Elon Musk advierte sobre OpenAI y Bill Gates augura el reemplazo de maestros por máquinas. La formación de estudiantes y el valor del trabajo docente en la lucha por liberación de la tecnología.
Miércoles 26 de abril de 2023
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La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática centrado en el desarrollo de algoritmos y sistemas capaces de realizar tareas que, hasta ahora, solo podían realizar seres humanos. Los sistemas de IA aprenden por distintos métodos que se complementan entre sí: el aprendizaje automático (machine learning), el procesamiento del lenguaje natural (NLP) y las redes neuronales, entre otros. Así, grandes cantidades de datos son analizados por algoritmos y sistemas mientras que la IA aprende a realizar tareas específicas.
A medida que las técnicas de aprendizaje de las IA mejoran, se recopilan más datos y se complejizan las tareas. Por ejemplo, el ChatGPT es un gran modelo de lenguaje natural creado por la empresa OpenAI, basado en la arquitectura GPT (Generative Pretrained Transformer), que responde preguntas y genera texto en varios idiomas. Utiliza una red neuronal profunda para aprender patrones en grandes conjuntos de datos y producir texto coherente y relevante en respuesta a una entrada dada. La IA hace uso de la probabilidad para encontrar patrones, no es capaz de discernir si lo que dice es cierto o no. Aún así, puede realizar una amplia variedad de tareas: responder preguntas, traducir, generar texto creativo y completar oraciones.
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IA en la educación y el lugar del trabajo docente
La IA puede ser una poderosa herramienta para el aprendizaje, dada la adaptabilidad a las necesidades y habilidades particulares de los estudiantes. Entre algunas de las ventajas están el seguimiento en la realización de tareas, las tutorías personalizadas y el feedback instantáneo.
Ejemplos de sistemas de IA utilizados para aprender hay muchos en casi cualquier área. Por ejemplo, la conocida aplicación de idiomas Duolingo, utiliza IA para personalizar el aprendizaje, adaptando las dificultades al nivel de cada usuario. Analiza respuestas a preguntas y ejercicios, el tiempo que tarda el usuario en completar desafíos y su progreso general en el curso, además del reconocimiento de voz y NLP para practicar comprensión oral y pronunciación. Coursera, Khan Academy, Babbel, Canva, Memrise, TED-Ed, Quizlet son algunas de las opciones disponibles en el mercado dirigidas a públicos e intereses diversos.
La IA también representa un gran área de investigación en enseñanza de las ciencias, en tanto puede puede colaborar en el aprendizaje de conceptos científicos, ampliando la experiencia de aprendizaje en situaciones de la vida real.
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En ciencias y tecnología, la IA puede optimizar tareas que representan sólo una parte del trabajo terminado pero que implican mucho tiempo. Por ejemplo, si un grupo de estudiantes tuviera que estudiar las vibraciones de dispositivos, deberá tomar datos, analizarlos, graficar, hacer estadística, elaborar un informe con distintas partes y varias tareas más que tendrán distinto grado de jerarquía en toda la producción. Se puede reducir el tiempo en la elaboración de varias de estas tareas con la ayuda de la IA. Sin embargo, el trabajo docente consistirá en elegir cuáles son las tareas apropiadas para sus estudiantes, evaluar la elaboración y que los estudiantes alcancen los objetivos de aprendizaje propuestos.
Esto requiere capacitación docente para gestionar de la mejor manera posible el uso y apropiación de la IA, estimulando experiencias significativas de aprendizaje. Los estudiantes por su parte requieren condiciones materiales óptimas para aprender: no se puede disociar lo que aprende un alumno del contexto en el que ese fenómeno ocurre. Hoy en día, el tiempo y energía que requieren los docentes para capacitarse deben invertirlo entre tres o cuatro trabajos para arañar fin de mes y el contexto de los estudiantes también incluye duras realidades familiares.
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Mejorar el sistema educativo requiere de mayores investigaciones en el área, pero también de una pelea contra las burocracias sindicales y de un debate político - ideológico que cuestione las bases de la estructura tanto en ciencias como en todos los niveles de la instrucción formal.
El área de investigación en didáctica y pedagogía en ciencia es una empresa colectiva de construcción en el que cada docente puede hacer un aporte valioso. Sin embargo, este aporte se reduce a su mínima expresión cuando el sueldo docente no alcanza, las escuelas públicas se degradan y la función pedagógica se relega ante la necesidad de parar la olla.
