibió el reconocimiento legal a autopercibir la identidad de género, se definió explícitamente al matrimonio en la constitución húngara como una relación entre un hombre y una mujer, y se prohibió la adopción de parejas homosexuales.

El martes la Asamblea Nacional aprobó la legislación por 157 votos contra uno, dado el peso que tiene conquistado en el parlamento y gracias al apoyo de partidos de derecha. Los partidos opositores decidieron ausentarse. El lunes pasado unas 10 mil personas se movilizaron en la plaza Kossuth en Budapest, frente al parlamento en repudio a la nueva ley. Es la segunda protesta en lo que va del mes.

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Según la ley, sólo determinadas organizaciones autorizadas podrán dar charlas sobre sexualidad y género en las escuelas. Un portavoz del gobierno declaró que “hay contenidos que los niños menores de cierta edad pueden malinterpretar y que pueden tener un efecto perjudicial en su desarrollo a una edad determinada, o que los niños simplemente no pueden procesar y que, por lo tanto, podrían confundir sus valores morales en desarrollo o su imagen de sí mismos o de la mundo ”.

Al parecer los términos de la ley no son precisos, por lo que incluso la exhibición de una bandera del orgullo en público podría ser punible, tal como sucede al día de hoy la Rusia de Putin. A su vez, prohíbe todos los contenidos LGBTIQ+ en la televisión a excepción de aquellos emitidos en el “horario de protección al menor”. Las organizaciones y empresas tendrán prohibido publicar anuncios en solidaridad con personas LGBTIQ+ si se considera que están dirigidos a menores.

Al día de hoy todavía se mantiene la penalización a la homosexualdiad en alrededor de 70 países en el mundo. Legislaciones como la votada en Hungría se suman a los ataques que sectores reaccionarios llevan adelante contra derechos elementales que las personas LGBTIQ+ y mujeres conquistaron con la movilización en las calles durante las últimas décadas.

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