Juventud Precarizada. IFE 4: “Si no me lo dan, no voy a poder pagar más el alquiler”

La pobreza llega al 40,9 %. Se calcula que 18,5 millones de personas viven en la pobreza y 4,7 millones están en la indigencia. Sin embargo, en septiembre el Frente de Todos presentó en el Congreso el proyecto de Presupuesto 2021 que elimina el IFE. Mientras el ministro de Economía les cedió al FMI 350 mil millones de dólares, el gobierno destinó solo 269 mil millones de pesos en las 3 etapas del IFE que se pagaron desde que arrancó la pandemia.

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Mara, integrante de La Red, dice que “Sinceramente si este mes no me pagan el IFE, voy a llegar a un nivel en el que no voy a poder pagar más el alquiler y me voy a tener que ir, y ¿a dónde me voy? A la calle porque no alcanza para pagar. Estoy pensando todos los días cómo hacer para saldar los gastos básicos que es que mis hijos coman, comprar un par de zapatillas que por andar de acá para allá ya no tengo”.

La pandemia profundizó la ya crítica situación del sistema de salud y de la juventud trabajadora. Entre la juventud ya eran problemas serios el desempleo y la informalidad: salarios muy bajos, jornadas extendidas en situaciones insalubres y sin protección social ni derechos laborales básicos.

Según la CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), en la Argentina el 34% de los trabajadores está en situación de informalidad, pero si se consideran solamente los trabajadores jóvenes, ese porcentaje asciende al 60%, es decir que seis de cada diez jóvenes que trabajan lo hacen de forma precaria.

La historia de muchxs

Nico tiene 20 años y trabaja desde los 9, tuvo varios oficios y hoy lo atraviesa la incertidumbre, “Con eso de que van a sacar la cuarta IFE va a ser peor para nosotros. O laburamos en changas o en Rappi o Glovo que ahora se fue y dejó a un montón de gente en banda. Nos dicen que somos colaboradores pero tenemos que laburar en las dos aplicaciones pedaleando hasta 12 horas para poder llegar a fin de mes”, dice Nico. La contracara de esto es la total impunidad con la que las empresas cometen fraude laboral.

Por su parte Mara, de 34 años, pasó por trabajos como vender comida en la calle, atender un kiosco, y limpieza de casas particulares, sostiene “Pensé que con el IFE me podía alcanzar pero te daban diez mil pesos cada dos meses, no podía cubrir el alquiler, por eso me mudé 2 veces buscando algo más barato. Ahora perdí el laburo de vuelta y me quedé en banda. Solo estoy con lo de la comida y voy una vez por semana a limpiar una casa”.

Tanto ella como Nico, forman parte del 57,8% de la población total de desocupados que se encuentra por debajo de la línea de pobreza. La mayor concentración se da entre los más jóvenes: el 38,8 % tiene entre 18 a 25 años y 25,4 % entre 26 a 35 años. Es decir, 2 de cada 3 desempleados/as es menor de 35 años y 68,2% del total de este grupo son pobres. Si los recursos del país se van a pagar deuda, la salud y el trabajo se derrumban y no hay como bancar un alquiler.

La precarización empieza por el Estado y alcanza a todos los trabajadores, pero alcanza a las mujeres trabajadoras con mayor gravedad. Es por eso que el género es otro predictor de vulnerabilidad laboral: el 25% de las mujeres jóvenes están desempleadas, frente al 15,4% de los varones. Promesas vacías, es lo único que reciben miles de mujeres que sostienen un hogar, una situación que ninguna Senadora de la Nación soportaría ni una semana, pero que con sus leyes, tanto desde el Frente de Todos como Juntos por el Cambio, son responsables.

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#TierraParaVivir

Un pedazo de tierra para vivir, trabajo con derechos, por una IFE de 30 mil para todos quienes la necesiten en medio de la pandemia y la crisis económica. Parecen cosas “básicas”, ¿no? Pero el gobierno no lo ve así, y la oposición macrista menos. Hay que decirlo, solo el Frente de Izquierda-Unidad pelea por estas propuestas.

“Me da mucha bronca que el Gobierno mire para el costado, encima que se dice progresista, pero van a seguir velando por los intereses de todos los ricos y los grandes terratenientes, pero ¿qué hay detrás de cada rico que se sienta a tomar una copa de champagne en un bar de puerto madero? Un empleado que está super-explotado y que le pagan dos mangos, y ahí estamos nosotros los informales, los desocupados, los migrantes, los precarizados, somos muchos y nos tenemos que organizar, con todos los que laburan en blanco que en cualquier momento también se pueden quedar sin el alquiler”, cierra Mara.

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Palabras que jamás saldrán de la boca de un dirigente de la CGT o la CTA. Y es que los sindicatos están borrados y apoyan al gobierno que pacta con el FMI. Pero desde abajo se siente otra fuerza que nace en cada joven laburante en una toma peleando por vivienda, o que recorre largos tramos con su bicicleta como decía Nico para arañar algo parecido a “llegar a fin de mes”. Pero lejos de resignarse, forman parte de La Red que plantea como principal lema “si tocan a unx, tocan todxs”. Y tampoco es casual. Porque Mara y Nico pisan la calle ante cada injusticia, marchan y bancan las luchas que les tienen a ellxs y a miles más como protagonistas. Se enfrentan a una realidad que por la crisis y las políticas del gobierno promete agravarse, ¿Y si hacemos como dice Mara, y nos unimos los informales, desocupados, inmigrantes, precarizados con los laburantes en blanco y peleamos por todos nuestros derechos?