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Red Internacional
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Santa Fe. Inundación, represión y 20/12: El mismo sabor a odio que hace 11 años

Un terrible temporal azotó a Rosario y el Gran Rosario. Con un caudal de 230 milímetros por hora. Los desagües no dan a basto y la tierra no llega a absorber el agua que recibe.

Jueves 20 de diciembre de 2012 13:47

Sin embargo, y pese a la espectacularidad de la tormenta, está lejos de ser la “catástrofe natural” que ya vociferan los partidos patronales y sus representantes, tanto del PS como del PJ.

Pero las fuerzas de la naturaleza tienen una gran ayuda de la mano de empresarios del campo y la ciudad junto a sus representantes políticos del PS-FAP y el PJ.

La provincia de Santa Fe es una de las estrellas del boom sojero. Hasta las banquinas de la ruta tienen plantado el dichoso oro verde. Este cultivo, junto al uso indiscriminado de glifosato, no solo expulsa y contamina pobladores o empeora la diversidad alimentaria y productiva de la región, sino que destruye la fertilidad de nuestros suelos y su capacidad de absorción. Los campos parecen plastificados. Verdaderas mareas se deslizan sobre “mármol verde” hacia rutas y pueblos.

Miles de pobladores ven anegadas sus viviendas. Quienes más lo sufren son aquellos que viven en barrios y asentamientos precarios, sin condiciones mínimas de salud e higiene pese a diez años de crecimiento a tasas chinas anunciadas hasta el hartazgo por CFK, o de vivir en la Barcelona Argentina de Binner y Bonffati. Sin embargo, el pueblo pobre tiene salarios chinos y si vive en Barcelona, lo hace como inmigrante y sin papeles. Los evacuados son hacinados en La Rural. Qué paradoja. Cuánto cinismo.

A los daños materiales de miles de pobladores hay que sumar los daños a mediano plazo, ya que cuando el agua se retira arrastra con la capa fértil del suelo. La contaminación del suelo y las napas freáticas traen riesgos de epidemia posteriores.

En un solo día ya llegan casi a mil las familias evacuadas. El agua todavía invade barrios periféricos donde la inundación se siente más. Los cortes de luz empeoran la situación. La desesperación avanza al ver desmoronarse en pocas horas los esfuerzos de toda una vida. El gobierno culpa a la naturaleza. Demoran las ayudas. Surgen las demandas: “¿y las obras que tenían que hacer?”. El gobierno del PS no puede responder. Como el de Reutemann allá en 2003, no puede responder.

El Aliviador 3, que involucraba la construcción de una embocadura en el arroyo Ludueña no está construido. Binner firmó su adjudicación en 2011 a la UTE (conformadas por las constructoras Edeca y Obring). $88 millones para ejecutarla en 30 meses. La crisis fiscal y el desmanejo “socialista” junto al apriete critinista llevaron a recortar los fondos para obra pública como denunciamos acá, y pese a los aumentos de impuestos hacia el pueblo pobre y reiterados ataques a los trabajadores que reclaman por sus necesidades, en enero Bonfatti decidió que esa obra podía esperar.

Pero en Santa Fe sabemos que la combinación de catástrofes naturales con negociados capitalistas y políticos patronales tiene un solo resultado, desolación y muerte para el pueblo.

Las últimas víctimas, anteriores a esta tormenta, fueron Luís Antonio Villalba de 11 años y Kevin Duarte de 7 años cuando se dirigían al comedor escolar en uno de los barrios pobres al oeste de la capital provincial.

En este preciso instante, mientras improvisamos algunas líneas, llegan las noticias de saqueos al oeste y sur de la ciudad. Lo mismo que en la vecina Villa Gobernador Gálvez. Como su ante antecesor, la política del falso socialismo, es la de militarizar los barrios.

Como denunciamos junto a decenas de organizaciones que hoy nos reunimos de emergencia “En el día de hoy se dieron numerosas situaciones de violencia policial. En Villa Banana, ante el Distrito Oeste, los vecinos fueron reprimidos con una intensa balacera y fue detenido durante horas el compañero Iván Moreyra de la CUBa-MTR. Esta modalidad se repite en distintos barrios de la ciudad y la región, como en Villa Gobernador Gálvez. Además, el piquete que llevan adelante en Ayolas y el río los trabajadores portuarios que exigen la reincorporación de 11 despedidos está bajo la amenaza de inminente represión por parte de la Prefectura Nacional.”

Como lo hizo exactamente hace 11 años, el 19 y el 20 de diciembre y en sintonía con Reutemann, lanzó a la nefasta Santafesina SA, la campeona del gatillo fácil y organizadora de la trata y el narcotráfico, a que ponga “orden” en los barrios.

Hace 12 años mataron al Pocho Lepratti (35), a Graciela Acosta (35), Álvarez Villalba (23), a Juan Delgado (28), a Yanina García (18), a Ricardo Villaba (16), a Rubén Pereyra (20), a Miguelito Pacini (15), a Walter Campos (17).

En estos momentos, donde las nuevas inundaciones recuerdan a las viejas, y donde el 20 de diciembre no se pudo gritar en la calle llegan rumores. Habría nuevos muertos. La Santafesina SA cumple nuevamente su tarea, pero su nuevo “amo” ya no puede seguir escupiendo hacia arriba. Ojalá esta vez sean solo rumores.

Tengo el mismo sabor a odio que hace 11 años.


Sebastián Quijano

Nació en Málaga en 1980 y vive en Rosario desde 1992. Es militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y docente de Filosofía.