El sábado se realizaron distintas jornadas culturales. Por la tarde en Plaza San Martin y por la noche en el centro cultural “La Estación”.
Lunes 3 de octubre de 2016
La creación del Centro Cultural “La Estación” fue una respuesta por parte del gobierno de Sanchez a la demanda de los artistas de la ciudad de Tres Arroyos que hasta el momento no contaban con espacios públicos para expresarse, ya que el Teatro Municipal funciona solo para artistas de re- nombre, cobrando entradas elevadísimas y el anfiteatro solo se usa en eventos exclusivos como la Fiesta del Trigo. La política del gobierno Vecinalista desde la Secretaria de Cultura que junto a la Secretaria de Seguridad organizaron la jornada nocturna, tiene por objetivo, como se demostró el sábado, cooptar un sector de artistas y disciplinar a la juventud.
El recinto, con mucho blanco, pocos colores y escasas expresiones artísticas, se parece más a un museo de la cultura, que a un Centro Cultural. Su entrada tiene un costo que se torna prohibitivo para muchos jóvenes. Los eventos garantizados por la Municipalidad de Tres Arroyos, deberían ser gratuitos al público, y a la vez, esta tendría que financiar a los artistas sin ningún tipo de condicionamiento para que ellos puedan vivir de su trabajo y expresarlo libremente, con las herramientas necesarias. Así se garantizaría el acceso a la cultura a todos los sectores.
El recital de “Che Raiz” se llevó adelante en la sala llamada “Teatro”. Comenzó con mucha energía por parte de la banda, aunque el público en principio se encontraba sentado, con el correr de los temas el clima se fue distendiendo y se empezó a imprimir la impronta juvenil con pogos y canticos. Las cervezas y el fernet, como en todo recital, no se hicieron esperar, así como tampoco las requisas por parte de Policías sin uniforme que aducían ser de investigaciones. Actuando como en la dictadura, infiltrados en los espacios de recreación de la juventud, dejando bien clara la postura del gobierno frente a los jóvenes y para con el centro cultural, parafraseando al indio Solari: “Rockeros bonitos, educaditos”. Más allá de este hecho, los músicos desplegaron los temas del nuevo disco, ofreciendo un buen show al público presente.
Horas antes, un grupo de artistas organizó de forma independiente un festival en la Plaza San Martin, con total libertad y sin disturbios, donde actuaron los NN del RNR, Sin Bozal, Lasta Kanto y cerro Viruta Storni. Se disfrutó en forma gratuita de una buena tarde de música, donde las distintas bandas ofrecieron una amplia gama de estilos, desde acústicos, pasando por covers de rock nacional hasta el Punk Rock que expresaron las organizadoras con contenido de lucha contra la opresión hacia las mujeres, además hubo malabares y artesanías. Si bien la policía merodeaba el lugar, no intervino en la jornada. Lo cual demuestra, que los jóvenes y los artistas no necesitan ni al gobierno ni a sus fuerzas de “seguridad” para organizar eventos culturales, ya que ser joven no es sinónimo de peligro.
Es necesario recuperar el centro cultural para que esté realmente al servicio de la comunidad, para lo cual debe ser organizado y administrado por los artistas y jóvenes que se manifiestan culturalmente, de forma democrática e independiente. No que sea una sucursal de la secretaria de cultura que le imprime su conservadurismo en función de disciplinar tanto a la juventud como a los artistas. Por eso más plazas San Martin independientes, y menos recitales custodiados.