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Red Internacional
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Temporada de lluvias. Inundaciones en Chalco: 20 días de ineptitud y pasividad del gobierno

Tras más de 20 días entre aguas negras, vecinos de al menos una decena de colonias en el municipio de Chalco en el Estado de México han evidenciado la lentitud y la indolencia de las autoridades ante la falta de un plan de contingencia para eventos extremos.

Axomalli Villanueva

Axomalli Villanueva @1quiahuitl

Viernes 23 de agosto

Más de un mes ha pasado de que una lluvia torrencial inundara más de una decena de colonias en el municipio de Chalco en el Estado de México. Desde entonces, el temporal no ha hecho más que empeorar la situación, alrededor de 7 600 personas ahora se han visto afectadas directamente por las inundaciones en más de 2 mil viviendas.

El colapso de los canales ha provocado que se anegue entre 40 y 160 centímetros de altura, con aguas negras, lo que está empezando a afectar la salud de los habitantes de la zona, autoridades de salud han emitido alerta por la posible propagación de un brote de dengue, tétanos y neumococo, además de infecciones en la piel, ojos, vías respiratorias e intestinales, principalmente en infantes y personas adultas mayores.

Hasta ahora se cree que más de 1.100 personas han sido evacuadas ya sea a los pocos albergues provisionales que ha instalado el gobierno de la morenista Delfina Gómez, pero la mayoría con familiares en colonias aledañas, sin embargo, la ayuda gubernamental ha sido escasa, pese al operativo militar que se ha implementado en la zona y que se limita a proveer de transporte en lanchas para quienes se dirigen a sus trabajos, lo que conflictúa aún más las vías de transporte.

Ante esta situación las autoridades tardaron más de 20 días en implementar un plan de atención a la emergencia que afecta a los pobladores, que se limita a drenar las aguas negras, mantener unos cuatro refugios temporales y transportar en lancha a los vecinos que lo requieren, sin embargo los mismos vecinos de la zona aseguran que no es suficiente ante la amenaza sanitaria que implica vivir en esas condiciones y mucho menos ante el próximo regreso a clases que planea seguir de manera habitual.

Chalco es uno de los municipios más precarizados en la zona metropolitana del Valle de México, con más del 60% de la población se encuentra en condiciones de pobreza, sin embargo pese a que las autoridades han señalado que el problema se originó por la cantidad de basura en los drenajes, situación que ha impedido que se drene el agua en su totalidad... las condiciones estructurales y su historial de urbanización sin considerar la dinámica de los ecosistemas es la responsable de esta situación.

Hace poco menos de tres décadas, la zona tuvo una explosión inmobiliaria, ante la llegada de miles de trabajadores que venían a instalarse para encontrar trabajo en la ZMVM, por lo que inmobiliarias aprovecharon este boom para llenar zonas de antiguos ejidos con asentamientos irregulares pensando poco en la planeación urbana o en los servicios básicos como agua, electricidad y drenaje.

Esto sumado a que las colonias afectadas están justamente en los remanentes de lo que fue el lago de Chalco, zonas bajas que son fácilmente inundables, y que al tener grandes planchas de cemento y concreto, ocasionan que el agua de las lluvias no encuentre su cause natural, aunado al hecho que las obras de drenaje han sido abandonadas por las continuas administraciones.

Cabe destacar que esta problemática no es nueva, aunque su dimensión esta vez es mayor por la cantidad de damnificados que han resultado de la temporada de lluvias, que ha sido mucho más fuerte que el año pasado, sin embargo en un contexto de cambio climático, donde se espera que los eventos extremos de lluvias sean cada vez más frecuentes, se requieren muchas más medidas de prevención.

Académicos como el ecólogo Luis Zambrano de la UNAM aseguran que, más allá de culpar a la población por asentarse en esas zonas, esta situación se ha agravado por la falta de un plan hídrico y de planeación urbana que replantee nuestra relación con la naturaleza, esto quiere decir que se debe priorizar la restauración de ecosistemas, ríos y lagos, para mitigar el impacto de fuertes lluvias y que actúen también de reservorio de agua para las temporadas de sequía.