No es sólo la historia de tres hermanos y la imprenta familiar, “Imprenteros”, biodrama que nació para hacer cinco funciones y lleva hechas más de quinientas, es mucho más que un relato intimista o una reflexión sobre el noble oficio que hace cientos de años revolucionó el mundo y permitió el acceso a la letra impresa.
Osvaldo Quiroga @osvaldo_quiroga
Miércoles 7 de agosto 19:09
“Imprenteros” pone al descubierto un camino, un recorrido que incluye desde el cumpleaños de quince de Lorena Vega, la gran artífice del espectáculo teatral y de la película, hasta el potente conflicto de estos tres hermanos con otra parte de la familia que les impidió, después de la muerte del padre, ingresar a la vieja imprenta de Lomas del Mirador en donde pasaron buena parte de la infancia. Con este documental, admirablemente dirigido por Gonzalo Javier Zapico, pareja de Lorena, y que incluye el encierro en su casa con el hijo de ambos y un gato que ronda la filmación en tiempos de pandemia, los tres hermanos lograron entrar simbólicamente a ese lugar del que fueron expulsados.
Basta con recordar “Las cautivas” y “La vida extraordinaria” para afirmar que Lorena Vega es una gran actriz. Es ella la que convenció a sus hermanos, Sergio y Federico, para que participen en el espectáculo. Ninguno de los dos había actuado, pero casi sin darse cuenta lo lograron al evocar aspectos de sus propias vidas. La potencia de aquella antigua máquina Ficcerd, una impresora norteamericana de 1942, también marcó sus cuerpos, sus fantasías, sus juegos infantiles, e incluso uno de los hermanos abrazó el oficio y hoy lo sostiene en una imprenta modelo que sólo edita libros.
El deseo, que es la potencia de todo lo humano, les permitió a los hermanos Vega recuperar los colores y los aromas de la infancia, y también hizo posible volver a traer a la memoria la vida de un padre que, como todos, hizo lo que pudo y hoy impone su ausencia en un espectáculo que lo evoca y, de alguna manera, lo reivindica.
El documental, que puede verse en la sala Lugones del Teatro San Martín, y que en unos días tendrá exhibiciones en el Malba, rescata también la edición del libro de la mano de la editora Gabriela Halac, profesional que convierte cada uno de los textos que edita en un libro de colección.
El camino de “Imprenteros” es de tal envergadura que los viernes hacen funciones en el Teatro Picadero. Película, libro y teatro de la mano de Lorena Vega, hija de madre modista y padre imprentero, que se convirtió en una actriz apta para todo terreno. Verla actuar es siempre percibir cierto talento al que solo acceden los “animales de teatro”.
La película termina como el espectáculo teatral: con una coreografía que trae otra vez el ruido de la imprenta, los overoles azules, el trabajo, el movimiento y hasta la ternura que ilumina y cierra las heridas de aquel portón cerrado que ahora, gracias al deseo y al arte, se abre otra vez y para siempre.
Osvaldo Quiroga
Periodista especializado en Cultura, creador de El Refugio y Otra Trama. Actualmente al frente de Cultura 2.4, que se emite por la plataforma Global Play.