COLLIPULLI. Jóvenes detenidos por militares fueron sometidos a torturas, simulacros de fusilamiento y roció de bencina: 9 militares quedaron bajo prisión preventiva

La historia del ejército de Chile es una historia de represión, tortura y muerte hacia el propio pueblo. Así lo vemos desde la matanza de la escuela Santa María de Iquique, la dictadura cívico militar y la rebelión iniciada en octubre donde las fuerzas armadas fueron sacadas a la calle por Piñera para reprimir. El ejército tiene 244 denuncias por violaciones a los derechos humanos, principalmente por heridas de bala, tortura sexual y amenazas de violación. Donde una gran parte de las víctimas denuncian discriminación por ser de la diversidad sexual o por ser ciudadanos peruanos, colombianos y venezolanos.

Como vemos, estas prácticas son repetitivas y constantes entre las filas del ejército. El 13 de octubre del 2020. 10 militares detuvieron a 5 jóvenes por “no respetar el toque de queda”, obligándoles a ponerse boca abajo apuntándoles con sus fusiles, poniéndoles esposas de plástico y llevados a un bosque, donde los amenazaban con bencina amenazando con quemarlos y luego disparando para simular un fusilamiento, según relatan las víctimas. El Juzgado de Garantía determinó que existen pruebas suficientes para decretar la prisión preventiva porque “son un riesgo para la sociedad”.

Ahora que estamos ad portas de que empiece la Convención Constitucional, no debemos olvidar los crímenes contra los derechos humanos que cometieron militares, carabineros, marinos, y la PDI, que en el mayor de los casos se mantienen en impunidad. Mientras en cambio, todavía hay cientos de presxs políticxs en prisión sin ninguna prueba más que montajes de carabineros.

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La exigencia de juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de las violaciones a los DDHH, partiendo por Piñera y los altos mandos militares y policiales, sigue con total vigencia. Además de la urgente liberación de todas y todos los compañeros que están presos hace más de un año por salir a las calles y luchar.