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Red Internacional
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BAHÍA BLANCA. Impactante explosión en Polo Petroquímico de Ingeniero White: ¿hasta cuándo?

Fue pasada la medianoche y el temblor llegó hasta Punta Alta. Aunque no se lamentaron heridos, fue una enorme señal de alarma acerca de que hay que acabar de manera urgente con la impunidad que tienen estas empresas.

Viernes 28 de junio de 2019 08:40

Foto del documental de Maria Giovis (se puede ver en YouTube.)

Minutos después de la medianoche, una explosión muy fuerte en un horno de Dow Chemical hizo temblar hasta al menos 30 kilómetros a la redonda. Ante la falta de comunicación oficial que tardó más de una hora en llegar, circuló mucha información por Whatsapp y Facebook, como fotos de un supuesto incendio y audios que hablaban de 3 muertos. Esto fue prontamente desmentido, por suerte no se lamentaron heridos.

También desde la empresa afirmaron que ya se ha iniciado la investigación correspondiente, por lo cual con el correr de las horas habrá información más precisa, sin embargo el pánico colectivo que sentimos en el momento inmediatamente posterior a la explosión, muestra lo desprotegidos que estamos ante ese gigante que es el Polo Petroquímico.

Si llegamos hasta esta situación es por la complicidad política que tuvieron los gobiernos municipales, provinciales y nacionales con las empresas, desde el propio origen del Polo Petroquímico en la dictadura, pasando por todos los gobiernos de turno desde 1983 en adelante. Los grandes medios de comunicación también tienen su grado de responsabilidad, al igual que los dirigentes del Sindicato de Petroquímicos y tantos otros que a cambio de dinero se callan la boca.

En el 2000,un escape de cloro pudo haber causado una verdadera catástrofe si el viento no corría para el mar. Montones de explosiones ocurrieron desde ese entonces y las únicas medidas que se tomaron desde el poder político y la justicia fueron poner mínimas multas que las empresas ni siquiera pagan.

En los últimos años, son 9 los trabajadores muertos en los mal llamados accidentes laborales, producto de la desidia de las patronales del Complejo Portuario y Petroquímico: Nicolás Biernat, Ernesto Monterroso, Juan Cruz Manfredini, Ariel Quinteros, Cesar Benítez, Adrián Valente y Pablo Díaz.

La lista sería mucho más larga si sumamos a quienes sufrieron cáncer o enfermedades respiratorias por el veneno que lanzan las empresas al aire y al agua. Las multinacionales se llevan millones de dólares al exterior, ¿y a nosotros que nos queda? ¿Cuánto más podemos seguir así?

Está claro que la solución no va a venir desde quienes nos vienen gobernando desde el 83 y están pagados por las empresas del polo. Este llamado de atención nos tiene que servir para que de una vez por todas dejemos de ver pasivamente cómo una minoría de políticos millonarios venden nuestro futuro, mientras las riquezas se van al exterior.

Tenemos que exigir que tanto el Polo Petroquímico como el Complejo Portuario vuelvan a ser del Estado y que estén bajo control de un Comité Técnico de Seguridad e Higiene compuesto por especialistas de la UNS, trabajadores y vecinos de White que puedan diseñar un plan para cumplir las más rigurosas normas de cuidado del ambiente y controlar su cumplimiento. Solo así podemos estar seguros de que la sed de ganancia de unos pocos, no van a poner en riesgo la vida de miles. Las riquezas generadas en esas enormes plantas podrían ser destinadas a resolver las urgentes necesidades sociales de vivienda, salud, educación, trabajo, infraestructura, etc.

Es ahora. El pueblo trabajador tiene que dejar de ver cómo una minoría se enriquece con la política e involucrarse activamente para invertir las prioridades de las decisiones que se toman. ¿O vamos a esperar a una nueva explosión para hacer algo?