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Rock argentino. Javier Martínez: el incómodo blusero se fue pero quedan sus letras siempre eternas

Se fue uno de los fundadores del rock y blues en castellano. Uno de los pilares más auténticos que tuvo el rock de este país y en latinoamérica. Se fue Javier Martínez a los 78 años.

Sábado 4 de mayo 22:19

Foto de portada perteneciente a Stefanía Parese

Foto de portada perteneciente a Stefanía Parese

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Una vez dijo Luca Prodan (otro auténtico e incómodo artista del rock), que el rock argentino no le gustaba mucho, había mucha copia del rock anglosajón. Sí le gustaba Manal, porque en sus letras mezclaba el tango, el blues y lo hacía realmente original. Eso era Manal y allí estaba la impronta de Javier Martínez, con sus letras urbanas plagadas de existencialismo.

Desde "Blues de Avellaneda", "Porque hoy nací", "Necesito un amor", "No pibe", "Todo el día me pregunto", "Blues de la amenaza nocturna", "Jugo de tomate frío" y otras tantas canciones imperecederas. Así sus integrantes se transformaron en referentes de artistas que surgirían luego de la disolución a principiosde la décadadel 70.

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Martínez luego se fue a Europa, tocó en bares, se ganaba la vida y crecía su experiencia artística en el viejo mundo. Fue una aventura inolvidable relataba y volvió al país en los años 80. Nunca dejó de ser del under rockero y sorpresivamente podía aparecer en cualquier bar de barrio a cualquier hora de la noche, tocando su batería y cantando con su voz tan reconocible y áspera.

Áspera también eran sus declaraciones sobre la mediocirdad de los años menemistas. Solía escucharlo cada tanto en algún programa de radio de FM Rock & Pop, criticando la superficialidad en la que se había transformado el rock. Por suerte no todas bandas fueron así y algunas siguieron la estirpe de Javier Martínez, como Hermética, La Renga, Divididos, La Mississippi Blues Band, Memphis La Blusera y otras tantas. En el año 2003, había publicado uno de sus últimos discos que se llamaba "Basta de boludos" y de ninguna manera quería cambiar el nombre de su trabajo discográfico, porque quería expresar su enojo con una sociedad desigual.

Se va un rockero, un blusero, un tanguero y un músico único, que pude ver aunque sea una vez en mi vida. Tenía 78 años, ya era un hombre grande, un artista incómodo que no se amoldaba al conformismo del mainstream y así lo hacía saber con toda su voz de trueno.

Y por supuesto siempre dijo Javier, el Manal "No debes cambiar tu origen, ni mentir sobre tu identidad, es muy triste negar de donde vienes, lo importante es adonde vas..."

Hasta siempre Javier y que viva el rock y blues.


        

Ernesto Zippo

Familiar de mineros de Río Turbio, provincia de Santa Cruz.

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