Un joven estadounidense del estado de Colorado llamó al 911 a causa de un accidente que sufrió en su automóvil. Al lugar llegaron agentes del orden, lo que causó el terror del chico, negándose a salir del vehículo, lo que causo la ira de los uniformados y que estos le dispararan.
Martes 20 de septiembre de 2022 09:58
El 11 de junio del año en curso, Christian Glass de 22 años fue asesinado por la policía del estado de Colorado, en Estados Unidos. Según el relato de los padres y cámaras personales, el auto de Christian sufrió un accidente y quedó atascado, el joven ante la imposibilidad de abrir la puerta y salir del vehículo llamó al 911 (número de emergencia). Al lugar llegaron, en lugar de bomberos y paramédicos, oficiales de policía.
El hoy fallecido sufrió una crisis nerviosa por los hechos, por lo que se negó abrir las ventanas y comenzó una discusión con los agentes. En el vídeo es posible apreciar cómo uno de los policías subió al cofre del auto, desenfundó su arma y comenzó a disparar a sangre fría contra el hombre, provocándole la muerte. Esta acción asesina fue por el simple hecho de que Christian no bajó del vehículo.
Los agentes trataron de justificar su crimen afirmando que en el asiento del copiloto había cuchillos y que representaban una amenaza para ellos. Lo que omitieron decir fue que Christian tenía como pasatiempo cocinar y por eso es que llevaba dichos instrumentos.
Los padres del chico denunciaron públicamente el asesinato y exigen justicia para su hijo. Cuestionaron fuertemente la forma en que la policía trató de explicar el cómo ocurrió la situación. Dijeron que su hijo estaba "petrificado por el miedo" y estaba en medio de una crisis de salud mental. Un informe de la autopsia muestra que Glass no estaba intoxicado.
Asimismo, los abogados de la familia aseguraron que “Nuestro país no puede seguir tolerando este nivel de violencia extrema por parte de las fuerzas del orden… El acto de llamar al 911 para pedir ayuda no puede ser una sentencia de muerte”.
La policía no protege ni sirve a los trabajadores
Recordemos que a pesar de toda la ideología que gira alrededor de la función de la policía en la sociedad, ésta no fue diseñada para proteger a la población, sino para proteger los negocios y tierras de los grandes propietarios. Esto se puede ver en los orígenes de la institución en el siglo XVIII, los cuales estaban vinculados a tres acuerdos sociales básicos de desigualdad: la esclavitud, el colonialismo y el control de una nueva clase obrera industrial.
Cada día, la sociedad estadounidense se ve desgarrada por la mayor desigualdad social, lo que trae como una de sus consecuencias un aumento en la incidencia delictiva. Esta problemática podría enfrentarse si se garantizaran fuentes de trabajo y derechos sociales, sin embargo, la típica propuesta de los partidos Demócrata y Republicano es aumentar el presupuesto de las fuerzas policiales, es decir, se destinan mayores recursos para reprimir a los pobres y cualquier manifestación de inconformidad social.
Los dos partidos del régimen actúan así porque son garantes del establishment o, dicho en otras palabras, garantizan que el sistema de explotación y las ganancias de los grandes empresarios se mantengan intactas, mientras que la mayoría de la población enfrenta la desigualdad, falta de servicios básicos, inestabilidad en el empleo y la crisis económica.
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