El pasado sábado 12 de agosto, se llevó a cabo la audiencia por el juicio que los comunarios de Tariquía interpusieron en contra del Presidente Evo Morales Ayma, por la falta de consulta previa a la hora de realizar contratos con grandes transnacionales para la explotación de hidrocarburos dentro de la Reserva Natural de Flora y Fauna Tariquía.
Martes 15 de agosto de 2017
Foto: Los Tiempos
La fecha de la audiencia fue comunicada a Francisco Romero, la parte demandante, y a los comunarios, el día miércoles 9 de agosto, en contra de la norma que prohíbe que las audiencias judiciales se realicen los fines de semana y feriados, excepto cuando se trata de una acción de libertad. De esta manera, mientras todos los ojos estaban puestos en el terrible incendio que asoló Sama y los alrededores de Tarija, la suerte de Tariquía se definía en el pequeño tribunal de Padcaya. Demás está recalcar la fuerte intencionalidad de que esta audiencia pase desapercibida por parte del gobierno, que no pierde oportunidad para ir en contra del pueblo campesino, indígena y obrero, violando sistemáticamente sus decisiones y derechos, como lo está haciendo ahora brutalmente con el TIPNIS.
Los comunarios de Tariquía, a la cabeza de Francisco Romero, líder campesino y habitante de la reserva, interpusieron esta acción contra el presidente, pues sienten que su derecho constitucional a la consulta previa fue violado, porque ya hay actividades petroleras en la zona sin que se haya realizado ninguna consulta.
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Después de más de cuatro horas de audiencia, la jueza mixta de Padcaya, Rocío Medrano, emitió la sentencia que negaba el pedido de los comunarios a la acción popular, alegando entre otras cosas que “la culpa es de los campesinos de Tariquía el que no haya consulta sobre el decreto 2366 por no haberla solicitado al presidente” y “que no hay ningún documento que demuestre que el gobierno niegue la consulta”. Siendo que un poco antes el abogado y apoderado presente del Presidente había reconocido en su informe escrito, que se leyó en la audiencia, que en Tariquía ya se estaba haciendo la exploración, por lo que el abogado de la parte demandante encaró a la jueza: ¿Esto no es acaso una prueba?, a lo que la jueza respondió “A confesión de parte, relevo de prueba”.
Todo este show solo sirvió para demostrar una vez más que la justicia en Bolivia solo existe para los poderosos, y que el poder político siempre está por encima del pueblo y lejos de “gobernar escuchando al pueblo” como reza la demagógica frase de Morales, se da más bien el “gobernar por encima del pueblo”.
Las siguientes acciones que realizarán los comunarios de Tariquía será recurrir a los tribuanles internacionales si es que el tribunal constitucional de Sucre también falla en su contra, que es lo más probable dadas las condiciones. Sin embargo, en septiembre se abrirán libros de firmas para repudiar esta sentencia y mandárselos al tribunal constitucional en Sucre. Es ahora y bajo esta coyuntura en que el gobierno está atacando de frente a la autodeterminación de los pueblos indígenas y pisoteando su derecho y su libre elección, que debemos reivindicar a las clases más afectadas y vulnerables, como son los campesinos, indígenas y obreros, a que se actúe conjuntamente para luchar por nuestros derechos, con independencia de quienes se cuelgan de las luchas para ganar popularidad, y quienes quieren vender un discurso progresista del más puro espíritu capitalista. Desde Tariquía los comunarios llaman a la población boliviana a solidarizarse con su causa y a permanecer en alerta ante las arremetidas transnacionales y del gobierno.
