A tan solo dos días del fallo que rechazó la extradición a Estados Unidos Julian Assange, la jueza británica Vanessa Baraitser le denegó este miércoles la libertad condicional al fundador de WikiLeaks.
Miércoles 6 de enero de 2021 09:20
La jueza británica Vanessa Baraitser denegó este miércoles la libertad condicional al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, al considerar que presenta riesgo de fuga, a pesar de haber rechazado previamente su extradición a Estados Unidos por motivos de salud.
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Al fundador de WikiLeaks, se le negó este miércoles la libertad bajo fianza y permanecerá en prisión mientras los abogados del Gobierno de Estados Unidos apelan una decisión que bloquea su extradición.
El fallo se produce pocos días después de que la misma jueza dijera que Assange no podía ser extraditado legalmente a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje debido a preocupaciones sobre su salud mental y el riesgo de suicidio.
Tras esa decisión, este miércoles la jueza de distrito Vanessa Baraitser dijo que Assange seguía implicando un riesgo de fuga y que permanecerá encarcelado en una prisión de Londres durante la apelación de la decisión de extradición del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
"En lo que respecta al Sr. Assange, este caso aún no ha terminado", dijo la jueza Baraitser, que agregó que Assange tenía incentivos para "fugarse", había violado la fianza en el pasado y demostró su voluntad de "desobedecer las órdenes de este tribunal".
La jueza ya había dado un indicio el lunes cuando rechazó la extradición de Assange a Estados Unidos por motivos de salud y no bajo los argumentos de "persecución política" que había presentado la defensa del fundador de Wikileaks.
Esto dejaba a Estados Unidos en posición de apelar para volver a intentar que Assange sea finalmente extraditado. Si la apelación de Estados Unidos finalmente tiene éxito y Assange, de 49 años, es extraditado, podría enfrentar un máximo de 175 años de prisión allí, por 18 cargos de violar una ley de espionaje y conspirar para piratear computadoras del Gobierno.
Los problemas legales de Assange comenzaron en 2010, poco después de que su web WikiLeaks publicase cientos de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales que pusieron a Estados Unidos en más de un aprieto.
Entre ellos figuraba un video en que se veía cómo helicópteros de combate estadounidense disparaban contra civiles en Irak en 2007, matando a una docena de personas en Bagdad, incluidos dos periodistas de la agencia de noticias Reuters.
Assange está recluido en una prisión londinense de alta seguridad desde su detención en abril de 2019 en la Embajada de Ecuador, donde vivió refugiado siete años.
Las revelaciones en el portal digital WikiLeaks expusieron crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán, archivos sobre las detenciones extrajudiciales en la prisión de Guantánamo (en la isla de Cuba) y cables diplomáticos que desvelaron abusos de derechos humanos en todo el mundo. Su divulgación mostró solo una parte de los crímenes de guerra de los que no solo Estados Unidos, sino también las principales potencias, hacen uso de forma cotidiana en las guerras que libran o respaldan alrededor del mundo.
Estados Unidos quiere usar a Assange como caso testigo para amedrentar a quienes se atrevan a hacer públicas sus aberraciones. La exigencia de su libertad inmediata y sin cargos, es de primer orden no solo para preservar la libertad de expresión y el derecho de información, sino para la propia defensa de todas y todos aquellos que enfrentan y denuncian cada día las brutalidades imperialistas alrededor del mundo.
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