Cinco décadas sin el más influyente de la guitarra eléctrica de todos los tiempos, Jimi Hendrix. Aquí repasamos el fuego eterno del genio de la Strato.
Daniel Lencina @dani.lenci
Viernes 18 de septiembre de 2020 14:30
¿Qué son cuatro años en la vida de una persona? Es la distancia temporal entre quedar afuera del Mundial de futbol y volver a quedar fori de la copa. Pero también en cuatro años, pueden pasar cosas brillantes, épicas. Así, en solo cuatro añitos el guitarrista Jimi Hendrix trepó alto. Tan alto que llegó hasta el mismísimo Olimpo donde Zeuz le calibró la guitarra (y no le cobró nada).
Entre 1967 y 1970 Jimi Hendrix grabó tres discos y dio cientos de conciertos en vivo. Pero vale la pena contextualizar al violero en su época.
Eran los años 60´s y el mundo vivía bajo la Guerra Fría. Tan fría era que se empezó a entibiar cuando estalló el Mayo Francés en 1968, la irrupción de obreros y estudiantes en un país con alta tradición revolucionaria per capita del mundo.
Pero también en los Estados Unidos, el movimiento anti-guerra de Vietnam paso del hipismo tranqui a la acción. Miles de jóvenes incendiaban las oficinas de reclutamiento del ejército yanqui. Nadie quería ir a matar a Vietnam. La contracara de las bombas de napalm eran las movilizaciones de la juventud, el surgimiento de las Panteras Negras que cansadas del maltrato policial se auto organizaron en una guerrilla urbana para poner fin a los atropellos racistas y ganar sus derecho civiles. Era una especie de #BlackLivesMatter pero enfierrados.
Pero hay mas eh! Porque toda esa juventud atraída por la imagen del Che Guevara y las simpatías por la Revolución Cubana de 1959, empezaba a ver con muy buenos ojos que otra sociedad era posible, igualitaria, libre. El imaginario socialista no le caía nada bien al gobierno imperialista que hablaba en nombre de la “paz”, aunque bombardeara a Vietnam.
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Cambios culturales y revoluciones no podían no impactar en la música. La minifalda en las mujeres ponía de los pelos a reverendos y reaccionarios. La revolucionaria pastilla anticonceptiva los terminó de volver locos y ni que hablar de la rebelión de Stonewall que los dejó al borde del infarto.
La “familia” y la moral cristiana estaban cuestionadísimas. Incluso en Argentina las Fuerzas Armadas tomaron como propia la Doctrina de Seguridad Nacional que rezaba que cualquiera de pelo largo y barba o las pibas de minifalda podrían ser “comunistas” y por eso la juventud fue el blanco de la represión, además de su participación activa en grandes gestas como el Cordobazo de 1969.
Pero volviendo a los Estados Unidos, un día toda la monada copó Woodstock, el gran festival donde Jimi Hendrix se lució, y hasta hizo pelota al himno norteamericano.
Entre Dios y Pink Floyd
Algunos dice que Jimi dio el gran salto cuando su manager le propuso llevarlo a Europa. Jimi dijo que si pero puso una condición: conocer a Eric Clapton. Para entonces, alguien había escrito en una pared con aerosol una leyenda que todos compartían: “Clapton is God” (Clapton es Dios). Jimi subió a rockearla y Clapton quedó totalmente deslumbrado.
Pero hubo más en esa gira de 1967. Hendrix hizo una gira por Inglaterra con Pink Floyd en su formación original, con el gran Syd Barret como cantante y guitarrista. En este siglo Roger Waters, el fundador de Pink Floyd junto a Barret, recuerda a Jimi como un tipo “encantador”: “Nunca me sentí muy cerca de él. Pero en cierto momento descubrió que yo sabía mucho sobre ciencia ficción. Había leído mucho y él descubrió a Theodore Sturgeon, Robert Heinlein, Kurt Vonnegut y Asimov. Era un poco infantil, Jimi. Era un poco inocente. Un tipo encantador, hasta donde yo sé, el hombre más dulce. Evidentemente brillante”.
Lamentablemente solo hay unas pocas fotos de ellos juntos, salvo que algún coleccionista tenga “algo” mas guardado, esperando que le aumente la plusvalía para venderlo, así que solo nos imaginamos la locura que habrá sido esa gira.
Entre el fuego y los excesos
Tal vez una de las imágenes más recordadas del Negro Hendrix es cuando prendió fuego la Fender Stratocaster en Monterrey en 1967. Pero también era un guitarrista muy completo desde la rítmica a los solos, de las melodías al sonido “fuzzeado” en los riffs como suena en Foxy Lady por ejemplo. Pasando por toda la gama de colores del arcoiris del Blues. Y hasta tocó el bajo con el legendario Johnny Winter (como podés leer acá).
Otro de los condimentos de los años 60s fueron las drogas, el uso recreativo en la juventud sobre todo se volvió masivo. Así que una noche de 1970, el 18 de septiembre, Hendrix mezclo demasiadas cantidades de drogas y alcohol y murió asfixiado en su propio vómito. Tristísimo final para un pibe de 27 años.
Así el mundo se volvió gris por su ausencia.
Pero mas pasa el tiempo y mejor suenan sus canciones, el sonido demoledor, y la belleza de la melodía de Little Wing resonarán por siempre en les amantes de la música, de su música.
Nos despedimos con un temaso, y esperamos que se arme quilombo en los comentarios de esta nota: ¿Cuál es tu canción favorita del negro Hedrix? La mía es esta, cantado; Voodoo Child!
Daniel Lencina
Nacido en Buenos Aires en 1980, vive en la Zona Norte del GBA. Integrante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 1997, es coeditor de Diez días que estremecieron el mundo de John Reed (Ed. IPS, 2017) y autor de diversos artículos de historia y cultura.