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Los augurios de Elon Musk y Bill Gates sobre la IA
Bill Gates, ex CEO de Microsoft y uno de los dueños del mundo con una fortuna estimada en 112 mil millones de dólares, fue el ponente destacado en la última Cumbre ASU+GSV 2023 (Arizona State University + Global Silicon Valley Summit), como es habitual año a año. Allí señaló que en los próximos 18 meses la IA podría reemplazar el trabajo de un maestro, creando a la vez “nuevos niveles de equidad”. Estos nuevos niveles de los que habla BG, lejos de ser producto de un desarrollo libre, consisten en un precio “más económico que un instructor humano”.
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Por su parte, Elon Musk, la segunda persona más rica del mundo con un capital neto de 173.8 mil millones de dólares, fue el primer impulsor del ChatGPT y Dall-E hace alrededor de 8 años.
Sin embargo, desde hace un tiempo ha comenzado una batalla contra OpenAI, participando de la firma de una carta junto a alrededor de 1100 empresarios y expertos en el área. La carta advierte sobre los peligros del ChatGPT y pide el cese del desarrollo de sistemas más potentes por algunos meses. Las razones son vagas y ni siquiera denuncian que en el paper que comunica los resultados del GPT4, la empresa se niega a dar información sobre el funcionamiento del modelo. La realidad es que EM ahora estaría abocado en un proyecto de IA en colaboración con Twitter. Así, la IA tendría una función central en el contenido publicitario de la compañía, para resolver la baja de anunciantes luego de la adquisición por parte de EM.
Bajo la pantalla de la preocupación por la educación y la seguridad de los usuarios, lo que estos multimillonarios ocultan es la sed de ganancias que mueve a la clase que representan. Hoy en día empresarios como Elon Musk, Bill Gates y Jeff Bezos son los dueños del trabajo de cientos de miles de desarrolladores y trabajadores en todo el mundo, como los trabajadores keniatas que dejan largas jornadas en OpenAI por 2 dólares la hora. El altruismo de EM y BG se desvanece a la hora de acumular capital a cualquier costo sin importar ningún tipo de consecuencia sobre la humanidad y el ambiente. Esta es la razón por la cual la información es confidencial y disputan entre ellos la carrera tecnológica.
Todos los señalamientos en relación al uso de la IA tienen que ver con el control que se ejerza sobre ellas y quiénes están bajo ese control: el sesgo (entrenamiento de datos sesgados); la privacidad (uso de datos personales), la tecnología como enemiga de los trabajadores, y los fallos en el sistema con riesgos a gran escala.
Un uso libre de la IA supone recuperar todo el poder de esta tecnología en beneficio de sus trabajadores y usuarios, con lo cual, los peligros de su uso se verían ampliamente reducidos, potenciando al máximo su gestión y seguridad. De hecho, la comunidad científica ya trabaja con bases de datos de uso libre y promueve la libre difusión de su producción. Como expresa la emblemática Alexandra Elbakyan, la creadora de sci-hub: "cuando las bibliotecas se vuelven ilegales, te das cuenta de que algo anda mal".
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El trabajo docente no se puede reducir a la transmisión de contenido, se trata de una actividad central en la construcción de la subjetividad de los estudiantes, como el desarrollo de la empatía, la colaboración y la construcción de valores. Tampoco será reemplazado fácilmente por una IA, y esto supone una lucha por la reducción de la jornada de trabajo, la lucha por un sueldo digno: plata para educación, no para la deuda.
La IA puede proporcionar herramientas para el aprendizaje, pero seguirán siendo los docentes quienes guíen y motiven a los estudiantes, impulsen el pensamiento crítico y la creatividad en la realización de las tareas adaptando la tecnología a sus necesidades. Las tecnologías deben ser más accesibles, no menos, lo cual de ninguna manera es posible en un mundo donde los datos, la información y los sistemas informáticos tienen dueños.
La apropiación de las tecnologías a gran escala por sus trabajadores y la comunidad implica un salto revolucionario hacia el aprendizaje de todo lo que conocemos. Incluso podría generar grandes cambios de cara a la actual crisis internacional que genera el aumento de la pobreza y la precarización. Sin embargo, multimillonarios como Bill Gates y Elon Musk ven más factible un apocalipsis robot, que una sociedad organizada racionalmente según las necesidades de las grandes mayorías.
Rosario Escobar
Oriunda de Temperley, es profesora de física egresada de la UBA y doctora en el área de la didáctica de las ciencias naturales (UNICEN). Milita en la agrupación Docentes e Investigadores de Izquierda y forma parte de la redacción de ciencia y tecnología de La Izquierda Diario.