Desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista y el Movimiento de los Trabajadores Socialistas hacemos un llamado a todas las organizaciones de izquierda independiente, activistas y estudiantes de la UNAM interesados a impulsar una consulta en contra de la imposición de Rector.
Agrupación Juvenil Anticapitalista @AgJuvAnticapMx
Viernes 18 de octubre de 2019
La Junta de Gobierno de la UNAM publicó hace algunos días la convocatoria oficial para elección de Rector. Con esto se abre oficialmente el periodo para recibir las solicitudes de quienes deseen postularse.
Hasta ahora sólo hay 4 aspirantes Angélica Cuéllar Vázquez, Enrique Luis Graue Wiechers, Pedro Salazar Ugarte y Daniel Velázquez Vázquez, aunque en días pasados, se han dado a conocer a varios posibles candidatos más.
La fecha límite para la recepción de solicitudes será hasta el 31 de octubre. Mientras tanto 5 comisiones conformadas por la Junta de Gobierno revisará las propuestas y el plan de trabajo de cada uno de los postulantes.
¿quienes deciden?
La Junta de Gobierno es reconocida por la Ley Orgánica de la UNAM como el organismo colegiado más importante de la universidad. Es conformada por 15 “miembros distinguidos de la comunidad académica”, quienes son propuestos por el rector, y elegidos por el Consejo Universitario (un organismo sobre el cual el Rector tiene facultad de veto), o por la propia Junta.
Entre otras muchas facultades de este organismo, se encuentra la de nombrar a los directores de las facultades, escuelas e institutos, a los miembros del Patronato Universitario, así como al mismo Rector.
Esta forma de gobierno más bien decimonónica y sumamente antidemocrática, es lo que garantiza que la administración y el funcionamiento de nuestra universidad se mantenga siempre acorde a los intereses de un acotado grupo de poder.
No es quien queda, es que no somos tomados en cuenta
En su comunicado oficial la UNAM informa que se “atenderán a las personas que estén interesadas en expresar sus opiniones sobre la Universidad o sobre algún(a) universitario/a distinguido/a y las comunicarán al pleno de la Junta”, a la par que se darán citas y se recibirán cartas de“quienes tengan interés de expresarse frente a una comisión” de este organismo.
En primer lugar, este mecanismo ésta lejos de lograr involucrar a los más de 350 mil universitarios, 50 mil trabajadores y 50 mil académicos que damos vida a esta universidad, además, y más preocupante aún, es que estas opiniones no tienen ninguna incidencia real en la elección final.
A esto es a lo que el movimiento estudiantil, con el respaldo de trabajadores y académicos, se refiere cuando habla de antidemocracia dentro de la UNAM, pues este funcionamiento es más similar a la designación del papa, que a un mecanismo verdaderamente democrático.
Un mecanismo democrático sería donde nuestras necesidades e intereses sean representados y tomados en cuenta para la administración de los recursos, el diseño de planes de estudio, el uso de espacios, áreas verdes, etc. Todas decisiones ante las cuales somos los primeros afectados.
En qué momento estamos
El cuestionamiento a la estructura antidemocrática de la UNAM fue una consigna que sonó con fuerza el año pasado en el movimiento #FueraPorrosdelaUNAM. Esto no fue casual, tiene que ver con las enormes aspiraciones democráticas de la juventud depositadas en las urnas apenas unos meses atrás, en las primeras elecciones donde se respetó el voto de las mayorías en años.
Lo que esta nueva generación se pregunta es ¿Porque si ya elegimos un presidente, no podemos elegir un rector?
Este cuestionamiento es el corolario del hartazgo de quienes hemos visto en las últimas décadas un avance en la privatización de la educación, con la aplicación de cuotas y pagos, el incremento de la inversión privada y el poco o nulo aumento en la matrícula que deja fuera de la UNAM a más del 90% de los aspirantes cada año.
A esta situación se suma la línea securitarista por parte de las autoridades universitarias que con campañas como la de "No es tu amigo, es un narco", y arrebatando espacios que anteriormente eran usados para la recreación como frontones o los bigotes de CU, mantienen una línea de criminalizar a la juventud y así avanzar en contra de los sectores disidentes del estudiantado.
Por si esto fuera poco, el feminicidio de Lesvy, y los asesinatos de Luis Roberto Malagón y Aidé Mendoza, solo por mencionar algunos, demuestran que en momentos de profundo cuestionamiento, las autoridades universitarias sin importar el partido político al que pertenezcan, cierran filas para cuidarse las espaldas y salir impunes de su responsabilidad.
La UNAM, el botín político
En los últimos meses hemos visto pequeños procesos estudiantiles en diferentes planteles y escuelas de la UNAM. El repudio a la visita de Ricardo Anaya a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y la organización de los estudiantes que se desprendió de ese cuestionamiento fue el primer atisbo de esto.
Recientemente, las asambleas y paros que se votaron el 26 de septiembre y el 2 de octubre expresan que el descontento y la rabia que hizo que miles de jóvenes salieran a las calles hace un año, tras el ataque porril, para cuestionar las medidas represivas del régimen universitario pero también para discutir cómo democratizar la universidad, sigue presente.
Así, el acuerdo implícito independientemente del candidato que sea electo, será promover a una figura que garantice estabilidad dentro de la universidad más importante de América Latina, y que se disuelva todo tipo de cuestionamiento por parte de estudiantes, trabajadores o académicos.
Por todo lo anterior es que las mujeres, y jóvenes que conformamos la Agrupación Juvenil Anticapitalista y militamos en el MTS, vemos la necesidad de impulsar esta consulta.
No para conocer cuál de los candidatos es el mal menor para la universidad, sino para preguntarle a la comunidad de trabajadores, académicos y estudiantes si verdaderamente conocen el funcionamiento de la universidad, cómo se toman las decisiones y cómo les gustaría que funcionarán las cosas dentro de nuestra universidad.
Extendemos la invitación al conjunto de las organizaciones y colectivos de izquierda, independientes al gobierno y a los partidos del régimen -incluido el Morena- y a todos los estudiantes, trabajadores y maestros que quieren una universidad al servicio de las grandes mayorías; para que se sumen a impulsar esta gran consulta cuestionando la antidemocracia de la universidad en el marco del cambio de rector.
Luchemos por una universidad que funcione bajo la organización de estudiantes, trabajadores y maestros, que seamos nosotros y nosotras quienes decidamos para qué se destina el presupuesto y el contenido curricular de nuestra educación, que esté abierta para los hijos del pueblo pobre y trabajador.
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