El Senado votará este jueves la "declaración" presentada por el senador kirchnerista, donde piden a Guzmán que los USD 4350 millones que recibiría argentina por ser parte del FMI, se destinen a “los graves problemas de la sociedad argentina” y no a la deuda.
Miércoles 12 de mayo de 2021 20:01
La pelea interna en el oficialismo sumará este jueves un nuevo capítulo. El Senado volverá a sesionar este jueves luego de un mes de inactividad en el recinto, para debatir, -entre otros temas- un proyecto de declaración presentado por Oscar Parrilli, donde piden a Guzmán que los fondos que llegarán del FMI en agosto -estimado en 4.350 millones de dólares- se destinen a “los graves problemas de la sociedad argentina” y no al pago de la deuda.
La iniciativa, que lleva la firma de Oscar Parrilli, José Mayans (jefe del bloque del FdT), Anabel Fernández Sagasti, Jorge Taiana y Carlos Caserio, entre otros, se trató el jueves pasado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado. En esa ocasión el senador cordobés Carlos Caserio, aclaró que la declaración no tiene efectos vinculantes y que se trata esencialmente de una declaración, de expresar “una opinión sincera y responsable”.
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Interna y demagogia
Como decíamos en esta nota, este proyecto del cristinismo es todo un mensaje político en medio del conflicto con Guzmán. Un importante sector de la coalición de Gobierno se debate su futuro entre los compromisos con el FMI y una crisis social que se agrava cada vez más, llegando a niveles altísimos de pobreza y erosionando la legitimidad del gobierno.
Las "internas" y diferencias dentro de la coalición oficialista no deben ocultar las cuestiones en las que hay completa afinidad: nadie en el Frente de Todos pone en cuestionamiento la subordinación al capital imperialista que representa la continuidad de los pagos de la deuda pública. Esto incluye el endeudamiento macrista, al que kirchneristas y albertistas califican sin dudarlo como "ilegal", aunque siguen "honrando" la deuda: hace menos de dos semanas se aprobó el pago de USD 300 millones al FMI por uno de los vencimientos de intereses del acuerdo Stand By contraído por Macri en 2018.
La votación se da en medio de la gira europea del el presidente Alberto Fernández para buscar apoyo en las negociaciones de la deuda fraudulenta que Argentina mantiene con el FMI y el Club de París. La máxima aspiración desde Casa Rosada pasa por patear el problema de tener que desembolsarle al Club de Paris U$S 2.400 millones para más adelante, perpetuando así, junto con la deuda al FMI, el mecanismo de sometimiento de los poderes financieros mundiales a la economía argentina. El próximo viernes el gobierno Alberto podría reunirse con la titular del organismo, Kristalina Georgieva en el Vaticano, con el fin de avanzar en la negociación de un nuevo acuerdo.
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Con este proyecto, se busca marcar la cancha al ministro de Economía, Martín Guzmán, quien es el encargado de las negociaciones por la deuda pública. El funcionario de hacienda quedó en el ojo de la tormenta luego de la crisis abierta hace unas semanas, cuando fracasó en su intento de desplazar a Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica y funcionario del kirchnerismo. Martín Guzmán quiere un aumento de tarifas de alrededor de un 30%, con quita de subsidios, acorde la receta de recorte fiscal del Fondo, que plasmó en el Presupuesto (de ajuste) 2021, votado por unanimidad del Frente de Todos. El kirchnerismo busca amortiguar las medidas antipopulares y normalizar un aumento del 9%, para no llevar las subas a más de un dígito.
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En caso de aprobarse, el texto no tendría ningún tipo de consecuencia práctica. Pero la presentación es relevante por dos motivos: por un lado, es una nueva señal que marca las tensiones dentro de la coalición oficialista a medida que avanza la crisis sanitaria, económica y social. Por el otro, reconoce que el pago de la deuda es una decisión política del Gobierno desde el día en que asumió el poder, pero no es el único camino posible.
Rechazar el pago de la fraudulenta deuda externa no solo es urgente si no que es posible, como parte de un plan que tenga como prioridad atender la alarmante emergencia social que se vive en el país. Para eso es necesario mucho más que una simple declaración, que apenas sirve para despegarse de la responsabilidad del ajuste y del costo político de una crisis cada vez más profunda.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario