La obra se presentó en la Casa Socialista "El Cordobazo". La fuerza de esta puesta en escena provoca el deseo de integrar las filas comuneras, de soñar otra vida. Un elenco autogestionado, recuerda al objetivo de incentivar el acceso a la cultura, que se plantearon socialistas y anarquistas a principios del siglo XX en Argentina.
Facundo Aguirre @facuaguirre1917
Sábado 23 de noviembre 19:25
Los días de la Comuna de Bertolt Brecht, fue presentada en la Casa Cultural Socialista "El Cordobazo", el sábado 16 de noviembre. La obra es producida e interpretada por un elenco de actrices y actores autogestionados, en una versión adaptada y dirigida por Lisandro Libertad. La fuerza de esta puesta en escena, provoca el deseo de integrar las filas de las masas comuneras, de soñar otra vida.
El dramaturgo Mauricio Kartun recordó, en una entrevista reciente, el origen anarquista del teatro argentino, rescatando el espíritu de oposición y autogestivo de la creación artística. En los orígenes de nuestro movimiento obrero, anarquistas y socialistas fundaron, además de locales, una biblioteca y el Teatro del Pueblo. Ellas y ellos consideraban que, ante el robo de nuestro tiempo de vida con la jornada laboral y el embrutecimiento al que nos somete el capital, era necesario elevar el nivel cultural de les trabajadores e incentivar el ocio.
En la vereda de enfrente, el secretario de Trabajo Julio Cordero, decía por el mes de marzo “Trabajar menos, ¿para hacer qué?". Fue ante diputados y diputadas de la nación, durante el debate sobre la reducción de la jornada laboral. Las palabras de quien es el representante de Techint en el gabinete de Javier Milei e impulsor de la reforma laboral, ponen en evidencia la actualidad del objetivo de incentivar el tiempo libre y el acceso a la cultura, que socialistas y anarquistas se habían planteado a principios del siglo pasado en la Argentina.
La representación de la epopeya proletaria parisina de 1871, en un centro cultural de los que luchan por el socialismo y reivindican la insurgencia obrera argentina de los años ’70, es un plus poético, estético y político, que logra unir metafóricamente el hilo rojo de la historia.
La puesta, despojada de los recursos del teatro comercial, apela no solo a los sentimientos, sino a la participación de les espectadores en el transcurso de la trama. En clave brechtiana, la obra transcurrió no solo sobre un escenario, sino también entre un público de unas 100 personas, incorporándolo a la épica proletaria.
Entre los que asistieron, un camillero de hospital, que por primera vez presenciaba una obra de teatro, no podía contener su emoción al ver representada una revolución social que iluminó al proletariado mundial en su intento de asaltar los cielos. Y un viejo luchador anarquista, también presente, contaba cómo cuando aparecían los alcaldes de París en la obra tenía ganas de tirarles un vaso por la cabeza.
Pero además, y sobre todo, en la puesta se puede apreciar la riqueza de una revolución. La lucha de clases expresada en el conflicto entre el señor burgués y los combatientes de la guardia nacional. La abyección y el terror de los políticos capitalistas clamando sangre porque París era su propiedad, arrebatada por el populacho insurrecto. Las mujeres a la vanguardia defendiendo los cañones de la Guardia Nacional. La libertad encabezando al pueblo, inspirada en el cuadro de Delacroix, invitando a la plebe a pensar y sublevarse. La democracia de las masas autodeterminadas en la asamblea del Comité Central de la Guardia Nacional y el debate entre conciliar con la burguesía o declararle la guerra civil y fundar la república proletaria.
La Comuna de París fue el primer gobierno obrero de la historia y sus lecciones iluminaron las grandes revoluciones sociales del siglo XX. Como bien se plantea en la introducción de la obra, no son las derrotas las que definen al proletariado, ni su tragedia. La situación actual de la clase trabajadora no es inmodificable, ni es expresión de la superioridad del capitalismo. Es el resultado de relaciones de fuerza. Las derrotas enseñan a luchar mejor y la tragedia es que el capitalismo siga reinando.
Los días de la Comuna de Bertolt Brecht, es concebida como una fuerza subversiva que nos trae al presente las pasiones y esperanzas de la emancipación. Encarnada en los actores y actrices: Carolina Rey, César Amarilla, Fernando Damico, Francisco Corvetto, Gastón Martins, Jimena Villordo, Juan Ignacio Gómez, Julieta Liendo, Laura Noble, Lisandro Libertad, Sabrina Díaz, Thiago Morales, Valeria Blanco y Verónica Kamlacz.
En 2025 continuarán las funciones. Podés encontrar más información en el Instagram
Facundo Aguirre
Militante del PTS, colaborador de La Izquierda Diario. Co-autor junto a Ruth Werner de Insurgencia obrera en Argentina 1969/1976 sobre el proceso de lucha de clases y política de la clase obrera en el período setentista. Autor de numerosos artículos y polémicas sobre la revolución cubana, el guevarismo, el peronismo y otros tantos temas políticos e históricos.